Este es un reporte de agencia Notimex, Ago-15-2018.
Religiosos de EUA critican postura del Papa contra la pena de muerte
Nueva York, 15 Ago (Notimex).- Un grupo de 75 clérigos y estudiosos de la religión, la mayoría de ellos estadunidenses, publicaron un documento en el que critican la decisión del Papa Francisco de declarar la pena de muerte como "inadmisible", y lo urgieron a retractarse.
Difundido este miércoles en la publicación católica First Things, el documento es una reacción a la decisión del Papa Francisco de cambiar el catecismo católico, el documento oficial de enseñanza de la Iglesia, el cual consideraba que la pena de muerte podía usarse en situaciones muy raras, pero ahora quedó vetada.
A principios de agosto, Francisco negó que la pena de muerte pueda ser compatible con la enseñanza católica, al sostener que "la dignidad de la persona no se pierde incluso después de la comisión de crímenes muy graves".
La decisión de Francisco recibió elogios de defensores de derechos humanos, pero un grupo de católicos conservadores deploró la decisión.
El documento publicado este miércoles indicó que la pena de muerte "en principio" no es siempre ilícita, y que por lo tanto no es intrínsecamente inmoral, de acuerdo con la Biblia.
"Aunque ningún católico está obligado a apoyar el uso de la pena de muerte en la práctica, y no todos los que firman (este documento) apoyan su uso, enseñar que la pena capital es siempre e intrínsecamente mala, contradice las Escrituras", expresaron los firmantes.
Señalaron que "la pena de muerte puede ser un medio legítimo para asegurar la justicia retributiva", tal como según los firmantes establece en el pasaje Génesis 9:6, y muchos otros textos bíblicos.
"La legitimidad en principio de la pena capital también es la enseñanza constante del magisterio de la Iglesia durante dos milenios. Contradecir las Escrituras y la tradición en este punto arrojaría dudas sobre la credibilidad del magisterio de la Iglesia en general", consideraron.
Entre los firmantes destacan los sacerdotes George Rutler y Gerald Murray, de la Arquidiócesis de Nueva York, así como Joseph Shaw y Andrew Pinsent, de la Universidad de Oxford, y Thomas Pink, del King's College de Londres.