Vaticano sabía de conducta inapropiada de obispo argentino Gustavo Zanchetta desde 2015
Nos despertamos hoy con un nuevo desarrollo en el caso del obispo argentino Gustavo Zanchetta. El periódico El Tribuno, que fue el que dio inicio a la historia, junto con la agencia Associated Press, han hecho una investigación conjunta.
Primero presentamos la información que presenta la agencia Associated Press (inglés, español) la cual, como solemos anotar, tiene un alcance más global.
Vaticano sabía de conducta inapropiada de obispo argentino
Por ALMUDENA CALATRAVA, NATACHA PISARENKO y NICOLE WINFIELD
ORÁN, Argentina (AP) — El Vaticano recibió informes en 2015 y 2017 de que un obispo argentino cercano al papa Francisco se tomó fotografías desnudo en actitudes “obscenas” y que presuntamente tuvo conductas sexuales inapropiadas con seminaristas, dijo a The Associated Press uno de los sacerdotes que reportó la situación, lo cual contradice afirmaciones de la Santa Sede de que se enteró recientemente.
Los informes ante el Vaticano, sin embargo, no impidieron que el obispo Gustavo Zanchetta, de 54 años, recibiera poco después un importante cargo de asesor en la Santa Sede, la cual lo justificó con el argumento de que las denuncias en contra del religioso se presentaron a fines del año pasado.
El papa Francisco aceptó el 1 de agosto de 2017 la renuncia de Zanchetta como obispo de Orán, que la había presentado el 29 de julio, luego de que tres sacerdotes de esa Diócesis de la provincia de Salta, en el norte de Argentina, elevaran dos informes al Vaticano en 2015 y en 2017 con imágenes y referencias a conductas sexuales inapropiadas en las que habría incurrido el religioso con tres integrantes del seminario, todos mayores de edad.
No obstante, poco después de su renuncia, el papa promovió a Zanchetta a la posición número 2 en la oficina de administración financiera de la Santa Sede, lo cual ha generado nuevas dudas sobre si el Pontífice mira hacia otro lado ante la mala conducta de sus amigos y aliados. El caso podría convertirse en otro problema para Francisco, quien esta semana viaja a Panamá y ha convocado a un encuentro en febrero con obispos del mundo para abordar cómo enfrentar los casos de abuso sexual dentro de la iglesia católica.
El sacerdote Juan José Manzano, uno de los tres que hicieron llegar información sobre Zanchetta, dijo a AP que en un primer informe en 2015 se remitieron fotos que se tomó el mismo obispo mientras estaba desnudo “en actitudes obscenas o fuera de lugar”, aunque evitó describirlas. Consideró que fue una “primera alerta” que hicieron llegar a la santa sede a través de “obispos amigos”.
En 2017, “la cosa estaba mucho más grave (con Zanchetta), no sólo porque hubiera habido alguna cuestión de abuso sexual... lo que había era un ‘in crescendo’ de medidas que conducían la diócesis al abismo”. En ese entonces se elevó la información a la nunciatura en Buenos Aires.
Manzano, exvicario general de la diócesis de Orán cuando se elevaron los informes, hizo esas declaraciones en una entrevista concedida a AP en la parroquia de San Cayetano, que ahora dirige en esa humilde ciudad situada a 1.650 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, y en un correo electrónico posterior.
El comportamiento de Zanchetta se fue agravando por presuntas actitudes de abuso de poder y abuso sexual, lo cual desembocó en su renuncia en julio de 2017. No obstante, en diciembre de ese año el Papa lo nombró asesor de la oficina que administra las vastas propiedades inmobiliarias y financieras del Vaticano.
En un comunicado enviado a la AP a principios de enero, el portavoz de la Santa Sede Alessandro Gisotti subrayó que las acusaciones contra el obispo surgieron en los últimos meses, casi un año después de que el papa Francisco creó la nueva posición para él.
En el momento de renunciar, Zanchetta sólo le había pedido a Francisco que lo dejara salir de la diócesis de Orán porque tenía relaciones difíciles con sus sacerdotes, dijo Gisotti. “En el momento de su renuncia, hubo acusaciones contra él de autoritarismo, pero no hubo acusaciones de abuso sexual contra él”, afirmó.
Y agregó que en espera de la investigación preliminar sobre las denuncias de abuso sexual en curso en Argentina, Zanchetta se abstendrá de trabajar en el Vaticano.
Sin embargo, el sacerdote Manzano asegura que el mismo papa Francisco supo del cuestionable comportamiento del obispo desde 2015.
