Tuesday, February 26, 2019

El cardenal George Pell condenado por pederastia en Australia


Dos informaciones de agencia EFE, Feb-26-2019. La primera.

Sídney (Australia), 26 feb (EFE).- El cardenal australiano George Pell, quien fue el tercer hombre más poderoso del Vaticano, fue hallado culpable de abusos sexuales a menores por un tribunal en Melbourne, informaron hoy a Efe fuentes judiciales.

Pell, el religioso de más alto rango de la iglesia católica australiana, violó a un niño de un coro de 13 años en la década de 1990 y molestó sexualmente a otro de la misma edad en el prestigioso colegio St Kevins.

El veredicto fue emitido el pasado 11 de diciembre pero este no pudo divulgarse hasta hoy por razones legales.

Pell, que se encuentra en libertad condicional pero que podría ser puesto bajo arresto mañana, se enfrenta a unos 10 años de cárcel en una condena que se espera que el tribunal anuncie durante la primera mitad de marzo.

Los cinco cargos que pesan sobre Pell son por actos cometidos en Melbourne entre 1996 y 1997.

Uno de ellos es por la penetración a un menor que tuvo lugar después de que el entonces arzobispo de Melbourne oficiara una misa, mientras que los otros cuatro son por cometer actos indecentes contra los dos menores.

Tras el veredicto, una de las dos víctimas pidió a través de un comunicado que se mantenga en secreto su identidad al asegurar que no es un portavoz de las víctimas de pederastia, solo "un 'tío' trabajador común y corriente que mantiene y protege a su familia lo mejor posible".

"Necesito espacio y tiempo para soportar el proceso judicial en marcha", dijo la víctima que destacó que al igual que otros sobrevivientes de abusos sexuales pasó "vergüenza, soledad, depresión y una lucha (interna)" que le llevó "años en entender el impacto en mi vida".

La otra víctima murió en 2014 en un incidente circunstancial.

El veredicto se emite tras meses de un complicado proceso judicial que se mantuvo en secreto para proteger la presunción de inocencia de Pell y el abandono de un segundo juicio por los presuntos abusos del religioso contra menores en Ballarat, su ciudad natal, en la década de 1970.

La sentencia tiene lugar después de la cumbre vaticana para abordar la pederastia en la Iglesia, el papa Francisco ofreció este domingo ocho pautas para erradicar la "monstruosidad" de los abusos a menores, pero la falta de medidas concretas decepcionó a las víctimas.

La segunda.

Sídney (Australia), 26 feb (EFE).- El cardenal australiano George Pell, quien fue el tercer hombre más poderoso del Vaticano, reafirmó hoy su inocencia pese a que un tribunal del país oceánico lo halló culpable de abusos sexuales contra dos menores en la década de 1990.

"El cardenal Pell siempre ha mantenido su inocencia y continúa haciéndolo", indicó el abogado Paul Galbally en un comunicado en el que anunció un recurso de apelación contra la sentencia.

El prelado, que se encuentra en libertad condicional, podría ser detenido mañana, según indicaron a Efe fuentes judiciales, a la espera de que el tribunal emita en marzo la sentencia, que podría imponerle unos 10 años de cárcel.

El jurado del tribunal de Melbourne determinó por unanimidad la culpabilidad de Pell en cinco cargos, uno de ellos por penetración y el resto por actos indecentes cometidos en esta ciudad en 1996 y 1997 contra dos niños de 13 años que pertenecían a un coro.

El veredicto fue emitido el 11 de diciembre pero no se hizo público hasta hoy por una orden judicial que fue levantada por el juez Peter Kidd.

El magistrado levantó la restricción de informar sobre el juicio al considerar que ya no se podía influir en el jurado ni en otro caso en el que Pell estaba acusado de abusos a menores en la década de 1970 que fue desestimado.

La divulgación de la sentencia contra Pell tiene lugar después de la cumbre vaticana para abordar la pederastia en la Iglesia, en la que el papa Francisco ofreció el pasado domingo ocho pautas para erradicar la "monstruosidad" de los abusos a menores, pero la falta de medidas concretas decepcionó a las víctimas.

Reacción del Vaticano, según el boletín diario de la Oficina de Prensa, Feb-26-2019.

Declaración del Director “ad interim” de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, 26.02.2019

La Santa Sede se suma a lo declarado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana en el tener en cuenta la sentencia de condena en primer grado a cargo del Cardenal George Pell.

Una noticia dolorosa que, lo sabemos bien, ha escandalizado a muchísimas personas, no solo en Australia. Como ya ha sido afirmado en otras ocasiones, reiteramos el máximo respeto por las autoridades judiciales australianas.

A nombre de este respeto, esperamos ahora el resultado del recurso de apelación, recordando que el Cardenal Pell ha repetido su inocencia y tiene el derecho a defenderse hasta la última instancia.

En espera del juicio definitivo, nos unimos a los obispos australianos en la oración por todas las víctimas de abusos, recalcando nuestro compromiso en hacer todo lo posible para que la Iglesia sea una casa segura para todos, especialmente para los niños y los más vulnerables.

