Saturday, January 27, 2018

No tan mediático del viaje apostólico a Perú: Francisco se reunió de nuevo con Gustavo Gutiérrez, engendrador de la Teología de la Liberación


Que si bautizó a una niña con parálisis cerebral, que si en Perú se compensó la asistencia de personas que faltó en Chile, que si el presidente trató de besar el anillo de Francisco pero éste no lo dejo, etc. Muchos fueron los temas que captaron la atención de la reciente visita de Francisco a Perú, hubo otros que pasaron casi inadvertidos, algunos intrascendentes, pero otros bastantes dicientes. En está última categoría se ubica el hecho al cual vamos a referirnos ahora: Francisco en su último día en Perú recibió en la Nunciatura apostólica al engendrador de la Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez. ¿Cómo es que este detalle pasó inadvertido al amplio cubrimiento que se hizo del viaje?, no sabemos, el caso es que el encuentro se dio y así los comunica una de las partes interesadas.

Seguidamente el texto del comunicado de Prensa del Observatorio Socioeclesial, Ene-22-2018.

El Papa Francisco y Gustavo Gutiérrez tuvieron breve encuentro en la Nunciatura Apostólica

El domingo 21, último día de su visita al Perú, el papa Francisco tuvo un encuentro con el P. Gutiérrez quien fue invitado junto a otras personalidades y miembros de movimientos apostólicos a la Nunciatura Apostólica a primera horas de la mañana. En este breve encuentro el Papa le recordó al P. Gutiérrez la última vez que estuvieron juntos en Santa Marta en Roma.

El P. Gustavo Gutiérrez, sacerdote, teólogo y miembro de la Orden Dominica tiene una larga e importante trayectoria tanto por su aporte a la reflexión teológica como por su quehacer pastoral. Su permanente y persistente recuerdo que la opción preferencial por los pobres está en el corazón del mensaje evangélico y del seguimiento de Jesús ha marcado centralmente la reflexión teológica contemporánea en el ámbito mundial.

Este breve encuentro entre el Papa Francisco y el P. Gutiérrez expresan el caminar eclesial que desde el Concilio Vaticano II y la Conferencia Episcopal de Medellín busca regresar a lo más genuino del mensaje evangélico: encontrar el rostro de Cristo en la práctica amorosa hacia los más insignificantes.