Sunday, September 09, 2018

Francisco ordenó investigación interna para responder a Viganò. Silencio estratégico a punto de terminar


El estratégico silencio autoimpuesto por Francisco en relación al “testimonio” Viganò estaría por terminar, Francisco ha ordenado una investigación interna para responderle, aunque no solemente a él, según dice hoy Il Fatto Quotidiano.

Esta la esencia del artículo.

Jorge Mario Bergoglio ha ordenado una investigación interna para reconstruir la cadena de mando que ha permitido al ex-cardenal Theodore Edgar McCarrick, molestador serial, actuar imperturbado y abusar de jóvenes seminaristas por más de veinte años. Así el Papa intenta responder al informe con solicitud de renuncia incorporada —por las presuntas coberturas de McCarrick— firmado por Carlo Maria Viganò, exnuncio apostólico en Washington. Francisco se impuso un artefacto silencio sobre Viganò para planificar —y la Santa Sede lo confirma— una reacción sólida con cartas, fechas, nombres, que se reserva utilizar en público y sobre todo en el Vaticano. “Todos los días estalla una bomba que desorienta a los fieles. Los que detestan al Papa ya trabajan para la sucesión”, dice un colaborador de Francisco.

Y si se suma ello a lo dicho en nuestra entrada inmediatamente anterior...

El Mossad vaticano en busqueda de Mons. Viganò. Vértice de cardenales gringos a reunirse con Francisco

Dos informaciones para actualizar el caso desatado por el ahora famoso “testimonio” Viganò.

El primero proviene de Church Militant, Sep-07-2018. Dice el aparte fundamental

Según fuentes en el Vaticano, la Secretaría de Estado de la Santa Sede —bajo la dirección del cardenal Pietro Parolin— comunicó a sus servicios de seguridad internos y externos que utilicen sus “recursos de inteligencia” para localizar el paradero físico de Mons. Viganò. Esta solicitud ha sido comunicada no solo para evitar más daños impredecibles a la imagen del Papa Francisco y de la Santa Sede en el escenario mundial, sino también para “preparar el terreno” para que el ex nuncio apostólico convertido en denunciante sea procesado por presuntos delitos múltiples contra el Vaticano y la ley de la Iglesia.

La urgencia con la cual se busca la ubicación de Mons. Viganò es tanto más palpable ya que, de acuerdo con el canon 1507 del Código de Derecho Canónico y otras normas procesales y penales de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, Mons. Viganò no puede ser procesado o incluso castigado a menos que primero se le dé la oportunidad de ser notificado oficialmente por escrito de los delitos canónicos y vaticanos específicos que se alega han cometido y se le dé la oportunidad de defenderse de ellos.

[...]

Como informó por primera vez el bien informado Barón Roberto de Mattei (Corrispondenza Romana, 5 de septiembre), se dice que cargos criminales están siendo investigados y redactados en un libellus accusatorius (demanda penal canónica) porque presuntamente Viganò habría perjurado por haber filtrado secretos pontificios y otras formas de secreto de Estado en violación de, entre otras normas, la Instrucción Secreta continere sobre el Secreto Pontificio emitida el 4 de febrero de 1974 por el Cardenal Villot, Secretario de Estado del Vaticano.

[...]

Noticias del Vaticano desplegando sus vastos recursos internacionales para rastrear y enjuiciar a Mons. Viganò son consistentes con sus afirmaciones hechas a Aldo Maria Valli en su encuentro final: que Viganò había “comprado un boleto de avión”, que estaba “viajando al extranjero”, que “no podía decir [a Valli] dónde”, que Valli “no debería intentar encontrarlo”, que “su antiguo número celular ya no estará funcionando” y que “se saludaron una última vez”.

Viganò, al despedirse de Valli, parece haber sabido exactamente de lo que son capaces los peores elementos del Vaticano y sus agentes. Esperemos que haya tomado todas las precauciones necesarias para no caer en manos de aquellos que lo desearían dañar.

Pasando a la segunda información, el pasado Ago-27-2018, es decir, al día siguiente de haberse conocido el “testimonio” Viganò, el Presidente de la Conferencia episcopal de EEUU, card. Daniel DiNardo, emitió un comunicado en el que se leía, entre otras: “Estoy ansioso por una audiencia con el Santo Padre”.



Pues bien, dice hoy el periódico Il Tempo en una nota firmada por Luigi Bisignani y destacada como artículo principal, que efectivamente se dará la reunión, que el periódico llama “vértice secreto”, el “lunes 17 [de Septiembre]” de “los cardenales estadounidenses más influyentes que han pedido audiencia con el Papa”.


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