El papa hizo llamar a Zanchetta y este se justificó diciendo que le habían manipulado el móvil y que la intención era dañar al pontífice, indicó Manzano en su mail enviado a la AP. Luego de ese encuentro con Francisco, el obispo volvió a Argentina “mejorado”.
Pero pasados unos meses, Zanchetta “se ponía agresivo si se lo confrontaba...manipulaba datos, personas, influencias para lograr sus propósitos”. A ello se sumó -según dijo- que el rector del seminario advirtió “acosos” y “conductas inadecuadas” con seminaristas, algunos de los cuales abandonaron el seminario.
Cada uno de los tres sacerdotes elevó información con lo más destacado sobre el comportamiento del prelado en mayo o junio de 2017. Manzano informó sobre el “desgobierno” del obispo y otro sacerdote, que era mano derecha de Zanchetta, de los presuntos abusos.
Manzano dijo desconocer los detalles, pero descartó que hubiera habido actos sexuales. No quiso decir por qué está seguro.
La información sobre el comportamiento del obispo llegó al secretario de la Nunciatura en Buenos Aires, Vincenzo Turturro, que la “vehiculizó fabulosamente”, explicó el párroco.
Francisco volvió a llamar a Zanchetta y el prelado luego renunció. El exobispo se dirigió a la provincia de Corrientes, donde estuvo algunos días antes de viajar a España para iniciar un tratamiento, según Manzano.
Seguidamente se asentaron “los testimonios de los chicos” y cuando asumió Luis Scozzina como nuevo obispo de Orán en 2018, se completó y elevó una “formal denuncia” que ha dado pie a una investigación canónica preliminar, indicó Manzano.
El párroco, sin embargo, defendió al papa. “Jamás hubo intención de ocultar nada. Jamás hubo intención del Santo Padre de defenderlo de nada”, afirmó el párroco, quien consideró a Zanchetta como un “sociópata” y “enfermo” del que fueron “víctima” el pontífice y el clero salteño.
Zanchetta “se confesaba” con Jorge Bergoglio, el nombre de pila del papa, cuando el hoy pontífice era cardenal de Argentina. “Era muy amigo, era como hijo espiritual”, dijo también sobre la relación entre ambos.
Para Manzano, no hay nada cuestionable sobre la actitud del Vaticano respecto a Zanchetta y los tiempos en que se formalizaron las denuncias en su contra. Argumentó además que trasladar al renunciante obispo a Roma era una suerte de castigo porque se lo confinó a una “oficina de mala muerte”, alejado de sus fieles.
Tampoco le pareció criticable que el papa lo designara obispo de Orán en 2013, pese a que por aquel entonces era blanco de críticas por abuso de poder en la diócesis de Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, donde se desempeñó como vicario episcopal de Asuntos Económicos.
Zanchetta desapareció de la vista pública hasta el 19 de diciembre de 2017, cuando la Santa Sede anunció que había sido nombrado asesor en el Vaticano. El nombramiento llamó la atención y Gisotti dijo que Francisco lo nombró porque tenía capacidad administrativa. Las acusaciones en su contra fueron presentadas internamente en los últimos meses, insistió el portavoz.
El exobispo no ha respondido públicamente a las acusaciones en su contra; el Vaticano no proporcionó información cuando se le preguntó, aparte de decir que el prelado no está trabajando.
El periódico provincial de Salta, El Tribuno, destapó el asunto cuando informó semanas atrás que tres sacerdotes habían dado a conocer los presuntos abusos de poder y sexual cometidos por Zanchetta, además de irregularidades financieras.
La madre de un integrante del seminario que pidió anonimato por pedido de su hijo, dijo a la AP que éste le reconoció que Zanchetta abusó de algunos de sus compañeros. “’Lamentablemente sí’, me dijo cuando yo le pregunté sobre eso”, señaló la mujer.
Una catequista que tampoco quiso identificarse por temor a represalias dijo en tanto que las autoridades eclesiásticas de Orán han “bajado línea” (órdenes) para que no se hable de lo ocurrido a los seminaristas.
La diócesis de Orán emitió un comunicado donde señala que los cambios internos fueron para responder a las necesidades pastorales y agregó que “sabiendo de la gravedad de todo tipo de situación de abuso”, el obispo Scozzina “está a disposición de quien desee presentar una denuncia para iniciar los procedimientos correspondientes y propios del ámbito de la justicia canónica, como así recuerda el derecho que asiste a toda víctima de abuso de ir a la justicia ordinaria”.
