Nada de adamismos.
Artículo de agencia SIR, Nov-26-2018. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Papa Francisco: Card. Bassetti, “su pontificado no es una tempestad, sino un hecho de época y profético”
26 de noviembre de 2018
“El Papa Francisco lucha contra una Iglesia clerical, porque el clericalismo es lo opuesto al Evangelio, a la comunión. Cuando Jesús escuchó hablar de poder y del Reino de Dios sobre la tierra, tomó un delantal y fue a lavar los pies, un gesto que provocó gran escándalo porque solo lo hacían los esclavos. El poder de la Iglesia es el de cuidar con ternura y misericordia aquello que se le ha confiado, el cuidado de la humanidad, sobre todo de la parte más pobre, oprimida, indefensa. Esto es lo que Francisco nos exhorta a hacer”. Lo dijo el cardenal Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Città della Pieve y presidente del CEI, respondiendo a las preguntas de los participantes en el encuentro “El Papa Francisco entre la profecía y la resistencia”, promovido por el Instituto Conestabile-Piastrelli de Perugia, en los estos días, en el Oratorio de la Annunziata. El card. Bassetti ha desarrollado su presentación del “Papa venido del fin del mundo” sobre “cuatro elementos fundamentales de reflexión”: el “Papa de Aparecida”, la “simplicidad” evangélica, los “pobres” de las periferias, el “poder del mundo contemporáneo”. Este último aspecto “ha atraído sobre al Papa muchas críticas por haber entrado en los mecanismos de las finanzas y de la economía del planeta”. Hablando de Francisco, el cardenal enfatizó su capacidad de “ver lo invisible, es decir, el desperdicio humano de la globalización de la indiferencia”. “Una nueva historia se ha iniciado para la Iglesia y para el papado. Porque en mi opinión de esto se trata: este pontificado no es un simple paréntesis histórico, sino que marca un paso excepcional de época —ha evidenciado el cardenal—. El pontificado del Papa Francisco no es una tormenta, es un hecho de época y profético, del cual podremos recoger los frutos auténticos dentro de algunos años cuando ya este mundo en transición no exista más el ‘cambio de época’ evocado por el Santo Padre será una realidad concreta”.