Thursday, January 11, 2018

Carta del Papa revela preocupaciones sobre obispo chileno

Información de agencia Associated Press, Ene-11-2018.

Carta del Papa revela preocupaciones sobre obispo chileno

Por EVA VERGARA y NICOLE WINFIELD

SANTIAGO DE CHILE (AP) — El Vaticano estaba preocupado por los daños colaterales que provocaría el caso del mayor cura pederasta de Chile e intentó poner en marcha un plan: pedir la renuncia y darles un año sabático a tres obispos chilenos acusados de haber encubierto los abusos de ese sacerdote.

The Associated Press obtuvo una carta confidencial del papa Francisco, fechada el 31 de enero de 2015, la cual revela parte de un plan del Vaticano sobre cómo lidiar con los obispos chilenos señalados de proteger los crímenes del cura Fernando Karadima.

La carta también muestra las preocupaciones de los obispos por la designación que Francisco hizo de uno de esos tres obispos, Juan Barros, como responsable de la diócesis de Osorno, en el sur de Chile. El nombramiento provocó una importante división entre fieles y clérigos, e incluso llevó en su momento a cientos de católicos y curas a protestar contra el nuevo obispo de la zona.

Algunos esperan que esas protestas lleguen la próxima semana a Santiago de Chile, a donde el papa Francisco llegará el lunes en su primera visita como pontífice a ese país sudamericano.

En la carta dirigida al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, Francisco reveló que sabía de la controversia generada alrededor de Barros y que el nuncio apostólico en ese país intentó encontrar una manera de contener el daño antes de que el caso saltara a la luz pública en 2015.

“Muchas gracias por manifestar abiertamente la inquietud que en estos momentos tienen respecto al nombramiento de Mons. Juan Barros Madrid”, escribió Francisco. “Comprendo lo que me dicen y soy consciente de que la situación de la Iglesia de Chile es difícil debido a todas las pruebas que han tenido que soportar”.

Francisco informó a los miembros del comité que el nuncio Ivo Scapolo —representante del Vaticano en Chile— había planeado pedir el año anterior la renuncia a Barros, quien se desempeñaba entonces como capellán en el ejército. Scapolo también “lo exhorta a tomar un periodo sabático (un año, por ejemplo) antes de asumir otra responsabilidad pastoral como Obispo diocesano”, añadió el papa en la carta.

El pontífice agregó que el nuncio tenía pensada una estrategia similar para otros dos obispos, también formados por Karadima. Sin embargo, dijo que todo se frustró cuando Scapolo habló sobre el plan con Barros.

“Como ustedes podrán comprender, este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en el sentido de ofrecer un año sabático”, escribió el papa.

Al final, el 10 de enero de 2015, Francisco nombró a Barros obispo de la ciudad de Osorno, a unos 930 kilómetros al sur de la capital chilena.

Karadima estuvo por décadas al frente de la iglesia El Bosque, en el elegante barrio de Providencia en Santiago de Chile, y la convirtió en un semillero de más de 50 sacerdotes, además de formar a cinco obispos: Andrés Arteaga, Felipe Bacarezza, Horacio Valenzuela, Tomislav Koljatic y Juan Barros.

La iglesia católica chilena ignoró por años las quejas de acólitos de que Karadima había abusado sexualmente de ellos, y sólo inició algunas acciones después de que las víctimas hicieron públicos sus casos en 2010.

La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano condenó a Karadima en febrero de 2011 a “una vida de oración y penitencia”, y le prohibió contactarse con los feligreses de su parroquia. Ahora vive aislado en la casa de un grupo de religiosas.

En medio del escándalo y una serie de denuncias de más abusos sexuales de otros religiosos, Karadima fue procesado judicialmente en Chile, aunque su caso fue sobreseído porque habían pasado muchos años de los hechos, no por falta de pruebas, según dijo en su momento la jueza Jessica González.

El vocero del Vaticano, Greg Burke, declinó comentar sobre la carta del papa, y al ser interrogado el jueves sobre algunas protestas planeadas por algunos fieles de Osorno, el portavoz dijo que eran libres de manifestarse y que el Vaticano respetaba su derecho a hacerlo.

Burke dijo que hasta ahora no está prevista ninguna reunión con el grupo de Osorno: a pesar de que formalmente pidieron encontrarse con el papa, el Vaticano dijo que ya había un programa que no podían cambiar.

La AP también consultó sobre la misiva al presidente de la Conferencia Episcopal y a los miembros de su Comité Permanente, pero nadie había respondido.

Barros negó a la AP saber de la carta y aseguró, como siempre lo ha hecho, que nunca supo de ningún crimen cometido por Karadima. “Jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas”, dijo.

“No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos y jamás he sido sancionado por un tribunal al respecto”, añadió.

Algunas de las víctimas de Karadima afirman que Barros, Koljatic y Valenzuela presenciaron los abusos y nada hicieron.

El periodista Juan Carlos Cruz, una las víctimas, dijo a la AP que Barros y otros obispos vieron cómo era abusado por Karadima. Aseguró que incluso dos de ellos se besaban con el cura “y se apoyaban la cabeza en el hombro y se toqueteaban y esto por 37 años; sin embargo, hoy se les ha olvidado”.

