Friday, November 23, 2018

Osamentas encontradas en Nunciatura romana datan de antes de 1964

Información de agencia ANSA, Nov-23-2018.

(ANSA) - ROMA, 23 NOV - Los restos óseos hallados en una dependencia de la Nunciatura Apostólica de Roma tienen una datación anterior a 1964, revelaron los primeros análisis en el ámbito de una investigacion de la Fiscalía de la capital italiana.

Por lo tanto no pueden pertenecer ni a Emanuela Orlandi o a Mirella Gregori, ambas jóvenes desaparecidas en recordados casos en Roma en 1983.

De hecho los huesos hallados corresponden a un hombre, revelaron los exámenes científicos, que pudieron aislar ADN inutilizable para una comparación, por el deterioro, pero que presenta el cromosoma que caracteriza al sexo masculino.

El descubrimiento en la Nunciatura vaticana de la calle Po se produjo a fines del pasado mes de octubre, siendo confirmado el 30 de dicho mes por una nota de la Sala de Prensa de la Santa Sede. Emanuela Orlandi, la hija quinceañera de un empleado del Vaticano había desaparecido el 22 de junio de 1983 y Mirella Gregori, otra jovencita, durante el mismo año, por lo que las sospechas de los investigadores se vincularon con ellas.

Los primeros resultados de la datación de huesos se realizaron sobre restos de calota craneana y del radio del antebrazo, con el método de carbono 14 por parte de un laboratorio especializado de Caserta.

Entrevista con el Padre Hans Zollner respecto del comité de organización para el próximo encuentro de Febrero sobre el abuso

Por la celeridad con que ha aparecido esta entrevista y ha sido traducida, es apenas de inferir que fue concedida antes de que publicara hoy la composición del comité organizador de la cumbre de Febrero con los presidentes de las conferencias episcopales sobre el abuso. Además, si se fijan bien en ella, es una manera de abrir el paragüas antes de que llueva, lo señalamos en el punto concreto de la suspicacia que ha surgido por la exclusión de dicho comité del card. Seán O'Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores. Fíjense bien las alusiones que sobre él aparecen en esta entrevista.

La entrevista aparece en la edición semanal en español de L'Osservatore Romano, Nov-23-2018, pág. 8.

Padre Zollner en una entrevista sobre el comité de organización para el próximo encuentro de febrero
En espíritu de oración y penitencia

«Tanto los abusos como su cobertura ya no pueden ser tolerados»: es la firme conciencia que ha impulsado al Papa Francisco a convocar en el Vaticano el encuentro sobre la protección de los menores en la Iglesia, programado del 21 al 24 de febrero de 2019. Lo recuerda el jesuita Hans Zollner, miembro de la Comisión pontificia para la tutela de los menores, al que el Pontífice ha confiado el cargo de referente del comité organizativo instituido en vista de la cita del próximo año. En esta entrevista, el padre Zollner subraya en particular la dimensión «sinodal» del encuentro — en el que participarán, junto con el papa, los representantes del episcopado mundial, de la Curia romana, de los religiosos y de las religiosas — y subraya que «una buena organización de la reunión ayudará a mantener juntos el análisis, la conciencia, la vergüenza, el arrepentimiento, la oración y el discernimiento sobre las acciones que deben emprenderse y las decisiones que deben tomarse en la justicia y la verdad».

¿Cuál es la finalidad del Comité?

Cada cosa hay que prepararla. Y para preparar bien las cosas es necesario alguno que lleve esta tarea a cuestas. El encuentro de febrero es una cita importante, muy importante para la Iglesia. Es necesario prepararlo bien involucrando desde ahora a todas las Conferencias Episcopales. Es necesario compartir de inmediato las informaciones, las reflexiones, el espíritu de oración y penitencia y las propuestas de nuevas acciones concretas.Es necesario compartir la conciencia de un camino sinodal, cum Petro et sub Petro. Debemos hacer todo lo que está dentro de nuestras posibilidades, como dijo el Santo Padre en su Carta al Pueblo de Dios, para «generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse». Una buena organización de la reunión ayudará a mantener juntos el análisis, la conciencia, la vergüenza, el arrepentimiento, la oración y el discernimiento sobre las acciones que deben emprenderse y las decisiones que deben tomarse en la justicia y la verdad. También por eso son importantes las consultas que haremos con las víctimas, con grupos de expertos, con laicos, con hombres y mujeres de cultura. Y este trabajo se llevará a cabo en conexión con la Comisión pontificia para la Tutela de los Menores, de la que yo mismo formo parte, presidida por el cardenal O’Malley.

¿En concreto qué harán estos meses que nos separan de la reunión de febrero?

