Card. Seán P. O'Malley critíca a Francisco por palabras de apoyo a obispo chileno Barros
Todo se basa en una declaración hecha hoy por el Card. Seán P. O'Malley que publica el sitio de internet de la diócesis de Boston. En ella, el card. O'Malley trata de hacer una especie de control de daños por aquellas palabras de apoyo irrestricto de Francisco al obispo de Osorno, Chile, Juan Barros, envuelto en acusasiones de encubrimiento a un sacerdote pederasta. Esta declaración ha resultado en una crítica a Francisco, aunque en manera mitigada. No vayan ahora a salir con que también van a comenzar a llamarlo “díscolo”, como han hecho con otros cardenales.
Este es un despacho al respecto de agencia Associated Press, Ene-20-2018.
Asesor del papa Francisco lo critica por comentario en Chile
Por NICOLE WINDFIELD
LIMA (AP) — El principal asesor de Francisco en materia de abuso sexual clerical criticó el sábado al pontífice porque éste calificó de “calumnias” los reclamos de las víctimas en Chile y dijo que las palabras del papa fueron “fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abuso sexual”.
El cardenal Sean O’ Malley, arzobispo de Boston, dijo a través de un comunicado que no podía explicar por qué Francisco “escogió las palabras particulares que usó” y que tales expresiones tuvieron el efecto de abandonar a las víctimas y relegarlas al “desprestigiado exilio”.
En un esfuerzo extraordinario por controlar los daños, O’ Malley insistió en una declaración donde Francisco “reconoce plenamente los flagrantes fracasos de la iglesia y su clero, que maltrataron a los niños y el impacto devastador que esos crímenes han tenido en los sobrevivientes y sus seres queridos”.
El jueves Francisco desató la ira de varios chilenos al culminar su gira por ese país cuando acusó a las víctimas del mayor sacerdote pedófilo de ese país de haber calumniado a otro obispo, Juan Barros. Las víctimas dicen que Barros sabía del abuso cometido por el cura Fernando Karadima pero nunca lo detuvo o denunció, lo cual es negado por Barros.
“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, allí voy a hablar”, dijo Francisco a periodistas chilenos en la norteña ciudad de Iquique. “No hay ni una sola prueba en contra, todo es calumnia ¿Está claro?“.
Los comentarios sorprendieron a los chilenos, provocaron la reprimenda inmediata de las víctimas y sus defensores y una vez más plantearon la pregunta de si el jesuita argentino de 81 años “entiende” lo que significa el abuso sexual.
El escándalo de Karadima ha devastado la credibilidad de la iglesia católica en Chile y los comentarios de Francisco podrían perseguirlo en el futuro.
La crítica de O’ Malley fue notable, ya que es poco común que un cardenal critique públicamente al Papa. Sin embargo, los comentarios de Francisco eran tan potencialmente tóxicos para el esfuerzo de tantos años del Vaticano para cambiar la marea de abuso sexual clerical y encubrimiento, que el arzobispo estadounidense sintió claramente que tenía que responder.
O’ Malley encabezó el comité para la protección de menores de Francisco hasta que expiró el mes pasado cuando culminó su mandato inicial de tres años. El papa no ha nombrado nuevos miembros, y el futuro del comité sigue siendo incierto.
“Es comprensible que las declaraciones del Papa Francisco... fueron una fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero o cualquier otro perpetrador”, dijo O’ Malley en la declaración. “Palabras que transmiten el mensaje ‘si no pueden probar sus afirmaciones, entonces no se les creerá’“.
Los comentarios de Francisco son problemáticos porque los abusos de Karadima han sido considerados tan creíbles que el Vaticano lo sentenció a una vida de “penitencia y oración” en 2011. Una jueza chilena también encontró que las víctimas eran creíbles pero retiró los cargos criminales en contra de Karadima porque había pasado demasiado tiempo aunque dio cuenta que el cura sí había cometido los abusos.
Funcionarios católicos durante años buscaron desacreditar a las víctimas de abuso acusándolas de calumniar y atacar a la iglesia con sus reclamos, pero muchos en la iglesia y en el Vaticano han llegado a reconocer a regañadientes que las víctimas usualmente decían la verdad y que la iglesia había tratado erróneamente de protegerse satanizando y desacreditando a los más vulnerables de su rebaño.
O’ Malley dijo que no podía abordar completamente el caso Barros porque no conocía los detalles y no estaba involucrado, pero insistió en que el Papa “lo entiende” y se compromete a una “tolerancia cero” contra el abuso.
