Sunday, September 30, 2018

Card. Schönborn se imagina ordenando diaconisas


En la imágen superior observan una captura de pantalla de un trino de ayer, ahora desaparecido, de la cuenta de Twitter del card. Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, Austria, que dice (nuestra traducción).

Tengo una fuerte relación con mis sacerdotes y diáconos. Pronto ordenaré nuevamente diáconos. Un gran gozo. Tal vez un día ordene mujeres como diáconos... queridos sacerdotes ¡Tengan valor para el trabajo en equipo! En el trabajo juntos, la confianza es lo esencial.

Al parecer debido a las protestas, como dijimos, el trino fue borrado. Sin embargo, que el trino haya sido borrado no significa que el card. Schönborn se retracte, haya cambiado de parecer ni cosa parecida. Lo que es más, según parece, horas después en otro contexto diferente el card. Schönborn ha repetido sustancialmente lo mismo que había escrito en su borrado trino.

Información de agencia ANSA, Sep-30-2018. Traducción de Secretum Meum Mihi.

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 30 DE SEPTIEMBRE - El cardenal de Viena, Christoph Schönborn, cree que la ordenación de diáconos mujeres sigue siendo “una cuestión abierta”. En el encuentro con 1.700 delegados de los consejos parroquiales, que se celebró en la Catedral de San Esteban en Viena, Schönborn, reflexionando sobre la reciente ordenación de 14 hombres al diaconado permanente, agregó: “Tal vez algún día también habrá diáconos mujeres”.

Lo refiere la agencia de información católica austríaca Kathpress. El cardenal recordó que en la Iglesia ha habido diaconisas en el pasado y que hoy la cuestión “está sustancialmente abierta”.

Saturday, September 29, 2018

Víctima de abuso, presto a cortarse la venas en la Plaza de San Pedro si no hay justicia


Esta es una información de agencia ANSA, Sep-29-2018. Traducción de Secretum Meum Mihi.

(ANSA) – NÁPOLES, 29 DE SEPTIEMBRE – “No estoy loco y no quiero causar más dolor a mi familia pero, para obtener justicia, estoy dispuesto a cortarme las venas en la plaza de San Pedro, para que los niños no sean tocados por nadie, y mucho menos por los sacerdotes”. Es la amenaza de Arturo Borrelli que denunció haber sido maltratado por un sacerdote de la Diócesis napolitana en 1989 cuando tenía 13 años y que ha estado pidiendo justicia desde hace mucho tiempo.

Un deseo de justicia que ha sido tatuado incluso en la piel. Dijo , mostrando la cara a diferencia de otras veces, durante el enésima protesta organizada hoy en Via Duomo cerca de la catedral de Nápoles: “No me rendiré hasta que Francisco no eche al cardenal Crescenzio Sepe, porque no ha hecho seguimiento de mis denuncias presentadas de 2010 a 2014, me hizo perder mi trabajo y trató de encubrir el asunto: Don Silverio Mura ha continuado, en otra parroquia en el norte de Italia, ejerciendo el oficio pastoral en contacto con otros niños”.

Francisco, en menos de una semana pasa de “Yo soy el diablo” a “recen el Rosario por la Iglesia atacada por el diablo”

En el corto lapso de una semana pasamos de la teórica admisión de Francisco de que Él es el diablo, así fuera en broma, al pedido, este sí en serio, de “recen el Rosario por la Iglesia atacada por el diablo”.

La agencia Associated Press informando el pasado Sábado sobre el viaje de Francisco a los países del Báltico, trajo este reporte (original en inglés, esta es nuestra traducción).

[...]

El Papa Francisco ha reconocido que su reputación palidece un poco en comparación con San Juan Pablo II, al menos en lo que respecta a los polacos.

Saludando a los periodistas el Sábado de camino a Lituania, el fotógrafo polaco Grzegorz Galazka le dio a Francisco un libro sobre el anterior Papa. Al recibir el gran libro con un radiante Juan Pablo en la portada, Francis bromeó: “(El Papa Juan Pablo II) era un santo, Yo soy el diablo”.

Riéndose, Galazka lo corrigió inmediatamente: “¡No, ustedes dos son santos! ¡Ambos son santos!”

