Sunday, October 14, 2018

Los que han engañado a Francisco


Esta es la versión en español de la columna de Sandro Magister publicada hoy en la revista L'Espresso (con algunas adaptaciones para procurar ceñirnos al original en italiano).

Los que han engañado al Papa Francisco

Bergoglio quiere reformar la Iglesia, pero ha apostado por personas de las que debería primero librarse

Sandro Magister


El ex cardenal Theodore McCarrick no es la única persona equivocada por la que apostó Francisco. Porque se pueden señalar al menos tres, en los niveles altos de la jerarquía, cada una atada con doble hilo a los cambios que este Papa quiere introducir en la Iglesia.

De McCarrick también Francisco conocía desde hace tiempo su mala conducta, su cortejo de jóvenes y de seminaristas llevados de paseo y después a la cama. Y sin embargo lo mantuvo firme hasta el final como su primer consejero en los nombramientos que tenían por objetivo derribar las relaciones de fuerza entre los obispos de Estados Unidos, para beneficio del ala progresista. Blaise Cupich en Chicago, Joseph Tobin en Newark, Kevin Farrell como presidente del Dicasterio vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida, promovidos rápidamente a cardenales también por Francisco, son los tres de la camada de McCarrick, milagrosamente en carrera gracias a él, aunque hoy corren el riesgo de ser dañados también ellos por la caída de su deidad tutelar, a quien hace pocos meses ni siquiera Francisco pudo defender más, después que saliera a la luz también un lejano abuso sexual suyo en perjuicio de un menor.

También está el cardenal belga Godfried Danneels, uno que presume haber sido el promotor de la elección a Papa de Jorge Mario Bergoglio, junto a esa “mafia de San Galo", tal como él mismo la definió, que reunió periódicamente en esa ciudad suiza a la crema de los cardenales hostiles a Juan Pablo II y Benedicto XVI. En los dos Sínodos sobre la Familia, del 2014 y del 2015, el papa Francisco puso ambas veces en el primer lugar de la lista de sus invitados precisamente a Danneels, porque era partidario de esa “apertura” a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, es decir, en la práctica a la admisión del divorcio y de las segundas nupcias, que Francisco quería abrir a toda costa, como después hizo con la exhortación postsinodal "Amoris laetitia". Pero ni siquiera Danneels es ese espejo de virtud que los elogios ostentosos de Bergoglio hacían imaginar. En el 2010 fue de dominio público en Bélgica el audio grabado con consejos dados por él de mantenerse callado y de no denunciar a un joven que era su sobrino y víctima sexual del entonces obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, su amigo y protegido.

Después está también el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, salpicado desde hace tiempo por graves acusaciones de malversaciones financieras ya indagadas por una visita apostólica en su diócesis y cuyo obispo auxiliar y discípulo Juan José Pineda Fasquelle ha sido removido el pasado 20 de julio a causa de continuas prácticas homosexuales con sus seminaristas. Pero el papa Francisco sigue confiándole la coordinación del “C9”, el concejo de los nueve cardenales que lo ayudan en el gobierno de la Iglesia universal.

No sólo eso. El pasado 15 de agosto el papa Francisco nombró en el rol clave de sustituto de la Secretaría de Estado al arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, ex consejero de la nunciatura en Honduras entre el 2002 y el 2005, muy ligado a Maradiaga y Pineda, de quien propició en el 2005 el nombramiento como obispo auxiliar de Tegucigalpa.

Y también, pero no último, está monseñor Battista Ricca. Que no es cardenal, pero de todos modos es el emblema de la secretaría personal que Bergoglio se ha construido en torno a sí, paralela y con frecuencia alternativa a las oficinas de la curia. En el organigrama de la Secretaría de Estado Ricca figura como consejero diplomático de primera clase, pero cuando trabajaba en la diplomacia y operaba en el campo brilló por los escándalos que sembró. Especialmente en Uruguay, donde convivió en la nunciatura con su amante traído desde Suiza, su anterior etapa en su carrera. Francisco lo sabe, pero promovió a Ricca a prelado del IOR, el “banco” vaticano, y lo tiene en su puesto también como director de la Casa Santa Marta, su residencia. Y a quien le ha preguntado por qué, respondió: “¿Quién soy yo para juzgarlo?”.