Francisco defendió en su momento públicamente a Barros e incluso llegó a decir que los habitantes de Osorno sufrían por “tontos” y que se dejaban manipular por “zurdos”, en una aparente alusión a la izquierda política local.

El papa llega el lunes a Chile, como parte de una gira que también lo llevará a Perú.

Apenas el miércoles, una organización estadounidense presentó una lista de 78 religiosos católicos chilenos que han sido acusados y/o condenados por abusar sexualmente de menores de edad. El nombre de Karadima está incluido ahí.

Comunicado sobre nombramiento de Comisario Apostólico para el Sodalicio de Vida Cristiana

No fue tan inmediata la reacción como se pensaría y, en esencia, aparte de decir que van a colaborar, no dicen absolutamente nada que esté fuera de lugar, casi que copian punto por punto lo que ya el Vaticano había dado a conocer informando del comisariamiento. Dicho de otra manera, el comunicado que ha emitido ayer el Sodalicio de Vida Cristiana es casi que una proforma. Consignamos su texto seguidamente.

Comunicado sobre nombramiento de Comisario Apostólico para el Sodalicio

Lima 10/01/2018, (Noticias del Sodalicio – Perú). En referencia al nombramiento de un Comisario Apostólico para el Sodalicio comunicamos lo siguiente:

1. Este miércoles 10 de enero hemos recibido la noticia del nombramiento que la Santa Sede ha hecho de Mons. Noel Antonio Londoño Buitrago, C.Ss.R., Obispo de Jericó en el departamento de Antioquia (Colombia) como Comisario Apostólico de nuestra Sociedad.

2. Como Comisario Apostólico, Mons. Londoño podrá intervenir directamente en el gobierno de nuestra Sociedad, también en las cuestiones económicas y los demás asuntos de la marcha habitual del Sodalicio.

3. El Cardenal Joseph Tobin seguirá ejerciendo la función de Delegado ad nutum de la Congregación. Como hemos hecho hasta ahora con el Cardenal Joseph Tobin desde su nombramiento como Delegado para Sodalicio en mayo de 2016, colaboraremos en todo con Mons. Londoño para que pueda ejercer sus funciones según lo dispuesto por la Santa Sede.

4. Agradecemos al Papa Francisco y a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica que sigan con preocupación la vida de nuestra comunidad y reiteramos nuestra disposición para acoger todo lo que disponga para la mejor marcha de nuestra Sociedad. Reafirmamos una vez más nuestra absoluta obediencia al Santo Padre y a la Santa Madre Iglesia.

5. Se puede acceder al comunicado de la Santa Sede en el siguiente enlace:
https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2018/01/10/com.html

Lima, 10 de enero de 2018

“Un cambio de paradigma”, ¡y no es lenguaje Nueva Era, no, no, no!



Entrevista de Vatican News, Ene-11-2018, con el card. Pietro Parolin, Secretario de Estado del Estado Vaticano. Traducimos la segunda pregunta.

Los jóvenes recuerdan, por supuesto, a la familia. En agosto, en Dublín, el Encuentro Mundial de las Familias: un evento importante que se produce dos años después de la publicación de Amoris Laetitia. ¿Qué balance se puede hacer, en su opinión, sobre la recepción de este documento y por qué, en su opinión, ha provocado una confrontación tan acalorada en el mundo católico?

Evidentemente, la Iglesia después de la celebración de los dos Sínodos y la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, ha tomado esta dirección. Y seguramente, también la celebración de la Jornada Mundial de la Familia en Dublín será una etapa —creo— importante porque también es la primera, al fin de cuentas, después de la publicación del documento. Una etapa de reflexión, una etapa de profundización y una etapa también para llevar a cabo este proceso de aplicación de las indicaciones de Amoris Laetitia. Incluso aquí, tal vez usaría el mismo término que utilicé antes, es decir que, al fin de cuentas, Amoris Laetitia surgió de un nuevo paradigma que el Papa Francisco está llevando a cabo con sabiduría, con prudencia e incluso con paciencia. Probablemente, las dificultades que han surgido y que todavía existen en la Iglesia, así como algunos aspectos del contenido, se deben precisamente a este cambio de actitud que el Papa nos pide. Un cambio de paradigma, inherente en el texto mismo, que se nos pide: ¡este nuevo espíritu, este nuevo enfoque! Entonces, evidentemente, cada cambio siempre implica dificultades, pero estas dificultades deben ser tomadas en cuenta y deben ser enfrentadas con compromiso, para encontrar respuestas que se conviertan en momentos de posterior crecimiento, de posterior profundización. Aquí también creo que Amoris Laetitia, además de ser un abrazo que la Iglesia da a la familia y sus problemáticas en el mundo de hoy, para ayuda de verdad a encarnar el Evangelio en el interior de la familia —que ya es un Evangelio: el Evangelio de la familia— es al mismo tiempo, también un pedido de ayuda a las familias para que colaboren y contribuyan al crecimiento de la Iglesia.