Inicialmente quisimos pasar en blanco al respecto, pero no se pudo por lo que van a observar. Nos referimos a una entrevista telefónica que Juan Carlos Cruz —una de las víctimas del sacerdote chileno Karadima, recibido por Francisco y por ello ha cobrado notoriedad— concedió al periódico español El País (versión web aparecida en May-19-2018 y en impreso May-20-2018, esta última en versión editada y sin la parte que nos atañe) en la que dijo lo siguiente:
P. ¿Hablaron de su homosexualidad y como le hicieron sufrir más por eso?
R. Sí, hablamos. A él le habían dicho prácticamente que yo era un perverso. Ahí le expliqué que yo no soy la reencarnación de San Luis Gonzaga pero no soy una mala persona, trato de no hacerle daño a nadie. Me dijo “Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”.
De eso han pasado más de 48 horas y nadie representativo, menos el directamente aludido, ha salido a desmentir y/o corregir. Algo parecido como suele suceder con las palabras que Eugenio Scalfari pone en boca de Francisco ó, más recientemente, cuando una religiosa progresista argentina puso en su boca palabras sobre métodos de anticoncepción. Nadie dice nada. En este caso concreto, al ser consultado el Vaticano, contundentemente se han negado a decir algo porque dizque se trata de una conversación privada del Pontífice.
Y es allí donde la bola de nieve comienza a hacerse grande y queda imposible no notarlo. Por ej., el periódico británico The Guardian no tardó en reportar esos dichos en un artículo; para después publicar una columna en la que se alaba la importancia de que Francisco haya dicho lo que dicen que dijo.
Más aún, hoy el mismo Cruz se ha ratificado en lo que dijo a El País. Lo ha hecho con CNN.
Las agrupaciones y organizaciones que hacen lobby homosexual se regodean y toman ventaja de ello. Por ej., el sitio Gay.it, al cual no vamos a enlazar, señala: “Desde Chile llegó una extraordinaria apertura de Francisco sobre la homosexualidad: somos así como fruto del proyecto de Dios”. Para concluir: “El Vaticano no comentó las presuntas palabras de Francisco, ningún pontífice había hablado nunca de modo tan explícito de aceptación de la homosexualidad”.
Obviamente las agencias noticiosas reportan ello, y esa información es con la que se va quedar ese gran cúmulo de católicos rasos. Ver por ej., Associated Press.
¿Y qué podemos decir? A lo mejor esa es otra de las tales “sorpresas del Espíritu Santo” a la que los católicos no debemos resistir...