En concreto, el Comité procederá a la reunión del próximo febrero, tanto en términos de logística como de contenido, de acuerdo con las indicaciones dadas por el Santo Padre. También por este motivo, enviaremos un cuestionario a quienes serán invitados a participar. Es importante compartir las experiencias, las dificultades, así como también las posibles soluciones para afrontar este terrible escándalo. Nos parece que, también este modo de proceder, expresa las dimensiones de la sinodalidad tantas veces evocada por el Papa Francisco.

¿Cuál será la estructura del encuentro de febrero?

La estructura prevé una discusión que deberá ser lo más libre y fructífera posible. Y debe ser, al mismo tiempo, de oración y reflexión, de análisis y de propuesta. Pero para que el encuentro sea fructífero, como ya he dicho, consideramos que es muy importante la fase de consultas que iniciaremos de forma inmediata. El Santo Padre aseguró su presencia en las sesiones de trabajo del encuentro, que de alguna manera retomará la experiencia sinodal.

¿Habrá material preparatorio?

Seguramente una de las tareas del Comité es preparar una documentación básica para los participantes para que la reunión de febrero pueda ubicarse dentro del camino que se ha llevado a cabo hasta ahora.

¿Cómo se posiciona la Comisión pontificia para la Tutela de los Menores respecto a este Comité?

Será una relación estrecha de colaboración. El hecho de que yo, miembro de la Comisión pontificia, haya sido llamado a coordinar las actividades del Comité organizativo creo que demuestra precisamente eso y subraya, por parte del Santo Padre, el reconocimiento del trabajo hecho hasta ahora por la Comisión pontificia. Además, el Comité se servirá de la Comisión en la fase de consulta de la que he hablado antes, lo que será crucial para preparar la reunión de febrero de manera adecuada.

Alguno habla de expectativas demasiado altas para el encuentro de febrero, según usted, ¿qué espera el Papa de este encuentro?

Nos damos cuenta de que las expectativas son altas y es comprensible que sea así, dada la gravedad de un escándalo que ha conmocionado y ha herido a tantísimas personas, creyentes y no, en tantos países. Como escribió el Santo Padre en la carta al Pueblo de Dios, «sentimos vergüenza crecuando constatamos que nuestro estilo de vida ha desmentido y desmiente lo que recitamos con nuestra voz. Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas».

La Santa Sede lo ha reafirmado con claridad: «Tanto los abusos como su cobertura ya no pueden ser tolerados y un tratamiento diferente para los obispos que los han cometido o encubierto representa de hecho una forma de clericalismo que jamás será aceptable». Y el Santo Padre, en una decisión sin precedentes, ha convocado la reunión de febrero precisamente porque es consciente de que la protección de los menores es una prioridad fundamental para la Iglesia, para su propia misión y no solo para su credibilidad. Por eso, quiere que la confrontación entre los presidentes de los episcopados y los demás participantes en la reunión sea libre, incondicional, animada por la oración y el espíritu de parresía que le importa de forma particular.

Muchas conferencias episcopales se han reunido en este periodo en sus plenarias y están discutiendo sobre medidas antiabusos. ¿Este trabajo, qué espacio encontrará en la reunión de febrero?

Un espacio fundamental. Como se ha dicho, la fase de consulta comienza ya ahora y servirá precisamente para reunir y armonizar las experiencias de las Conferencias Episcopales de la mejor manera posible. Si el Papa ha convocado a los presidentes de las Conferencias Episcopales, es precisamente para reafirmar lo que cree sobre el valor de la comunión apostólica entre el obispo de Roma y sus hermanos en el episcopado. El Santo Padre está convencido de que la plaga, el «sacrilegio », como lo ha dicho varias veces, de los abusos es un problema que no concierne a un solo país y ciertamente no solo a los países occidentales. Que afecta a todos los países. Que no solo concierne a la Iglesia, sino a las realidades más diversas: escuela, deporte, familia. Eso requiere una respuesta firme y universal, en las especificidades de los contextos y las culturas. Eso nos coloca como creyentes ante el misterio del mal y la necesidad de combatirlo hasta el final, sin vacilaciones. «Si un miembro sufre, todos sufren con él». Realmente, las palabras de san Pablo a los Corintios, que se retoman al inicio de la Carta al Pueblo de Dios, nos hacen comprender el espíritu que ha animado al Papa al convocar este encuentro. Sufrimos juntos y juntos, con la ayuda del Señor, debemos encontrar la cura: «la única manera que tenemos para responder a este mal que viene cobrando tantas vidas es vivirlo como una tarea que nos involucra y compete a todos como Pueblo de Dios. Esta conciencia de sentirnos parte de un pueblo y de una historia común hará posible que reconozcamos nuestros pecados y errores del pasado con una apertura penitencial capaz de dejarse renovar desde dentro» (20 de agosto de 2018).


Entradas Relacionadas: Declaración del Card, Seán O'Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.