El chiste de Francisco pareció reconocer que tiene sus detractores, particularmente entre los católicos conservadores que añoran los papados más doctrinarios de Juan Pablo II y del emérito Papa Benedicto XVI.

La crítica de Francisco por parte de los conservadores se ha hecho más patente recientemente en medio de los escándalos de abuso sexual de la iglesia y la angustia por su apertura a permitir que los católicos divorciados y casados de nuevo civilmente reciban la Comunión.

Ya Uds. Saben que en el curso de esta semana se conoció un nuevo documento de Mons. Carlo Maria Viganò, anterior Nuncio en Estados Unidos, en el que reitera sus acusaciones de hace un mes sobre que Francisco sabía desde 2013 sobre el expediente del ex-cardenal McCarrick. Y mencionamos ello porque la prensa ha relacionado ese hecho concreto con el contenido de un comunicado de prensa de la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicado hoy en el que Francisco pide que se rece el Santo Rosario y se invoque a San Miguél Arcángel por la Iglesia que está siendo atacada por “el maligno”, “el gran acusador”. Entonces la asociación convenientemente permitida por el Vaticano y no desmentida ni aclarada hasta ahora, es que “el maligno”, “el gran acusador”, son las afirmaciones de Mons. Viganò.

Este es el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Sep-29-2018.

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 29.09.2018.

El Santo Padre ha decidido invitar a todos los fieles, de todo el mundo, a rezar cada día el Santo Rosario, durante todo el mes mariano de octubre y a unirse así en comunión y penitencia, como pueblo de Dios, para pedir a la Santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros.

En los últimos días, antes de su partida a los Países Bálticos, el Santo Padre se reunió con el P. Fréderic Fornos S.I., Director internacional de la Red Mundial de Oración por el Papa, y le pidió que difundiera su llamamiento a todos los fieles del mundo, invitándoles a terminar el rezo del Rosario con la antigua invocación "Sub Tuum Praesidium", y con la oración a San Miguel Arcángel, que protege y ayuda en la lucha contra el mal (ver Apocalipsis 12, 7-12).

La oración –afirmó el Pontífice hace pocos días, el 11 de septiembre, en una homilía en Santa Marta, citando el primer libro de Job-, es el arma contra el Gran acusador que "vaga por el mundo en busca de acusaciones". Sólo la oración puede derrotarlo. Los místicos rusos y los grandes santos de todas las tradiciones aconsejaron, en momentos de turbulencia espiritual, protegerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios pronunciando la invocación "Sub Tuum Praesidium".

La invocación "Sub Tuum Praesidium" dice lo siguiente:

“Sub tuum praesidium confugimus Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo Gloriosa et Benedicta”.

[Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!]
.

Con esta solicitud de intercesión, el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la Santa Madre de Dios, ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para defenderla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo, siempre más consciente de las culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado y comprometida a luchar sin ninguna vacilación para que el mal no prevalezca.

El Santo Padre también ha pedido que el rezo del Santo Rosario durante el mes de octubre concluya con la oración escrita por León XIII:

“Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen”.

[San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén].

Curiosamente Francisco ha pedido el rezo de estas plegarias preferidas por los adjetivados “rígidos”, “neopelagianos”, “autorreferenciales”, “escolásicos decadentes”, “neognósticos”, “especialistas del logos” que “conservan la doctrina en naftalina” y no, como era de esperarse de Él, que escogiera oraciones hechizas, que no recuerden tiempos preconciliares, compuestas por uno de sus héroes —a los que cita con alguna frecuencia— como Anselm Grün o el teólogo rodillístico Walter Kasper o algún otro de ese pelambre. Es decir, la actual situación le sacó a Francisco su aspecto tradi. Casi le faltó pedir a los sacerdotes que durante Octubre celebran la Santa Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Latino.

Y bueno, ya que estamos haciendo esa especie de salto cuántico hacia el pasado, ¿recuerdan cuando los Pontífices sí hablaban claramente y sin ambajes ante las —verdaderas— amenazas contra la Iglesia, dígase una encíclica Pascendi, una encíclica Humanum Genus, una encíclica Quanta Cura, un Syllabus Errorum y, no menos, cuando a los Pontífices se les preguntaba y sí respondían?