En síntesis, Francisco quiere reformar la Iglesia, pero apuesta precisamente por personas de las que primero debería liberarse, si realmente quiere una Iglesia restablecida y limpia.

El santo que une a las antípodas...¡en su contra!


En honor a la Santísima Trinidad,
para exaltación de la fe católica
y crecimiento de la vida cristiana,
con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo,
de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
y la Nuestra,
después de haber reflexionado largamente,
invocando muchas veces la ayuda divina
y oído el parecer
de numerosos hermanos en el episcopado,
declaramos y definimos Santos
a los Beatos
Paulo VI,
Oscar Arnulfo Romero Galdámez,
Francisco Spinelli,
Vincenzo Romano,
María Caterina Kasper,
Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús March Mesa
y Nunzio Sulpricio
y los inscribimos en el Catálogo de los Santos,
y establecemos que en toda la Iglesia
sean devotamente honrados entre los Santos.
En el nombre del Padre y del Hijo
Y del Espíritu Santo.
Ad honorem Sanctæ et Individæ Trinitatis,
ad exaltationem fidei catholicæ
et vitæ christianæ incrementum,
auctoritate Domini nostri lesu Christi,
beatorum Apostolorum Petri et Pauli ac Nostra,
matura deliberatione præhabita
et divina ope sæpius implorata,
ac de plurimorum Fratrum Nostrorum consilio,
Beatos
Paulum VI,
Ansgarium Arnolfum Romero Galdámez,
Franciscum Spinelli,
Vincentium Romano,
Mariam Catharinam Kasper,
Nazariam Ignatiam a Sancta Teresia a Iesu March Mesa
et Nuntium Sulprizio
Sanctos esse decernimus et definimus,
ac Sanctorum Catalogo adscribimus,
statuentes eos in universa Ecclesia
inter Sanctos pia devotione recoli debere.
In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.

Tal la fórmula pronunciada hoy por Francisco con la que canonizó a siete beatos.

En el caso del primero de ellos, curiosamente y por motivos yuxtapuestos, las críticas respecto a su canonización logran poner del mismo lado a las antípodas. Así lo vimos en un artículo (ensayo o más bien, manifiesto) que publicó el pasado Viernes la organización anticatólica “We are Church” (“somos Iglesia”), en el cual se dicen abiertamente contrarios a su canonización (ahora consumada), visto que el Pontífice no les parece lo suficientemente liberal como hubieran querido.

Y exactamente por motivos contrarios, el Pontífice fue demasiado liberal, es por lo que la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (vulgarmente denominados como “lefebvrianos” o “lefebvristas”), publicó ayer un comunicado en el que reiteran “sus más serias reservas”.

¡Y eso que no hemos hablado del segundo canonizado!

Francisco visita a Benedicto en la víspera de la canonización de siete beatos

Así lo informó ayer la Oficina de Prensa de la Santa Sede (sin fotos ni video, traducción propia, el texto original en italiano aparece entre corchetes).

La noche de este sábado 13 de octubre, el Papa Francisco visitó el monasterio “Mater Ecclesiae para visitar al Papa Emérito Benedicto XVI en vísperas de la Canonización de Pablo VI, Óscar Romero y otros cinco beatos. Benedicto XVI fue creado Cardenal por Pablo VI en su último Consistorio, el 27 de junio de 1977.

[Stasera il Santo Padre Francesco si è recato al Monastero Mater Ecclesiae a trovare il Papa Emerito alla vigilia della Canonizzazione di Paolo VI, Oscar Romero e altri cinque beati. Benedetto XVI è stato creato Cardinale da Paolo VI nel suo ultimo Concistoro il 27 giugno 1977.]