Para garantizar el curso de la justicia el Santo Padre ha confirmado las medidas de vigilancia ya dispuestas en lo referente al Cardenal George Pell por el Ordinario del lugar luego del regreso del Cardenal Pell a Australia. O sea que, en espera de la determinación definitiva de los hechos, al Cardenal Pell sea prohibido con carácter preventivo el ejercicio público del ministerio y, como es norma, el contacto de cualquier manera y forma con menores de edad.


Entradas Relacionadas: Proceso canónico para el Card. Pell.

La Iglesia no acepte la agenda Obama, entrevista con Don Nicola Bux


Entrevista con Don Nicola Bux, publicada en La Verità, Feb-25-2019. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Don Bux, la interpretación que da el Papa de los abusos es clara: la culpa no es de los sacerdotes homosexuales, sino del clericalismo. ¿Qué piensa?

«El clericalismo es un término insuficiente para explicar la cuestión del abuso».

¿Por qué?

«El Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana explicó que no se necesita hablar de pedofilia, es decir, de atención no saludable hacia los niños prepúberes, sino de efebofilia, es decir, de atracción por los jóvenes en la edad de pubertad o en la postpubertad».

Entonces, ¿la homosexualidad tiene que ver con eso?

«Los autores del estudio agregan que este tipo de atracción concierne, en el 80% de los casos, a personas homosexuales. Por lo cual, hablar de clericalismo y pedofilia significa esparcir una cortina de humo».

Entonces, ¿por qué en los 21 puntos de reflexión distribuidos en la cumbre del Vaticano, no aparece la palabra «homosexualidad»?

«Considere que el actual pontificado comenzó en la era de Barack Obama, aquello love is love, de los homosexuales libres de amarse como lo deseen, frente a lo cual está prohibido hablar de terapia...».

Disculpe: ¿los sacerdotes homosexuales necesitan terapia?

«Durante la conferencia de prensa del viernes pasado, monseñor Charles Scicluna dijo que generalizar sobre una cierta categoría, como la de los homosexuales, no es legítimo. Y que la homosexualidad no predispone al pecado, la cual sobre todo, inclina a la concupiscencia».

¿Qué tiene que ver con esto?

«La concupiscencia es la inclinación al mal de la naturaleza humana. A causa de esto, el amor utiliza al otro para su propio placer».

De acuerdo. ¿Entonces?

«En el caso de la homosexualidad, la persona objeto de tal tipo de amor no es verdaderamente amada, sino deseada en función del amor que el sujeto prueba para sí mismo. Aquí está el problema moral».

¿El amor homosexual no es amor?

«Es un amor desordenado».

Entonces vuelvo a la primera pregunta: ¿cómo comportarse con un sacerdote o un seminarista homosexual?

«Se necesita evaluar la etapa de lo que el Catecismo llama “desorden”. En cualquier caso, está prohibida la admisión al Seminario de personas con tal tendencia».

Dígame si lo he entendido bien: ¿el test psicológico que propone la cumbre del Vaticano debería servir para individualizar a los seminaristas homosexuales por excluir?

«Al menos según la Ratio de los Seminarios de 2016...».

En su libro, Sodoma, Frédéric Martel sostiene que en la Iglesia el lobby gay está tan extendido, que ahora se tolera la homosexualidad, al menos mientras no conduzca a la pedofilia.

«De acuerdo con los estudios realizados, por ejemplo por el psicólogo holandés Gerard van den Aardweg, las personas homosexuales son mucho menos de lo que la propaganda afirma para la normalización de la homosexualidad».

¿Hay menos homosexuales de lo que pensamos?

«Sí. Y por lo tanto, incluso los clérigos homosexuales son mucho menos de lo que se cree. Hace unos años, la Congregación para el Clero estimó que los clérigos homosexuales no llegaban al 2% del total».

¿Martel está equivocado?

«La tesis de Martel es profundamente falsa, pero tiene un objetivo preciso: demostrar que la homosexualidad está tan difundida, que es inútil combatirla. Por el contrario, es necesario legitimarla, un poco como se busca hacer con las drogas».

Una de las palabras al orden en la cumbre del Vaticano es la «tolerancia cero». ¿No existe el riesgo de que la presión de la opinión pública lleve a juicios sumarios?

«La fórmula de ‘tolerancia cero’ es anti-evangélica. Si el Señor usara este criterio con la humanidad, habría desaparecido de la faz de la tierra...».

¿Dice que está mal ser demasiado severos con los abusadores?

«‘Tolerancia cero’ es un eslogan políticamente correcto y repetido como los loros —bajo la presión de la opinión pública— para demostrar que la Iglesia ha empuñado la espada y está haciendo limpieza».

En cambio, ¿qué debería hacer la Iglesia?

«La Iglesia debe tener paciencia y prudencia. No debe derogar la verdad: tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento presentan las relaciones homosexuales como graves depravaciones, porque son contra natura. El padre Reginald Garrigou-Lagrange decía que se necesita ser inflexible por lo que reguarda a la doctrina, porque se cree, pero inclusive en la justa medida, porque se ama. E ironizaba, «la Iglesia absuelve a los pecadores, los enemigos de la Iglesia absuelven los pecados”».

