Información de Il Messaggero, Abr-13-2018. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Cardenal Saraiva Martins: Israel presionó para bloquear la beatificación de Pío XII
por Franca Giansoldati
Ciudad del Vaticano - Con unos buenos 1320 entre santos y beatos proclamados durante su permanencia en el vertice de la Congregación de los Santos (y retirado en 2008) José Saraiva Martins es el cardenal de los records. Sin embargo, le queda un gran pesar, no haber tenido la posibilidad de llevar a término el camino de beatificación de Pío XII, en parte debido a las presiones de Israel y la comunidad judía, en contra de esta hipótesis, para frenar el camino para convertir en beato al pontífice que reinó durante la Segunda Guerra Mundial, pero acusado por los judíos de no haber condenado públicamente el Holocausto.
“Busqué hacer todo lo posible y me complace haber llevado la positio del Papa Pacelli al estado de Venerable, cuidando todos los aspectos. Ahora solo esperamos que suceda un milagro y luego el Papa si quiere lo proclamará beato. Finalmente”. Saraiva Martins no oculta el pressing negativo. “Una vez, cuando entonces era prefecto de la Congregación, el embajador israelí ante la Santa Sede quería verme y me expresó sus perplejidades. Él me pidió que lo dejara ir”.
Dudas sobre la reputación de santidad de Pacelli, el cardenal tiene muy pocas. “He estudiado su vida a fondo. Él hizo todo lo posible para ayudar a los judíos y a los perseguidos. El Vaticano estaba lleno y también Castel Gandolfo. Hizo abrir las puertas de los conventos. Lo acusan de haber guardado silencio, pero sin tener en cuenta los efectos que sus palabras habrían tenido en los conventos, en las iglesias, en los monasterios. Hitler lo detestaba. La cuestión debe ser historizada y los documentos deben ser estudiados. Cosa que yo hice y puedo hablar con pleno conocimiento de causa. Pío XII era un santo”.
En los últimos días, el cardenal participó en la presentación del último documento del Papa Francisco sobre la santidad. “He seguido el proceso de más de mil santos en la Congregación. Todos han sido acompañados con la misma atención y cuidado, no existen santos que se prefieran a los demás. El camino es realmente riguroso. Naturalmente cada causa es diferente de la otra, incluso si las normas que se deben respetar son las mismas. Pero una santa que siempre me ha emocionado es la hermana Bakhita, una religiosa sudanesa que en la segunda mitad del siglo XIX fue vendida como esclava y, finalmente, terminó en la casa del cónsul italiano que la ayudó y la hizo llegar a Italia, donde se hizo monja y murió en Veneto en el olor de la santidad. El proceso de los santos o de los beatos siempre pasa por diferentes etapas y el estudio de tres comisiones, una histórica, una teológica y una consulta sanitaria donde participan más de 70 médicos para analizar las curaciones científicamente inexplicables”.