Summorum Pontificum: ¿Tienen poder o no los obispos para definir cuántas personas constituyen un coetus fidelium?, responde la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei»



Un sacerdote polaco, Mons. Dawid Pietras, está escribiendo una disertación doctoral titulada “Una forma extraordinaria del rito Romano. Los ritos de la liturgia y la posición legal de las comunidades después del Concilio Vaticano Segundo”, en dicho proceso le han venido surgiendo varias dudas y por ese motivo envió un elenco de 29 preguntas a la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei» con fecha Sep-24-2018. Pues bien, la respuesta con fecha Nov-14-2018 llegó y Mons. Pietras decidió compartirlas con todos (como un acto de caridad, habida cuenta de que los documentos han sido publicados sin omitir los datos sensibles del sacerdote, sugerimos no importunarlo). Traducimos tres de las preguntas con su respectiva respuesta.

17. De acuerdo con las directivas, algunas de las Conferencias Episcopales y los obispos diocesanos tienen el derecho de determinar el tamaño e incluso el tipo de grupo de fieles (coetus fidelium) que puede pedir al sacerdote de la parroquia una celebración permanente de la Misa en una forma extraordinaria. ¿Estas directivas tienen fuerza legal? Estas directivas parecen contradecir el motu. Proprio Summorum Pontificum. En la Instrucción Universae Ecclesiae se menciona sobre varias personas o ciertas personas (aliquibus personis) que pueden formar un grupo estable de fieles. También, en la convicción de los canonistas, el tamaño del grupo, el cual no está definido específicamente, se basa sobre el principio tres faciunt colegium (c. 115 § 2 CIC), así que 3 personas son suficientes para crear un coetus fidelium. Adicionalmente, la introducción de un número mayor por parte de los obispos puede obstaculizar el Motu Proprio papal y hacer la liturgia más difícil para los fieles.

R. La pregunta es demasiado general. Las directivas particulares deben ser examinadas sobre una base de caso-por-caso.

18. ¿Tienen fuerza legal las directivas de las Conferencias Episcopales u Obispos diocesanos, en las cuales la decisión de permitir una celebración permanente de la Misa en la forma extraordinaria se confía no al párroco sino al obispo diocesano en una situación donde fieles de diversas parroquias crean coetus fidelium? Esta directiva parece contradecir el Motu Proprio Summorum Pontificum. En la Instrucción Universae Ecclesiae publicada 3 años después de la publicación de las líneas guía de las Conferencias Episcopales, se especificó que el coetus fidelium puede ser creado por creyentes de varias parroquias e incluso diócesis (No. 15).

R. Se deben seguir los artículos 5, 7 & 8 del Motu Proprio Summorum Pontificum.

19. ¿Tienen fuerza legal las directivas de las Conferencias Episcopales u Obispos diocesanos, según las cuales la Misa en forma extraordinaria no puede reemplazar en absoluto la Misa celebrada en la [forma] ordinaria? En el motu Proprio Summorum Pontificum y en la Instrucción Universiae Ecclesiae, no existe tal regulación, y tal directiva parece restringir el Motu Proprio papal. Además, a partir de los documentos, parece que el párroco debe evaluar la situación y fijar un tiempo fijo para la celebración de la Misa en la forma extraordinaria, después de informar a los fieles al respecto.

R. Ver respuesta a la pregunta 17.


Actualización Nov-29-2018: La Asociación Litúrgica Magnificat de Chile publicó ayer una traducción al español de los dos documentos objeto de esta entrada.

Encuentro del Prefecto de la CDF con el nuevo Superior General de la FSSPX/SSPX

Desde que el card. Ladaria había sido nombrado hace año y medio prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei», no había tenido ningún tipo de encuentro con miembros de la FSSPX/SSPX. Mientras tanto, fue escogido un nuevo Superior General en la FSSPX/SSPX, y así iban las cosas. Extraoficialmente (aquí y aquí) se supo ayer de una reunión del nuevo Superior General con el card. Ladaria, pero hoy la propia FSSPX/SSPX ha emitido un comunicado oficial. Como al momento de redactar esta entrada contabamos solamente con la versión original en francés, tomamos una traducción en español proporcionada por Non Possumus (ir bajo su responsabilidad).

Comunicado de la Casa general de la Fraternidad de San Pío X sobre el encuentro entre el cardenal Ladaria y el padre Pagliarani, 22 de noviembre de 2018

El jueves 22 de noviembre de 2018, el Padre Davide Pagliarani, Superior General de la Fraternidad de San Pío X, viajó a Roma por invitación del Cardenal Luis Ladaria Ferrer, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue acompañado por el padre Emmanuel du Chalard. El cardenal Ladaria fue asistido por Mons. Guido Pozzo, secretario de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei".