“Acompañando al Santo Padre en numerosas reuniones con supervivientes, he sido testigo de su dolor por conocer la profundidad y amplitud de las heridas infligidas a los que fueron víctimas de abusos y de que el proceso de recuperación puede durar toda la vida”, dijo.
Las víctimas de Karadima informaron en 2002 a las autoridades eclesiásticas que el cura los besaba y manoseaba en una ostentosa parroquia que dirigía en Santiago. No obstante, sólo en 2010 cuando las acusaciones se hicieron públicas, el Vaticano lanzó una investigación que llevó a la remoción de Karadima.
El arzobispo emérito de Santiago se disculpó posteriormente por haberse negado a creer a las víctimas desde el principio.
Francisco reabrió las heridas del escándalo en 2015 cuando nombró a Barros obispo de la diócesis meridional de Osorno. Su nombramiento indignó a los chilenos, dividió gravemente la diócesis que precedía y socavó aún más la credibilidad de la iglesia en el país.
Sobre el mismo tema informa agencia Reuters, Ene-20-2018.
Emblemático cardenal de EEUU toma distancia de comentarios del Papa sobre abusos
Por Philip Pullella y Caroline Stauffer
TRUJILLO, Perú (Reuters) - Un emblemático cardenal estadounidense tomó distancia el sábado de los comentarios del Papa Francisco sobre un caso de abuso sexual, una señal que subraya las divisiones en la Iglesia Católica sobre cómo tratar las acusaciones.
El cardenal Sean O‘Malley de Boston dijo en un comunicado que “es comprensible” que los comentarios hechos por el Papa el jueves en Chile sean “una fuente de gran dolor para los sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero o cualquier otro perpetrador”.
En respuesta a la pregunta de una periodista sobre las acusaciones contra Juan Barros, un obispo chileno nombrado por el Papa en 2015 y acusado de proteger a un pedófilo, Francisco dijo: “El día que me traigan una prueba contra el Obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia. ¿Está claro?”.
Los comentarios del Papa que parecen desacreditar a los acusadores fueron ampliamente criticados por las víctimas, sus defensores y en editoriales de los principales medios en Chile y Argentina, país natal del primer pontífice latinoamericano.
Barros ha sido acusado de proteger a su antiguo mentor, el padre Fernando Karadima, quien fue encontrado culpable en una investigación del Vaticano en 2011 de abusar de adolescentes durante muchos años. Él niega las acusaciones y Barros dijo que no estaba al tanto de ninguna fechoría. El caso Barros-Karadima ha consternado a Chile durante años.
En su comunicado, O‘Malley dijo que “palabras que transmiten el mensaje ‘si no pueden probar sus afirmaciones, entonces no se les creerá’ abandonan a quienes han sufrido reprobables violaciones a su dignidad humana y relegan a los sobrevivientes al exilio desacreditado”.
La declaración fue aún más notable porque O‘Malley encabezó una comisión papal que aconsejaba al pontífice sobre cómo erradicar el abuso sexual en la Iglesia. El mandato de tres años de la comisión finalizó el mes pasado y su futuro no está claro.
O‘Malley dijo que no podía “hablar por qué el Santo Padre eligió las palabras particulares que usó en ese momento”, pero aseguró que el Papa “reconoce plenamente los atroces errores de la Iglesia y su clero que abusó de niños y el impacto devastador de esos crímenes sobre los sobrevivientes y sus seres queridos”.
Para muchos, el comentario del Papa socavó su reconocimiento público días antes del “dolor y vergüenza” por la violación y el abuso sexual de niños por parte de sacerdotes y de una reunión con víctimas.
Incluso la conservadora prensa escrita de Chile criticó los comentarios del Papa.
En tanto, en una columna del biógrafo papal Sergio Rubin en Clarín, el periódico de mayor circulación en el país natal de Francisco, Argentina, proclamó el viaje a Chile como su peor visita al extranjero en los cinco años transcurridos desde su elección.
Juan Carlos Claret, un portavoz de los católicos críticos de Barros en Osorno, donde sigue siendo obispo, dijo el sábado que estaba preocupado de que las palabras del Papa disuadan a más víctimas de hablar.
“¿Qué incentivo van a tener las víctimas de aquí en adelante de recurrir a contar su verdad cuando, por más que la justicia chilena y vaticana le encuentran la razón, para el papa finalmente son puras mentiras?” dijo Claret a Reuters.
“De nada sirve que el Papa venga a Chile a hablar de pobreza y medioambiente si finalmente no se hace cargo de lo único que le importa a la comunidad chilena”, agregó en una entrevista telefónica.