El Vaticano y China negocian sobre la suerte de los obispos que han permanecido fieles a Roma


Sobre el recientemente alcanzado acuerdo provisional y secreto firmado entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos no se ha dicho nada sobre qué sucederá con los obispos “clandestinos” o, dicho de manera correcta, los que son fieles a Roma. Un reporte (inglés) de agencia AFP, Sep-28-2018, dice que al momento actual existen negociaciones sobre su destino.

Traducimos los apartes fundamentales del mencionado reporte.

Después de cerrar un acuerdo histórico, el Vaticano y China están involucrados en nuevas negociaciones sobre el destino de los obispos “clandestinos” que permanecieron fieles al Papa durante décadas a pesar de la presión de Beijing, dijeron fuentes.

El Vaticano espera que las negociaciones tras el acuerdo del Sábado —que allana el camino para un acercamiento entre la Iglesia Católica y Beijing— llevarán a China a suavizar su enfoque hacia quienes juraron lealtad al pontífice durante décadas.

Una fuente del Vaticano y un sacerdote chino dijeron a AFP que la Santa Sede podría ganar concesiones para fin de año, aunque los detalles de cualquier acuerdo alcanzado permanecerían clasificados.

[...]

El acuerdo no incluyó a los aproximadamente 40 obispos nominados directamente por la Santa Sede, que pertenecen a la iglesia clandestina de China y nunca han sido reconocidos por el régimen comunista.

El Vaticano quiere que Pekín proteja sus derechos. China ya ha asegurado que ellos no los forzarán a entrar en la Asociación Patriótica Católica.

“Dos o tres” de ellos han sido aceptados por Beijing hasta el momento, y los negociadores de Francisco esperan que el gobierno reconozca a otra docena antes de Diciembre, dijo la fuente.

El estatuto de la Asociación Patriótica Católica dice que su objetivo es crear una “iglesia independiente”, una expresión que parece descartar la supervisión del Vaticano. Pero la Santa Sede podría aceptarlo si se reinterpreta para significar independencia política.

Bajo el nuevo acuerdo, Francisco tendrá la última palabra sobre nombramiento de obispos.

“Cada nominación tendrá que debatirse. Conseguir un acuerdo final será complicado. Será importante contar con observadores de confianza en China”, admitió la fuente del Vaticano.

Un sacerdote chino, que trabajó anteriormente en una iglesia clandestina en China y regresó a Roma el año pasado, confirmó a AFP que las negociaciones sobre el reconocimiento de los obispos clandestinos por parte de Beijing estaban en marcha.

Dijo que un acuerdo final que no los menciona ni los reconoce sería un duro golpe.

“Por nosotros los sacerdotes, aceptaremos incondicionalmente el acuerdo, incluso si en nuestros corazones nos sentimos terrible. Pero vamos a seguir lo que sea finalizado”.

El obispo clandestino Joseph Wei Jingyi en China le dijo al sitio web Vatican Insider esta semana que un fracaso para ganar concesiones sobre el asunto desde Beijing “podría provocar una reacción negativa ... (y) ser usado contra el Papa”.

Friday, September 28, 2018

¿Informe prohibido? Activista pro-homosexual intenta poner a Gloria.tv en problemas legales


Información de Gloria TV, Sep-28-2018.

¿Informe prohibido? Activista pro-homosexual intenta poner a Gloria.tv en problemas legales

Karl Öllinger, austríaco de 67 años, ex socialista y ex diputado “verde” presentó una acusación con fiscales contra Gloria.tv, alegando “incitación al odio” contra los homosexuales.

No reelegido como diputado en el 2013, Öllinger ocupó un escaño vacante que perdió nuevamente en el 2017, pues su partido no logró alcanzar el umbral de votos en una elección.

Utilizando a Colette M. Schmidt, del diario oligarca DerStandard.at, Öllinger expresó su enojo el 27 de setiembre respecto al informe de Gloria.tv sobre el informe de abusos sexuales de la Conferencia Episcopal Alemana.

Öllinger/Schmidt insinúan que Gloria.tv “trivializó” los presuntos abusos y vinculó “colectivamente” a los homosexuales con ellos.

En vez de ello, Gloria.tv señaló que la mayoría de los abusos presentados por los obispos no están confirmados, son de naturaleza insignificante o han apuntado a producir histeria, agregando que una mayoría de los abusos confirmados respecto a los crímenes homosexuales.

