Información de agencia ANSA, Jul-10-2018. El artículo está basado en un artículo publicado por Avvenire, que a su vez reseña la aparición de un libro fruto de los hallazgos del grupo aquel que estudia la Humanae Vitae, del cual se niega que sea una comisión y menos que sea para reinterpretar la encíclica.
Lean muy entre líneas, para nosotros este es un paso más para efectivamente abrir en el futuro la puerta a los métodos artificiales de anticoncepción.
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 10 JUL - El papa Paulo VI vetó el documento elaborado por un grupo de teólogos que respaldaba el uso de anticonceptivos, a mediados de los años 60, según un nuevo libro de monseñor Gilfredo Marengo.
Después de rechazar la encíclica "De nascendae prolis" (Sobre el nacimiento de los niños), sobre la paternidad "responsable", el pontífice publicó en 1968 su encíclica "Humanae Vitae" (Sobre la vida humana), donde reiteraba el dogma y solo permitía los métodos de regulación natural del embarazo.
El libro de Marengo es el fruto de años de trabajo en los archivos vaticanos: se trata de una investigación histórica sobre la "Humanae Vitae" -la última encíclica de Paulo VI, fechada el 25 de julio de 1968- realizada mediante el examen de los documentos presentes en el Archivo de la Congregación para la Doctrina de la Fe y en el Archivo Secreto Vaticano.
Monseñor Marengo es docente del Pontificio Instituto Juan Pablo II y coordinador de la comisión nombrada por el papa Francisco sobre la "Humanae Vitae". El libro "El nacimiento de una encíclica", visto con anticipación por ANSA, saldrá el jueves 12 de julio editado por la Libreria Editrice Vaticana (LEV).
El autor pudo reconstruir el camino de la preparación de la discutida encíclica de Paulo VI. Francisco en efecto concedió al teólogo, en forma extraordinaria, el acceso a los archivos relativos a "Humanae Vitae", haciendo una excepción a la norma que prevé la apertura de los Archivos de la Santa Sede a los investigadores solo después de 70 años.
"Muchos estaban convencidos de que mantenerse en sintonía con el Concilio -escribe monseñor Marengo refiriéndose al Concilio Vaticano II- exigía introducir cambios radicales en este campo".
"Una vez reconocido el valor en sí del ejercicio responsable de la paternidad, no era razonable hacer coincidir este juicio con el obligar a las parejas al solo uso de métodos naturales: la píldora inhibitoria se consideraba un medio a través del cual el fin de evitar una nueva concepción se alcanzaba respetando las exigencias del amor conyugal y la dignidad del cónyuge".
Era era la idea de los teólogos y especialistas llamados a redactar el texto magisterial, "un unicum en los procedimientos seguidos habitualmente por la Santa Sede".
Pero esa encíclica nunca vio la luz, porque Paulo VI compartió el juicio negativo de la Secretaría de Estado y consideró "más seguro" -como escribe el autor del libro- "mantenerse en un enfoque tradicional".
Firma el prefacio del libro monseñor Pierangelo Sequeri, director del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II, según el cual esta contribución será útil para despejar el terreno de "excesos de superficialidad" que lo obstaculizó.