Saturday, August 18, 2018

De la mano de Francisco: Mediante la presente certifíco que la Sra. Sinead O’Connor ha sido excomulgada de la Iglesia desde...


Aparecerse por sorpresa a un matrimonio al que no ha sido invitado para presenciarlo, presenciar por sorpresa un otro matrimonio a 36 mil pies de altura. Francisco podría aprestrase a dar otra de estas sopresas que tanto agradan a la prensa e, hipotéticamente, podría hacerlo en su próximo viaje a Dublín al emitirle de su puño y letra un certificado de excomunión a la artista Sinead O’Connor.

Es la propia interesada la que quiere aprovechar la presencia de Francisco en su país la próxima semana en el Encuentro Mundial de las Familias para obtener de su puño y letra un certificado de que efectivamente se encuentra excomulgada de la Iglesia Católica para poder usarlo para cortejar a raperos por colaboraciones. Así lo comunica en una carta abierta reseñada por el sitio Buzz.ie.

La cantante de “Nothing Compares 2 U”, que rompió una foto del Papa Juan Pablo II durante una aparición en 1992 en el programa de comedia estadounidense Saturday Night Live, le ha pedido al actual pontífice que le conceda una reunión cuando visite su Irlanda natal la próxima semana, y que la expulse oficialmente de la Iglesia Católica.

La cantante, excomulgada desde 2013, afirma que “no tiene pruebas”.

“He pedido varias veces al Vaticano un certificado que podría mostrar orgullosamente a mis nietos para demostrar que Ratzinger y su predecesor me excomulgaron”, afirma la cantante.

“¿Pueden arreglar que lo traigan del avión y tal vez me lo presenten en Croke Park?”

O’Connor considera que el certificado oficial le ayudaría a grabar con Kanye West.

“Todos los músicos codician la etiqueta de advertencia parental, es lo más genial en la industria de la grabación”, bromeó.

Nosotros le podríamos aconsejar a la Sra. O’Connor que podría haber potenciado su requisitoria declarándose “neognóstica”, “autoabsorta prometeica neopelagiana ”, “especialista del logos”, “cristiana con cara de pepinillo en vinagre”, “cristiana rígida”, “esclava de la supeficialidad”, “melancólica” u otro de los tantos “pecados” por los cuales Francisco suele estar excomulgando, al menos en sus dichos, a tantos y tantos, y pedirle que en la tal certificación aparezca uno de esos adjetivos causales.

Y como en el Vaticano están tan preocupados con el tema de las finanzas —ademas para ayudar a pagar las firmas de consultorías financieras contratadas, dignas representantes de “la economía que mata” y que son tan costosas—, podrían contemplar un nuevo modelo de negocios y al modo en que expiden pergaminos con la bendición apostólica, hagan algo parecido para que todo el que quiera siguiendo un proceso semejante obtenga su certificado de excomunión o apostasía.

¡Las oportunidades las pintan calvas!

Card. Errázuriz asegura no estar informado de haber sido excluido del C-9


Este tipo de declaraciones hay que entenderlas en que se trata de que son verdaderas en el estricto sentido (stricto sensu). La concreta declaración que nos ocupa no excluye lo que primero se ha dicho, es decir, cabe la posibilidad de que en efecto Francisco haya decidido excluir al card. Errázuriz de su consejo asesor, solo que él todavía no sabe de forma oficial.

Esta es una información del periódico vespertino La Segunda de Chile, Ago-17-2018, pág. 4 (en la foto, click para ampliar).

Sobre su salida del C9
Cardenal Errázuriz:“No he recibido Ninguna comunicación”


El arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, aseguró esta mañana a La Segunda que hasta ahora “no he recibido ninguna comunicación ni del Santo Padre, ni del Vaticano” respecto a su supuesta salida del Consejo de Cardenales (C9) que, desde septiembre de 2013, está a cargo de la reforma a la curia romana.

Anoche, el sitio online eldiario.es publicó que el Pontífice habría expulsado a dos de los integrantes del C9: el cardenal George Pell, quien actualmente enfrenta un juicio en Australia por presuntos abusos de menores, y, supuestamente, el cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz.

La divulgación de esa nota fue celebrada en redes sociales por víctimas del caso Karadima, quienes responsabilizan al cardenal Errázuriz de haber encubierto algunos de esos delitos.

Sin embargo, Errázuriz recordó que fue el Papa quien “instituyó el consejo para que sea un consejo permanente (…). Evidentemente el consejo es permanente, no los consejeros. No tengo ninguna noticia sobre la fecha de los cambios que un día el Papa va a hacer”.

La nueva cita del C9 está convocada entre el 10 y 12 de septiembre próximo y en ella se continuará afinando el borrador de la nueva constitución apostólica de la Curia Romana, cuyo título tentativo es “Predicate Evangelium”.

De acuerdo a fuentes vaticanistas, la Santa Sede estaría pensando en no renovar a cuatro de los actuales miembros del consejo, de los cuales además de Pell y Errázuriz, ha trascendido el nombre del Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (Congo).