Esta evaluación está reflejada en un análisis de 18 páginas del informe elaborado por el psiquiatra alemán Manfred Lütz, mostrando que el informe detalla acusaciones como “abusos” que se demuestra que son falsas y que el único grupo más grande abusos (29,5%) se refiere a “comportamientos criminales inadecuados”, no sexuales y no criminales, pero que el informe de los obispos equipara con la violación.

Además, Öllinger/Schmidt acusa a Gloria.tv de haber informado sobre el electo obispo jubilado Gerhard Maria Wagner, quien en una entrevista publicada el 31 de julio en LaFedeQuotidiana.it llamó a la homosexualidad practicada un “estilo de vida pervertido y satánico” (“stile di vita perverso e satanico”).

Ex-cardenal McCarrick reside en convento capuchino


Información de agencia EFE, Sep-28-2018.

Ciudad del Vaticano, 28 sep (EFE).- El excardenal estadounidense Theodore McCarrick, apartado el pasado julio por el papa Francisco del colegio cardenalicio por acusaciones de abusos sexuales, vive ahora en un monasterio franciscano en Kansas, informó hoy la Archidiócesis de Washington.

En un comunicado, la Archidiócesis señaló que McCarrick, de 88 años, "reside en el Monasterio St. Fidelis en Victoria, en el estado de Kansas, con el permiso del superior provincial de la comunidad franciscana responsable de ese monasterio, Chistopher Popravak, y del obispo de Salina, Gerald Vincke".

"En consideración a la tranquilidad de la comunidad del monasterio de St. Fidelis se pide respeto para la privacidad de este acuerdo", agrega la nota.

El traslado de McCarrick al monasterio tiene lugar después de que en julio el papa Francisco dispusiera "su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia".

El excardenal está relacionado con el gran escándalo de abusos en Pensilvania (EEUU) revelado hace unos meses por un informe de un gran jurado, que documenta 300 supuestos casos de "sacerdotes depredadores" sexuales en seis de las ocho diócesis del estado, tras investigar denuncias de abusos de menores, y en el que identifica a 1.000 víctimas desde 1940.

Precisamente, su nombre está siendo utilizado por el exnuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò, quien en una carta aseguró hace un mes que el papa Francisco conocía las acusaciones de abusos sexuales que pesaban sobre McCarrick.

Anoche, Viganò volvió a la carga publicando una carta en varios portales en la que aseguraba que la falta de reacción del pontífice a esa acusación significa que es cierta.

"Ni el papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. 'Qui tacet consentit' (quien calla, otorga) seguramente se aplica aquí, ya que si niegan mi testimonio, solo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación", afirmó Viganò.

Viganò reiteró que Francisco sabía, porque él mismo se lo había contado, "lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones" desde 2013.

El pasado 26 se agosto, Viganò, de 77 años, pidió la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre McCarrick.

¡Felicitaciones Karadima, fuiste tendencia en Twitter!

Nosotros nos dimos cuenta a las 17:32 UTC (ver imágen). No es de extrañar, vista su expulsión del estado clerical anunciada hoy. Felicitamos al protagonista y añadimos: Te faltó tener mejores contactos en la Curia, pregúntale a ‘Don Mercedes’ (también conocido como Mauro Inzoli)...

Dimisión del estado clerical para Fernando Karadima


La vedette de los escándalos cometidos por miembros del clero en Chile es Fernando Karadima, incluso entre los furibundos defensores de Francisco existía la pregunta de por qué no había sido expulsado del estado clerical (ver por ej., Il Sismografo, Sep-17-2018). Bueno, pues ya no más preguntas.

Este es el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede —publicado en idioma español en la sección en italiano pero no en la sección en español—, Sep-28-2018.

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 28.09.2018

El Papa Francisco ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Archidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia.

El Santo Padre ha ejercido su “potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro.

El decreto, firmado por el Papa el jueves 27 septiembre de 2018, entró en vigor automáticamente desde ese mismo momento, y comporta también la dispensa de todas las obligaciones clericales. Ha sido notificado a Karadima Fariña el viernes 28 de septiembre de 2018.