Scozzina dijo a la AP “que hasta que no termine este proceso de investigación en manos de la congregación de obispos (en la santa sede)” quiere guardar “silencio” y ser “prudente”. Señaló que está disponible para “recibir a aquellos” que tengan “algo para presentar”. “No creo que las condenas mediáticas ayuden a la justicia. ...en el fondo están las personas, las víctimas, los victimarios, que cada uno tiene su derecho”.
La fiscalía salteña está verificando si alguno de los seminaristas radicó denuncia o tiene intenciones de hacerlo.
Vecinos de esa localidad manifestaron su malestar por lo ocurrido.
“Tengo un dolor tremendo, porque uno como cristiano cómo podemos permitir estas cosas se tapen”, dijo Héctor Jiménez, un jubilado. Para la docente Gianina del Valle Chein, el Vaticano tendría que tratar a Zanchetta “como cualquier ciudadano que hizo algo...no ocultarlo, llevarlo a otro lugar y que siga con lo mismo”.
A los pies de la catedral, donde todos los días se celebra misa, se puede ver la imagen de Zanchetta rezando en una placa pegada a un muro, junto con las de sus antecesores en el cargo.
El papa ha convocado a un encuentro del 21 al 24 de febrero para que los obispos “comprendan claramente lo que deben hacer para prevenir y combatir el problema mundial del abuso sexual de menores”.
Francisco tiene una trayectoria cuestionable en materia del manejo de casos de abuso sexual tras haber defendido a un obispo chileno acusado de encubrir a un notorio depredador. También ha sido criticado, entre otras cosas, por cerrar los ojos ante las faltas sexuales con adultos cometidas por el ex cardenal estadounidense Theodor McCarrick.
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En esta nota colaboró la periodista del diario El Tribuno, Silvia Noviasky, en Salta.
Ahora la nota que presenta El Tribuno, Ene-20-2019.
"El papa Francisco fue una víctima más de Zanchetta"
20 DE ENERO 2019
Uno de los tres sacerdotes que denunció al polémico exobispo dio detalles de las acusaciones. Aseguran que este caso pone en duda la credibilidad del Papa en su lucha contra los abusos.
Silvia Noviasky
Uno de los tres sacerdotes que denunciaron por diferentes tipos de abuso al exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, confirmó que hubo acusaciones de abuso sexual, luego de las cuales al referente eclesiástico del norte de la provincia le "inventaron" un cargo en Roma. El cura dejó expuesta la cercanía del Papa con el exobispo, quien era como su "hijo espiritual" y consideró que Francisco fue "una víctima más". Si bien opinó que la Iglesia actuó como debía, expuso detalles que se contradicen con la versión del Vaticano.
El Tribuno obtuvo el testimonio del religioso Juan José Manzano en un trabajo conjunto con la agencia internacional de noticias Associated Press.
Manzano aseguró que desde el 2015 se presentaron ante la Nunciatura diferentes elementos que daban cuenta de desmanejos económicos, abuso de poder y abusos sexuales. Indicó que, entre los documentos, había fotografías y cartas de seminaristas que habrían sido abusados, pruebas que desembocaron en la salida de Zanchetta del obispado.
Alessandro Gisotti, vocero del Vaticano, había asegurado que la renuncia de Zanchetta se había debido a "acusaciones contra él de autoritarismo", pero que "no hubo acusaciones de abuso sexual" y que las denuncias se conocieron luego de que fuera designado en Roma.
Zanchetta abandonó el Obispado de Orán a mediados del 2017, aduciendo problemas de salud. Unos meses después se fue a Roma, designado como asesor en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, organismo que maneja más de 5 mil propiedades del Vaticano.
Luego de que este medio destapara los motivos por los que Zanchetta abandonó Orán, el Vaticano informó que el exobispo había sido separado de su cargo y que estaba bajo investigación. En una conferencia de prensa, también adujeron que las denuncias de abuso sexual se habían conocido durante "el otoño" europeo", es decir, desde septiembre del año pasado.
Zanchetta fue denunciado por tres sacerdotes que durante su gestión ocuparon cargos importantes. Dos de ellos eran vicarios generales y el tercero, vicario episcopal y rector del seminario. Hoy, ninguno de los tres ostenta un alto cargo. Fueron asignados a parroquias barriales e, incluso, a otros pueblos.
Juan José Manzano fue vicario general de la diócesis de Orán mientras Zanchetta fue obispo. Oriundo de Orán, conoce en profundidad la comunidad. Entre otros cambios que se introdujeron con la llegada del nuevo obispo, Luis Scozzina, se lo asignó como párroco de la iglesia del barrio Patrón Costas. Sentado en una de las bancas de su nueva parroquia, contó cómo fue la denuncia a su entonces superior.
