La Abadía de Buckfast, Gran Bretaña, está cumpliendo sus primeros mil años de fundación, y ese es el motivo por el que el Card. Francis Arinze hace presencia allí. En dicho marco ha concedido una entrevista a Catholic News Service, la agencia noticiosa de los obispos de EEUU, la cual publica el siguiente artículo, May-24-2018, basado en ella (nuestra traducción).
Cardenal: La Comunión no puede ser compartida con los amigos como la cerveza o el pastel
Por Simon Caldwell | Catholic News Service
BUCKFASTLEIGH, Inglaterra (CNS) -- La Sagrada Comunión es exclusiva para católicos en estado de gracia y no es algo que se pueda compartir entre amigos como la cerveza o el pastel, dijo un importante exconsejero de dos papas.
El cardenal nigeriano Francis Arinze dijo que cualquier movimiento para dar un mayor acceso a la Comunión a los católicos divorciados y casados de nuevo y a los cónyuges no católicos de católicos representaba desafíos “serios” a la enseñanza de la iglesia sobre la Eucaristía.
En una entrevista el 23 de Mayo con Catholic News Service, objetó implícitamente las interpretaciones de la exhortación apostólica del Papa Francisco de 2016, “Amoris Laetitia”, que permitió a los católicos divorciados y casados de nuevo que no habían recibido una anulación recibir la Comunión en ciertas circunstancias.
“Si una persona se divorcia y se vuelve a casar (sin que se anule el primer matrimonio), entonces hay un problema”, dijo Arinze, agregando que Jesús enseñó que sus convenios constituían adulterio.
“No somos nosotros los que hicimos esa (enseñanza)”, dijo el cardenal, de 85 años, quien se desempeñó como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y de los Sacramentos bajo San Juan Pablo II y el ahora retirado Papa Benedicto XVI. “Es Cristo quien lo dijo”.
“No podemos ser más misericordiosos que Cristo”, continuó. “Si alguno de nosotros dice que tiene permiso de Cristo para cambiar uno de los puntos principales que Cristo nos dio en el Evangelio, nos gustaría ver ese permiso y también la firma”.
“Puede ver que eso no es posible”, dijo. “Ni siquiera si todos los obispos están de acuerdo, ello no llega a ser así. Es bastante serio, porque toca la fe en la santa Eucaristía y también de que el matrimonio no puede disolverse entre cristianos que han vivido juntos y ningún poder humano puede disolverlo. Es bastante serio”.
En su entrevista en Buckfast Abbey, un monasterio benedictino, Arinze también dijo que compartir la Comunión con los cónyuges protestantes no era una cuestión de hospitalidad.
Dijo que si bien deseaba el bien a otros cristianos, era importante entender que “la Sagrada Eucaristía no es nuestra posesión privada la cual podemos compartir con nuestros amigos”.
“Nuestro té lo es tal y también nuestra botella de cerveza. Esos los podemos compartir con nuestros amigos”, dijo Arinze.
“No es solo que nos deseemos el bien el uno al otro. Después de la Misa Usted puede ir al refectorio y tomar una taza de té e incluso un vaso de cerveza y un poco de pastel. Está bien. Pero la Misa no es como eso”, agregó.
“Es muy importante mirar la doctrina”, dijo. “La celebración eucarística de la Misa no es un servicio ecuménico. No es una reunión de aquellos que creen en Cristo y que inventan una oración para la ocasión, es una celebración de los misterios de Cristo que murió por nosotros en la cruz, quien hizo su cuerpo en pan y su sangre en vino y les dijo a los apóstoles 'hagan esto en memoria mía'”.
“La celebración eucarística de la Misa es la celebración de la comunidad de fe, de los que creen en Cristo, se comunican en la fe, en los sacramentos y en la comunión eclesiástica... la unidad eclesiástica con su pastor, su obispo y el Papa. Es la comunidad que celebra la Santa Eucaristía. Cualquiera que no sea miembro de esa comunidad no encaja en absoluto”, dijo.