Mons. Carlo Maria Viganò vuelve a hablar



Los medios de comunicación rendidos a Francisco han salido a cuestionar —sin mencionar los insultos— a Mons. Carlo Maria Viganò, luego de que ayer se publicara un nuevo documento suyo (italiano, inglés) en el que pide a Francisco que responda a su iniciales afirmaciones hace un mes. Prescindimos de más comentarios y ofrecemos una traducción al español adaptada de la presentada por Adoración y Liberación.

ARZOBISPO TITULAR DE ULPIANA
NUNCIO APOSTÓLICO

Scio Cui credidi
[sé bien en quién tengo puesta mi fe]
(2 Tim 1:12)

Antes de empezar a escribir, ante todo quisiera dar gracias y gloria a Dios Padre por cada situación y prueba que Él ha preparado y preparará para mí durante mi vida. Como sacerdote y obispo de la santa Iglesia, cónyuge de Cristo, soy llamado como todo bautizado a dar testimonio de la verdad. Por el don del Espíritu que me sostiene con alegría en el camino que estoy llamado a viajar, tengo la intención de hacerlo hasta el final de mis días. Nuestro único Señor también me ha dirigido la invitación: “¡Sígueme!”, Y tengo la intención de seguirlo con la ayuda de su gracia hasta el final de mis días.

“Mientras tenga vida, cantaré al Señor,
cantaré alabanzas a mi Dios mientras viva.
Que mi canción sea agradable para él;
Porque me regocijo en el Señor”

(Salmo 103: 33-34)

*****

Hace un mes que ofrecí mi testimonio, solo por el bien de la Iglesia, sobre lo que ocurrió en la audiencia con el Papa Francisco el 23 de junio de 2013 y sobre ciertos asuntos que me fueron dados conocer en las tareas que se me confiaron en el Secretaría de Estado y en Washington, en relación con aquellos que tienen la responsabilidad de encubrir los crímenes cometidos por el ex arzobispo de esa capital.

Mi decisión de revelar esos hechos graves fue para mí la decisión más dolorosa y seria que haya tomado en mi vida. Lo hice después de largas reflexiones y oraciones, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas. El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia. Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al sucesor de Pedro mismo, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi testimonio es verdad. Cristo murió por la Iglesia, Servus servorum Dei , y me siento llamado a servir a la esposa de Cristo.

Ciertamente, algunos de los hechos que iba a revelar estaban cubiertos por el secreto pontificio que había prometido observar y que había observado fielmente desde el comienzo de mi servicio a la Santa Sede. Pero el objetivo de cualquier secreto, incluido el secreto pontificio, es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no ocultarla y convertirse en cómplice de los crímenes cometidos por algunos de sus miembros. Fui testigo, no por mi elección, de hechos impactantes y, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (2491), el sello del secreto no es vinculante cuando un daño grave puede evitarse únicamente al divulgar la verdad. Solo el sello de la confesión podría haber justificado mi silencio.

Ni el Papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. “Qui tacet consentit” seguramente se aplica aquí, ya que si niegan mi testimonio, solo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación. ¿Cómo se puede evitar concluir que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?

El centro de mi testimonio fue que desde por lo menos el 23 de junio de 2013, el Papa sabía por mí lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor hubiera tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, con respecto a los Estados Unidos, la Curia e incluso China, y estamos viviendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir.

Después, la respuesta del Papa a mi testimonio fue: “¡No voy a decir una palabra!” Pero luego, contradiciéndose a sí mismo, comparó su silencio con el de Jesús en Nazaret y ante Pilatos, y me comparó con el gran acusador, Satanás, que siembra el escándalo y la división en la Iglesia, aunque sin pronunciar mi nombre. Si él hubiera dicho: “Viganò mintió”, habría desafiado mi credibilidad al tratar de afirmar la suya. Al hacerlo, habría intensificado la demanda del pueblo de Dios y del mundo de la documentación necesaria para determinar quién ha dicho la verdad. En cambio, puso en su lugar una sutil calumnia contra mí: calumniar es una ofensa que a menudo ha comparado con la gravedad del asesinato. De hecho, lo hizo repetidas veces, en el contexto de la celebración del Santísimo Sacramento, la Eucaristía, donde no corre el riesgo de ser desafiado por los periodistas. Cuando habló con periodistas, les pidió que ejercitaran su madurez profesional y sacaran sus propias conclusiones. Pero, ¿cómo pueden los periodistas descubrir y saber la verdad si los que están directamente involucrados en el asunto se niegan a responder alguna pregunta o a publicar algún documento? La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a las llamadas de rendición de cuentas por parte de los fieles difícilmente concuerdan con sus llamadas a la transparencia y la construcción de puentes.