En su relato evidenció que los organismos administrativos de la Iglesia, desde 2015 supieron de las acusaciones que el mismo clero realizó contra Zanchetta. Elevaron informes ante la nunciatura en dos oportunidades: en 2015 y 2017. "En 2015 empezamos a elevar informes, remitimos un soporte digital con fotos selfies del anterior obispo en actitudes obscenas o fuera de lugar. Eso nos preocupó y nos despertó el alerta, también otras inconductas de abuso de poder, como el control de Gendarmería en el que se enojó muchísimo. Nos pareció inapropiado y peligroso", contó Manzano.
Si bien Manzano aseguró que no tiene conocimiento de lo que le llegó al Papa en aquel momento, aseguró que quien recibió esas primeras denuncias, Vincenzo Turturro, secretario de la nunciatura, actuó "fabulosamente" porque el Papa "mandó a llamar" a Zanchetta.
"Él se justifica diciendo que le habían hackeado el celular, que había gente que sabiendo de su cercanía quería dañar la imagen del Papa y volvió muy mejorado", relató Manzano. "Le habrá dicho a Francisco: mire padre yo le prometo que esto se arregla, qué se yo", agregó el religioso.
Luego de un tiempo, los vicarios vieron nuevas actitudes llamativas de Zanchetta "como pedir que algún seminarista lo acompañe cuando visitaba las parroquias con prohibición de avisarle al rector; tratar de estar muy presente en el seminario, cayendo a cada rato y en cualquier hora; promoviendo un estilo mundano de jóvenes". "El rector del seminario comenzó a investigar y advirtió acosos y conductas inadecuadas", indicó Manzano que si bien evitó hablar de abusos porque no le constan, aseveró que el rector le "contó de abusos sexuales y que habían sucedido cosas que le parecían graves".
Según el exvicario, en mayo - junio de 2017 la nunciatura les pidió informes, que cada uno de los sacerdotes elaboró. Ese segundo informe fue más "sustancioso, más importante, con pruebas, con testimonios más contundentes con cuestiones de algunos chicos que por ahí cuentan algo", según aseguró Manzano.
Ante esta segunda acusación, el religioso indicó que Zanchetta regresó a Roma para hablar con el Papa. "Él le dice: sí padre estoy enfermo y necesito tratamiento, yo presento la renuncia. El Papa dice: te vamos a dar tratamiento y me parece que no podés gobernar nada. Vino y renunció", describió. Luego, según señaló, Zanchetta fue a España para un tratamiento que "no se podía hacer acá".
En la misma línea con otras fuentes que consideraron que los sacerdotes que acusaron a Zanchetta lograron que la situación no "pase a mayores", Manzano manifestó: "Hemos tratado de evitar el mayor daño. Yo insisto, tenés el jefe que está enfermísimo y tenés que cuidar a los chicos. Al que le tocó esa tarea hizo un laburo fabuloso de estar cerca, de evitar cualquier cosa y de permanentemente pedir auxilio a los superiores y se actuó, gracias a Dios. Cuesta, no suponés que un obispo te va a venir así".
Manzano defendió el traslado de Zanchetta al Vaticano. Señaló que es el lugar desde donde el Papa “lo puede controlar” y que “lo tiene al lado de su casa de Santa Marta”.
Además, el cura confirmó que el cargo de asesor en la inmobiliaria del Vaticano fue creado para Zanchetta. “Le inventó un cargo de asesor que nunca existió. Lo retira plenamente del contacto con la gente y lo pone a laburar en una oficina de mala muerte mientras sigue el tratamiento psicológico”, dijo.
El testimonio pone en crisis la credibilidad del Papa en su lucha contra los abusos. Pero Manzano aseguró que Francisco fue una “víctima más”. “Creo que hasta el Santo Padre es víctima de este tipo. Es un sociópata, manipulador. Al que fue su padre espiritual... él se confesaba con su Santidad cuando era cardenal. Eran muy amigos”, detalló.
El sacerdote además aseguró que el Papa fue “verseado” por Zanchetta cuando estaba en Quilmes, para conseguir ser obispo. “Estas denuncias que dicen que hay en Quilmes, te aseguro que no le llegan nada al Santo Padre. Cuando necesitábamos obispo, Zanchetta aprovechó que había estado en Orán. Entonces el Santo Padre dijo: ¿a quién puedo poner que lo conozca, que lo quiera? Y vaya a saber qué le dijo”.
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