La entrevista se llevó a cabo en las oficinas de la Congregación para la Doctrina de la Fe de LAS 16:30 a las 18:30. Su objeto fue permitir que el Cardenal Ladaria y el Padre Pagliarani se reunieran por primera vez y hacer un balance de las relaciones entre la Santa Sede y la Sociedad de San Pío X, después de la elección de su nuevo Superior General en julio pasado.

Durante la reunión con las autoridades romanas, él recordó que el problema básico es ciertamente doctrinal, y que ni la Fraternidad ni Roma pueden eludirlo. Debido a esta irreductible divergencia doctrinal, cualquier intento de desarrollar un borrador de una declaración doctrinal aceptable para ambas partes no ha tenido éxito durante siete años. Por eso la cuestión doctrinal sigue siendo absolutamente primordial.

La Santa Sede no dice algo distinto cuando afirma solemnemente que el establecimiento de un estatus jurídico para la Fraternidad podrá hacerse sólo después de la firma de un documento de carácter doctrinal.

Todo lleva a la fraternidad a reanudar la discusión teológica, consciente de que el buen Dios no necesariamente le pide que convenza a sus interlocutores, sino que presente a la Iglesia el testimonio incondicional de fe.

El futuro de la fraternidad está en manos de la Providencia y la Santísima Virgen María, como lo demuestra toda su historia, desde su fundación hasta nuestros días.

Los miembros de la Sociedad no quieren nada más que servir a la Iglesia y colaborar eficazmente a su regeneración, hasta el punto de dar su vida por su triunfo, si es necesario. Pero no pueden elegir el modo, los términos o el tiempo de algo que pertenece sólo a Dios.

Menzingen, 23 de noviembre de 2018

Nombrado comité organizador de la cumbre de Febrero con presidentes de Conferencias Epicopales sobre el abuso, excluido el card. Seán O'Malley


La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha emitiod hoy el siguiente comunicado.

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 23.11.2018

El Santo Padre ha indicado como miembros del Comité Organizador del encuentro "La protección de los menores en la Iglesia", que tendrá lugar en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019, al cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago (EE. UU.), al cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India) y presidente de la Conferencia Episcopal de India, a S.E. Mons. Charles Scicluna, arzobispo de Malta y subsecretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al reverendo padre Hans Zollner, SJ, presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana y miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, designándolo como el referente de dicho comité.

En la reunión, que contará con la presencia de Su Santidad, participarán los Jefes de las Iglesias Católicas Orientales, los Superiores de la Secretaría de Estado, los Prefectos de las Congregaciones para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para el Clero, para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, los Presidentes de las Conferencias Episcopales y los Representantes de la Unión de Superiores Generales y de la Unión Internacional de Superiores Generales.

En los trabajos preparatorio de la reunión participarán, entre otros, la Dra. Gabriella Gambino, Subsecretaria de la Sección Vida, y la Dra. Linda Ghisoni, Subsecretaria de la Sección Fieles Laicos, del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores y algunas víctimas de abusos por parte del clero.

Como pueden imaginar, es bastente desalentadora la presencia del Card. Blase J. Cupich, de quien se dijo preparó con antelación, junto con el Card. Wuerl, antes de que los obispos de EE.UU. se reunieran en asamblea recientemente en Baltimore, una propuesta alternativa para evitar la creación de una comisión investigadora independiente compuesta por laicos. El card. Cupich negó que su propuesta haya sido preparada con antelación, lo cierto es que el Vaticano bloqueó la intención de los obispos de EE.UU. de crear dicha comisión independiente y casi inmediatamente el card. Cupich sacó de la chistera su propuesta, no preparada de antemano, la cual es la que vemos presumiblemente se va a imponer, máxime ahora que uno de sus creadores, el propio card. Cupich, ha sido premiado con su designación como miembro de este comité organizador.

Los medios de comunicación, especialmente los gringos, una vez conocidos los miembros de este comité organizador, no han podido dejar de notar la exclusión del Card. Seán O'Malley, Arzobispo de Boston y presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.

El card. O'Malley, cuando se conoció el bloqueo ejercido por el Vaticano a la intención de los obispos de EE.UU. de crear una comisión independiente, emitió una declaración en la que reiteraba su compromiso personal de tolerancia cero con los abusos cometidos por parte de miembros del clero. Algo parecido sucedió en Enero de este año cuando, en aquel entonces, Francisco durante su visita a Chile fue abordado por periodistas respecto al caso del obispo de Osorno, Juan Barros, para quien Francisco tuvo palabras de respaldo cuasidesafiantes. Inmediatamente después, el card. O'Malley publicó una declaración crítica de Francisco por sus palabras de apoyo.

Y no es que estemos afirmanco que al card. O'Malley le estén cobrando estas salidas, pero la coincidencia sí es mucha y por lo menos es, digamos, sugerente.


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