Además, el encubrimiento de McCarrick por parte del Papa claramente no fue un error aislado. Recientemente se han documentado muchos casos más en la prensa, lo que demuestra que el Papa Francisco ha defendido al clero homosexual que cometió graves abusos sexuales contra menores o adultos. Estos incluyen su papel en el caso del Padre Julio Grassi en Buenos Aires, la reincorporación del padre Mauro Inzoli después de que el Papa Benedicto lo había sacado del ministerio (hasta que fue a prisión, momento en el cual el Papa Francisco lo laicizó), y la detención de la investigación de acusaciones de abuso sexual contra el Cardenal Cormac Murphy O’Connor.

Mientras tanto, una delegación de la USCCB, encabezada por su presidente, el cardenal DiNardo, fue a Roma para solicitar una investigación del Vaticano sobre McCarrick. El cardenal DiNardo y los otros prelados deben decirle a la Iglesia en América y en el mundo: ¿se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y de los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saber.

Me gustaría hacer un llamamiento especial al Cardenal Ouellet, porque como nuncio siempre trabajé en gran armonía con él, y siempre tuve gran estima y afecto hacia él. Recordará cuándo, al final de mi misión en Washington, me recibió en su apartamento en Roma por la noche para una larga conversación. Al comienzo del pontificado del Papa Francisco, él había mantenido su dignidad, como lo había demostrado con valentía cuando era arzobispo de Québec. Más tarde, sin embargo, cuando su trabajo como prefecto de la Congregación para los Obispos estaba siendo socavado porque dos amigos homosexuales de su dicasterio pasaban directamente al Papa Francisco las recomendaciones para los nombramientos episcopales, eludió al cardenal y se dio por vencido. Su largo artículo en L’Osservatore Romano, en el que se manifestó a favor de los aspectos más controvertidos de Amoris Laetitia, representa su rendición. Su Eminencia, antes de irme a Washington, usted fue quien me contó las sanciones del Papa Benedicto sobre McCarrick. Tiene a su disposición documentos clave que incriminan a McCarrick y muchos en la curia por sus encubrimientos. Su Eminencia, le insto a que testifique de la verdad.

*****

Finalmente, deseo alentartes, queridos fieles, mis hermanos y hermanas en Cristo: ¡nunca se desanimen! Hagan suyo el acto de fe y completa confianza en Cristo Jesús, nuestro Salvador, de San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal. Este es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a estar lista para luchar y ganar con María la batalla contra el viejo dragón.

“Scio Cui credidi” (2 Tim 1:12)
En Tí, Jesús, mi único Señor, pongo toda mi confianza.
“Diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum” (Rom 8:28).
[“en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman” (Rom 8:28).]

Para conmemorar mi ordenación episcopal el 26 de abril de 1992, conferida por San Juan Pablo II, elegí esta imagen tomada de un mosaico de la Basílica de San Marcos en Venecia. Representa el milagro de la calma en la tormenta. Me llamó la atención el hecho de que en el barco de Pedro, movido por el agua, la figura de Jesús se presenta dos veces. Jesús está profundamente dormido en la proa, mientras Pedro intenta despertarlo: “Maestro, ¿no te importa que estamos a punto de morir?” Mientras tanto, los apóstoles, aterrorizados, miran cada uno en una dirección diferente y no se dan cuenta de que Jesús está parado detrás de ellos, bendiciéndolos y seguro al mando del bote: “Se despertó y reprendió al viento y le dijo al mar: ‘¡Silencio! Quédate quieto’, ...entonces él les dijo, ‘¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?’” (Mc 4, 38-40).

La escena es muy oportuna al retratar la tremenda tormenta que atraviesa la Iglesia en este momento, pero con una diferencia sustancial: el sucesor de Pedro no solo no ve al Señor con el control total del barco, ya que parece que ni siquiera tiene la intención de hacerlo, ni para despertar a Jesús dormido en la proa.

¿Acaso Cristo se ha vuelto invisible para su vicario? ¿Quizás está siendo tentado a tratar de actuar como un sustituto de nuestro único Maestro y Señor?

¡El Señor tiene el control total del bote!

