Sunday, April 15, 2018

“Alfie no puede ser abandonado”, comunicado del Presidente de la Pontificia Academia para la Vida

Al tiempo que Francisco se ha referido hoy después del rezo del Angelus al caso del bebé Alfie Evans, el Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Vincenzo Paglia, ha emitido el siguiente comunicado (nuestra traducción).

PONTIFICIA ACADEMIA
            PRO VITA
              Præses

COMUNICADO DE
MONS VINCENZO PAGLIA
PRESIDENTE DE LA PONTIFICIA ACADEMIA PARA LA VIDA

La historia del pequeño Alfie Evans de Liverpool, de sus jóvenes padres Tom y Kate y de todas las personas que en estos largos y dolorosos meses de enfermedad han trabajado de diversas maneras por el bien de este niño, en estos días se muestra en toda su terrible tragedia.

Rezo por él y por las personas involucradas, e invito a todos a unirse con esta intención delante del Señor de la vida.

Espero firmemente que pueda reabrirse un diálogo y una colaboración entre los padres, comprensiblemente disgustados por el dolor, y las autoridades del hospital en el cuál Alfie ha venido siendo cuidado hasta ahora, para que juntos busquen el bien integral de Alfie y el cuidado de su vida no sea reducido a una disputa legal.

Alfie no puede ser abandonado, Alfie debe ser amado como sus padres, hasta el final.

Ciudad del Vaticano, 15 de abril de 2018

[firma autógrafa de Mons. Paglia]

Francisco se volvió a referir al caso del bebé Alfie Evans


Una alta expectativa tenían los padres, parientes, allegados y en general un amplio espectro de personas sobre un posible pronunciamiento hoy de Francisco sobre el caso del bebé británico Alfie Evans (no abundamos en ello, los medios provida en general han cumplido un buen papel informando al respecto, los remitimos a ellos). Pues bien, el pronunciamiento en efecto se produjo. Hablando después del tradicional rezo del Angelus dominical, dijo el Pontífice (nuestra traducción):

Encomiendo a sus oraciones a las personas, como Vincent Lambert, en Francia, el pequeño Alfie Evans, en Inglaterra, y otros en diferentes países, que viven, a veces durante mucho tiempo, en un estado de enfermedad grave, con asistencia médica para necesidades primarias. Son situaciones delicadas, muy dolorosas y complejas. Oramos para que cada paciente sea siempre respetado en su dignidad y tratado de manera adecuada a su condición, con el acuerdo de los familiares, de los médicos y de los trabajadores de la salud, con gran respeto por la vida.


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