Declaración del Cardenal Seán P. O’Malley, OFM, Cap, sobre reporte de abusos sexuales en Pensilvania



La declaración fue publicada en el sitio de internet de la Arquidiócesis de Boston, Ago-16-2018. Recordamos que nos solamente el Card. O’Malley es el Arzobispo de Boston, sino también Presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, aunque aquí el pronunciamiento es en su primera calidad, es inevitable relacionarlo con la segunda.

Declaración del Cardenal Seán P. O’Malley, OFM, Cap

Arzobispo de Boston

Jueves, 16 agosto 2018.


Hay momentos en que las palabras nos fallan, que capten la profundidad de las abrumadoras situaciones que enfrentamos a veces en la vida. Para la Iglesia Católica en los Estados Unidos, éste es uno de esos momentos.

El reporte final del Gran Jurado de Pensilvania y las vívidas expresiones del horror y el dolor devastador experimentado por los sobrevivientes de los abusos sexuales reportados una vez más desgarran nuestros corazones con lo inimaginable pero que ha sido, al mismo tiempo, la absoluta realidad de quienes han sufrido y continúan sufriendo este dolor. Una vez más escuchamos las crudas experiencias que comparten. Estamos totalmente avergonzados por estos atroces fracasos para proteger a los menores y las personas vulnerables y afirmamos nuestro compromiso de que estos fracasos nunca más se repitan.

Si bien muchos de los que han cometido estos crímenes han sido responsabilizados de una forma u otra por lo que han hecho, aún no hemos establecido en referencia a quienes tienen posición de liderazgo en la Iglesia sistemas claros y transparentes de rendición de cuentas y de las consecuencias de los fallos que han permitido que continúen ocurriendo estos crímenes. La Iglesia debe abrazar la conversión espiritual y exigir transparencia legal y responsabilidad pastoral para todos los que llevan a cabo su misión. Esta transformación no se logra fácilmente, pero en todos los aspectos es imprescindible. La forma en que preparamos a los presbíteros, la forma en que ejercemos el liderazgo pastoral y la forma en que cooperamos con las autoridades civiles; todo esto tiene que ser consistentemente mucho mejor de lo que ha sido hasta el momento.

Como dije anteriormente, hay acciones inmediatas que podemos y debemos hacer. El tiempo corre para todos nosotros que tenemos un liderazgo de la Iglesia. Los católicos y la sociedad civil han perdido la paciencia y la confianza en nosotros. Pero no pierdo de esperanza y no sucumbo en aceptar que nuestros fracasos no pueden corregirse. Como Iglesia tenemos la responsabilidad de ayudar a las personas a no perder la esperanza, como lo hizo Jesús con todos, especialmente en tiempos de gran prueba. Todavía encontramos en la Iglesia signos de mucho bien y bondad, como también en la fe que profesamos, para perder toda la esperanza. A menudo son los propios sobrevivientes quienes, con valentía, nos enseñan que no podemos perder la esperanza.

Aún cuando la Iglesia ha declarado "cero tolerancia" al abuso sexual, comprometiéndose y adoptando programas de defensa y protección para los menores en todas las diócesis del país, la memoria, los recuerdos, la carga que soportan los sobrevivientes y cualquier otro hecho de abuso sexual permanece con la Iglesia. Nunca podemos volvernos complacientes, éste es un trabajo continuo, de por vida, que exige los más altos niveles de atención constantes y una siempre vigilante conciencia.

La crisis que enfrentamos es producto de pecados y fallas clericales. Como Iglesia, la conversión, transparencia y responsabilidad que necesitamos solo es posible con la participación y un liderazgo significativo de los laicos en nuestra Iglesia, hombres y mujeres, personas que pueden aportar su competencia, experiencia y habilidades a la tarea que enfrentamos. Necesitamos la ayuda de los laicos para enfrentar este flagelo en nuestra Iglesia y en nuestro pueblo. Si la Iglesia procede a un reconocimiento profundo de estas realidades, y actúa en consecuencia, el futuro puede brindar la oportunidad de ganarse la confianza y el apoyo de la comunidad de los católicos y de nuestra sociedad. Debemos proceder rápidamente y con un propósito. No hay tiempo que perder."

Arquidiócesis de Boston. Oficina para el Apoyo Pastoral y Protección de Menores.

A todos los sobrevivientes en la Arquidiócesis de Boston que luchan por procesar su dolor y cuyas heridas se abren especialmente con los informes de Pensilvania, sepan que Vivian Soper, directora de la Oficina para el Apoyo Pastoral y Protección de Menores de la Arquidiócesis, junto a sus colegas, están totalmente disponibles para brindarles asistencia. Los invitamos a comunicarse con Vivian al 617-746-5985. Para los sobrevivientes y sus seres queridos, nuevamente debemos pedir disculpas y pedir perdón. Si bien se ha logrado mucho en la protección de los menores con la participación de los laicos, queda mucho por hacer. Estamos comprometidos con el cumplimiento de esta responsabilidad como una prioridad continua para el trabajo y el bien de la Iglesia.