“Mi hermano Joseph tiene una enfermedad paralizante”, palabras que Mons. Georg Ratzinger dijo en Febrero de 2018 durante una entrevista a un medio alemán agregando, “lo que preocupa es que la parálisis pueda llegar al corazón”. Inmediatamente la Oficina de Prensa de la Santa Sede salió a desmentir: “Las presuntas noticias de una enfermedad paralizante o degenerativa son falsas” (ver aquí).
La edición actual de la revista brasileña Veja ha regresado sobre el asunto en un artículo titulado “El martirio de Benedicto XVI”, afirmando que “ya antes de su salida, el papa sufría los síntomas de Parkinson, dolencia que puede haber contribuido para su decisión”.
“Veja revela con exclusividad después de oir el testimonio de integrantes de Iglesia próximos al actual papa emérito: Benedicto XVI sufre de Parkinson, y ya sentía señales de la dolencia cuando renunció”, se lee en otro aparte del artículo.
“Las fuentes de VEJA, que pidieron anonimato por no estar autorizadas a hablar públicamente sobre la salud del papa emérito, cuentan que su rutina está más limitada en razón de la enfermedad”, sigue más adelante el artículo.
Luego de hacer un contexto sobre los antecedentes que respaldarían las afirmaciones de la revista, concluyen en su último párrafo:
La transparencia no es lo fuerte en la comunicación del Vaticano. Uno de los ejemplos más emblemáticos se dio en los últimos días del papado de Juan Pablo II, muerto en 2005, debido a complicaciones también de Parkinson. La enfermedad maltrataba el cuerpo del pontífice polaco desde 1996, pero sólo sería nombrada en 2001, por su médico personal, en una entrevista con la revista italiana Oggi. En la época, el Parkinson ya estaba tan avanzado que Juan Pablo II apenas podía mover el brazo izquierdo y levantar la cabeza. El Papa murió sin que la Santa Sede hubiera confirmado oficialmente su condición. Pasada más de una década, al cuestionar la prensa del Vaticano sobre la enfermedad de Benedicto XVI, VEJA obtuvo la siguiente respuesta: “El papa emérito está bien. Su ‘dolencia’son sus 91 años”.