¿Inclusive? ¿Le parece posible?

«Hoy se usan muchas expresiones como ‘acoger”, ‘acompañar’… ¿Qué quiere decir? Quiere decir salvar a la persona del desorden en el que ha vivido, y si ha cometido delitos castigarlo con una pena justa. Por eso la terapia es importante...».

Ah, ¿ve que la terapia tenía que ver con eso?

«Sí. Me sorprende que nunca se hable de la terapia. Es porque si la agenda de Obama ha sido aceptada, la homosexualidad ha sido normalizada».

Por lo tanto, por un lado se quiere normalizar la homosexualidad, que es el caldo de cultivo de los abusos. Por el otro lado, se piden penas severas para los abusadores mismos.

«Exactamente. Monseñor Scicluna debería explicar por qué, si las relaciones homosexuales no son pecaminosas, el Vaticano ha llegado a tanto con el ex arzobispo Theodore Edgar McCarrick».

McCarrick fue castigado después de las investigaciones de The New York Times.

«De hecho ...».

¿Se mueve el Papa según cómo sopla el viento mediático?

«Me parece a merced de las presiones contradictorias de la opinión pública, que por un lado se horroriza —quién sabe por cuánto tiempo más— cuando se hace algo a los niños, pero por otro lado no quiere considerar inmoral las tendencias homosexuales».

Entre tanto, mientras McCarrick estaba siendo reducido al estado laical, el Papa Francisco nombraba nuevo Camarlengo a un protégé suyo, Kevin Farrell. Que es muy cercano al jesuita pro Lgbt, James Martin.

«Esta contradicción ha sido detectada por muchos. El punto es que diferentes pastores de la Iglesia han abandonado la verdad del Evangelio, tal vez por miedo. Este es el origen de la crisis».

¿Realmente el Papa hará limpieza?

«No se hacen procesos a las intenciones. Pero no entiendo por qué no se abre la confrontación con esa parte del mundo católico que, sobre la cuestión, intervino metiendo un dedo en la herida. Aquí está el verdadero clericalismo».

¿En qué sentido?

«Evitar la confrontación y el debate. Hacer como las avestruces, que meten sus cabezas bajo la arena».

¿Usted se refiere a la confrontación con los cardenales conservadores, quienes atribuyeron la causa del abuso a la homosexualidad?

«No son cardenales conservadores, sino que “custodian la fe católica transmitida por los apóstoles”, manteniendo juntas, de manera católica, la doctrina, la moral y la praxis, sin ceder a las modas. Una cosa viene a la mente...»

Diga.

«Usted piensa que, a propósito de la homosexualidad, también en la Iglesia esté de moda la palabra ‘orientación’».

¿No debería?

«¡Pero esta no es una expresión de la moral católica! ¡Es una expresión de los lobbies homosexualistas!

¿Eso es?

«No existe una orientación sexual».

¿No existe?

«Dios creó el macho y la fémina. O Dios es el ordenador supremo de lo creado, mientras el pecado del hombre crea desorden; o el orden objetivo no existe y cada uno lo construye como le parece. Si en la Iglesia se renunciare a enseñar que Dios ha creado una naturaleza bien precisa, hecha del masculino y femenino, y si se reduce a hablar de ‘orientación’, cae un principio de fondo de la verdad católica».

¿Qué piensa del «político» Francisco, el que se fotografió con el pin «Abramos los puertos»?

«Es folklore. La cuestión es otra».

¿Cuál?

«Si en la Iglesia debe prevalecer la política o la fe. Si la fe debe prevalecer, la Iglesia también deberá aceptar ser perseguida, para reafirmar la verdad del Evangelio».

Entonces, ¿el Papa se equivoca al pedir acogida para todos?

«En realidad, si se pone cuidado de todas sus intervenciones, no se encuentra la invitación a la acogida indiscriminada. Digamos que sus frases son un poco peronistas...».

¿Peronistas?

«Sí. Usted sabe que el peronismo es la capacidad de amar una cosa y su opuesto, según las circunstancias».

Un disparo al círculo y otro al barril.

«En relación con el consenso para no perder. El punto es entender cuán vigente está ahora esta impostación. Viendo lo que está pasando en Italia, en Europa, en América Latina, diría que no está».

¿Y qué piensa del giro ambientalista de la Iglesia?

«Otra de esas cosas que funcionan para la agenda Obama. A este paso, la Iglesia terminará encontrándose en un caso Galileo al contrario. Los científicos están divididos. Y la Iglesia no tiene competencia en el asunto».

El padre Antonio Spadaro dice que se necesita un «catolicismo democrático».

«Poner juntos el catolicismo y la democracia es un oxímoron».

¿Completamente?

«Ciertamente. ¿Qué quiere decir catolicismo democrático? Cuando se habla de Iglesia Católica, se habla del pueblo de Dios jerárquicamente ordenado. La Iglesia no es en lo mínimo una democracia...».