¡Que Cristo, la Verdad, siempre sea la luz en nuestro camino!


+ Carlo Maria Viganò
Arzobispo Titular de Ulpiana
Nuncio Apostólico

29 de Septiembre de 2018
Fiesta de San Miguél Arcángel

Thursday, September 27, 2018

Avanza en Alemania el acceso a la sagrada Comunión para los cónyuges protestantes


22.046 firmas fueron presentadas ayer al P. Hans Langendörfer S.J. (en el centro de la foto), Secretario de la Conferencia Episcopal Alemana, como consecuencia de una campaña lanzada el pasado mes de Junio por la revista Publik-Forum, para presionar el acceso a la Sagrada Comunión de los cónyuges protestantes casados con parte católica. “Sin exclusión en la mesa del Señor”, ha sido el nombre que esta petición recibió la cual el P. Langendörfer se comprometió a llevar al Papa Francisco en Roma.

Los firmantes piden al Papa que apoye a la mayoría de los obispos alemanes en su intención de permitir, en casos individuales y bajo determinadas circunstancias, a los cónyuges no católicos acceder a la Sagrada Comunión.

“Querido Papa Francisco. Su pontificado nos da esperanza de una Iglesia que es humana... aprecia las conferencias episcopales del mundo. Ellas cuentan con las personas locales para decidir las cosas que deben y tienen que decidirse en el acto. Él trajo nueva inspiración en la mente de la Iglesia”, comienza la petición, para pasar luego a las peticiones concretas.

“Le pedimos: no permita que un espíritu elitista obstaculice la coexistencia de los cristianos en una cuestión ecuménica importante”. Porque: “El ecumenismo entre cristianos protestantes y católicos está vivo. En dolorosa contradicción, falta comunión en la mesa del Señor”.

“En un primer paso, le pedimos que reconozca las parejas interdenominacionales”, dice literalmente, pidiéndole a Francisco que no permita que caiga en vano lo expresado por el documento Líneas Guía Pastorales sobre intercomunión, al cual puso freno en Junio pasado la Congregación Para la Doctrina de la Fe.

La revista destaca varios de los firmantes, incluyendo a Christian Weisner del capítulo alemán de la organización anticatólica “We Are Church”.

Los obispos alemanes resaltaron en un documento del pasado Febrero aprobado por mayoría de tres cuartas partes que los cónyuges no católicos podrían recibir la Sagrada Comunión sobre la base del caso-por-caso y bajo determinadas condiciones. Luego de lo cual, siete obispos pidieron al Vaticano que aclarara si tal determinación podía ser tomada independientemente por una única conferencia episcopal.

Luego de varias reuniones en Roma, la Congregación Para la Doctrina de la Fe y Francisco llegaron a la conclusión de que “el documento no estaba listo para su publicación”. Luego siguieron varias discusiones hasta Junio, cuando la orientación se publicó como no vinculante. Varias diócesis ya han tomado el paso y otras han esperado para una aclaración teológica más precisa.

El card. Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal y principal promotor de la intercomunión para los cónyuges protestantes, dijo que no se trataba de una invitación general para acceder a la Comunión, sino una ayuda para los afectados. La orientación invita “a una profundización, no imprudente y sin sentido para tratar con la Eucaristía”.

Al término de la Asamblea Plenaria de Otoño, realizada en Fulda, en la declaración emitida hoy por los obispos, se trata el tema en el punto cuarto enfatizando que después de las deliberaciones en el Consejo Permanente el 25 de Junio y luego de la publicación de las líneas guías, el tema ahora fue discutido en sesión plenaria en el círculo de todos los miembros de la Conferencia Episcopal. La Asamblea Plenaria repiten lo dicho por el Consejo Permanente de que los obispos alemanes se preocupan por las parejas mixtas y sus familias, se preocupan por su acompañamiento espiritual, especialmente sobre la cuestión de la recepción de la comunión por parte de los esposos en casos individuales, aclarando que es responsabilidad de cada obispo implementar las líneas guías, que a futuro la preocupación por la unanimidad debe ser interior, así como también debe tenerse en cuenta la preocupación por la unidad visible de toda la Iglesia. Finalmente dicen que continúan trabajando duro en el ecumenismo para profundizar un entendimiento recíproco y adelantar el valiente progreso.

