Vuelo de regreso de Abu Dhabi a Roma, acostumbrada rueda de prensa, en ella Francisco ha hablado de temas no relacionados directamente con el viaje, como que no ha leído una carta que le envió un dictador latinoamericano, aunque acepta que sabía que se le iban a enviar vía valija diplomática, detalle pequeño con el que reconoce al dictador como mandatario legítimo de esa nación. Solamente los funcionarios de la diplomacia reconocida pueden hacer uso de este mecanismo.
Pero no es ello a lo que queremos referirnos, sino a una pregunta hecha por Nicole Winfield, de agencia Associated Press, a quien no quiso responder inmediatamente sino solamente al final de la rueda de prensa. Esta es la pregunta, junto con la retardada respuesta, según la proporciona agencia Aciprensa.
Nicole Winfield - AP: Santo Padre, la semana pasada la revista femenina de L’Osservatore Romano publicó un artículo denunciando abusos sexuales a las mujeres consagradas en la Iglesia, las religiosas, por parte del clero. Hace unos meses, también la Unión Internacional de las Superiores Generales hizo también una denuncia pública de este problema. Sabemos que la reunión de dentro de unas semanas en el Vaticano tratará sobre el abuso contra los menores, pero ¿podemos pensar que la Santa Sede pueda hacer algo para enfrentar también este problema con un documento o líneas guías?
Papa Francisco: Espera, yo responderé a eso. Tú permanece aquí. Pero yo prefiero terminar con el viaje y después la primera pregunta en responder será la tuya.
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Alessandro Gissoti: Muy bien Santo Padre, el tiempo está un poco para… pero hay todavía una respuesta que dar (en referencia a la pregunta de Nicole Winfield de AP).
Papa Francisco: Es verdad, es un problema, el maltrato a las mujeres es un problema. Osaría decir que la humanidad todavía no ha madurado: la mujer es considerada de “segunda clase”. Comencemos desde aquí: es un problema cultural. Después se llega a los feminicidios. Están los países en los cuales el maltrato a las mujeres llega al feminicidio, y antes de llegar a su pregunta concreta, una curiosidad. Ustedes hacen la investigación para saber si es verdad, pero me han dicho que el inicio de la historia de la joyería femenina tuvo lugar en un país muy antiguo del Oriente, donde existía la ley para expulsar, repudiar a la mujer. Si el esposo –no sé si es verdad o no– le decía: “vete”, en aquel momento con aquello que llevaba vestido, ella debía irse sin tomar nada. Y ahí han comenzado a hacerse las joyas de oro, de piedras preciosas, para tener algo para poder sobrevivir. No sé si es verdad o no pero es interesante. Averigüen. Ahora lo suyo. Es verdad, dentro de la Iglesia ha habido clérigos, en algunas civilizaciones de modo más fuerte que en otras. No es una cosa todos hacen eso pero hubo sacerdotes y también obispos que han hecho eso. Y yo creo que se hace todavía: no es que desde el momento en que te das cuenta, termina. La cosa avanza así. Y desde hace tiempo estamos trabajando en eso. Hemos suspendido algún clérigo, expulsado por esto, y también –no sé si ha terminado el proceso- disolver alguna congregación religiosa femenina que estaba muy ligada a esto, una corrupción. No puedo decir que esto en mi casa no… Es cierto. ¿Se debe hacer algo más? Sí. ¿Tenemos la voluntad? Sí. Pero es un camino que viene de atrás. El Papa Benedicto XVI tuvo el coraje de disolver una congregación femenina que tenía un cierto nivel, porque había entrado esta esclavitud de las mujeres, también esclavitud sexual, de parte de los clérigos o de parte del fundador. Muchas veces el fundador corta la libertad, quita la libertad a las hermanas y puede llegar a esto. Quisiera subrayar que el Papa Benedicto XVI tuvo el coraje de hacer tantas cosas sobre este tema. Hay una anécdota: él tenía todas las cartas, todos los documentos sobre una organización religiosa que tenía dentro corrupción sexual y económica.
Él intentó hablar y había filtros, no podía llegar. Al final, el Papa, con el deseo de ver la verdad, hizo una reunión y Joseph Ratzinger fue con el maletín y todos los papeles. Cuando regresó, dijo a su secretario: ponlo en el archivo, venció la otra parte. No debemos escandalizarnos por esto. Son pasos de un proceso. Pero apenas convertido en Papa, la primera cosa que dijo fue esta: tráeme del archivo esto y ha comenzado. El folclore sobre el Papa Benedicto lo hace ver como bueno bueno, bueno como el pan y nada de malo; como débil pero de débil no tiene nada. Ha sido un hombre fuerte, un hombre consecuente con las acusaciones y él ha comenzado. Y allí en esa congregación había este problema que usted dice. Rece para que podamos seguir adelante. Yo quiero seguir adelante. Hay casos… sobre todo. En algunas congregaciones, especialmente nuevas, algunas. Y en algunas regiones más que en otras. Sí, esta es la cosa. Estamos trabajando.
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