Sínodo: interrogantes sobre la participación de dos obispos chinos

Un interesante análisis de alguien que conocer la materia, AsiaNews, Sep-27-2018.

Sínodo: interrogantes sobre la participación de dos obispos chinos

De ser confirmada, la noticia –la Oficina de Prensa vaticana afirma no tener instrucciones al respecto – indicaría un viraje positivo de la política de Beijing. Pero, ¿quién ha decidido la presencia de estos obispos en Roma?

Roma (AsiaNews) –
Surgen ciertos interrogantes ante la noticia de la participación de dos obispos chinos –provenientes de la República Popular de China – en el Sínodo de obispos sobre los jóvenes, que se inaugura la semana próxima. Difundida por órganos de prensa, la información tendría como fuente una comunicación entablada entre Wang Zuo'an - actual número dos del “Frente Unido” - con representantes de la Asociación Patriótica de los católicos chinos y del Consejo de Obispos chinos.

De ser confirmada, la noticia –la Oficina de prensa del Vaticano afirma no poseer instrucciones al respecto – indicaría un viraje positivo en la política de Beijing, tras la reciente firma del Acuerdo provisorio, dado que en ocasiones anteriores el gobierno había negado el visto bueno para su participación. Los obispos chinos fueron llamados a participar del Sínodo de 1998 por invitación de Juan Pablo II, y en el del 2005, por invitación de Benedicto XVI. En ambos casos no hubo nada que hacer, tal como ocurrió en tantas otras ocasiones a partir del Concilio Vaticano II.

Sin embargo, permanecen las dudas. La constitución episcopal Episcopalis communio del Papa Francisco referida al Sínodo, establece (Art. 2) que “los Miembros de las Asamblea del Sínodo son aquellos previstos por el can. 346 del CIC”. El Código de Derecho Canónico, en su Can. 346 - §1 establece que los obispos participantes son electos por las conferencias episcopales o tienen derecho a participar en base a las normas de las mismas conferencias (en general, son los presidentes) o son nombrados directamente por el Papa.

Ninguno de los dos casos parece aplicarse a los dos obispos chinos, sobre todo, porque el Consejo de Obispos chinos no es reconocido por el Vaticano, y tampoco puede serlo en vista de su actual composición. Y no por una cuestión nominal, sino porque su estructura no es la de una conferencia episcopal: por un lado, hay obispos (los subterráneos o clandestinos) que no participan de ella, y por otro, se admite la presencia de laicos.

Es posible que Mons. Camilleri, el subsecretario para las relaciones con los Estados, haya llevado una invitación papal a las reuniones que tuvo en Beijing con miras a la firma del acuerdo con el gobierno chino. Pero el hecho de que quien da la noticia de la participación de dos obispos en el Sínodo sea un representante chino, y que no se haya dicho nada acerca de la eventual invitación de Francisco, refuerza la preocupación de quien teme que el acuerdo termine siendo una autorización para que el gobierno controle y “guíe” la Iglesia. En todo caso faltaría la presencia de un representante de la comunidad no-oficial. Si así fuera el caso, podría ser un nuevo paso hacia la reconciliación de los católicos chinos.

Un punto que refuerza las dudas es la identidad de los dos “preseleccionados”.

Mons. Juan Bautista Yang Xiaotin estudió en la Universidad Pontificia Urbaniana y prosiguió sus estudios en los EEUU. Fue nombrado obispo por el Papa y luego aprobado por el gobierno, y está inscripto en la Asociación Patriótica, donde ocupa un rol protagónico. En apariciones públicas, ha glorificado el régimen repitiendo los eslóganes referidos a la “independencia” de la Iglesia.

Mons. José Guo Jincai (v. foto) es uno de los siete obispos excomulgados y ahora admitidos nuevamente en la comunión eclesial. Asistió al seminario de Shijiazhuang, en Hebei. Es el secretario general del Consejo de Obispos chinos, un puesto clave para el control de la Iglesia por parte del régimen. De hecho, el Partido Comunista confía este rol a una persona de absoluta confianza, que trabaje en la administración pública, es decir, a un funcionario del Estado con su correspondiente rango, salario y posición política. (FP)

Wednesday, September 26, 2018

Conferencia de prensa papal pilotada



No solamente los sínodos pueden ser pilotados, mucho más una conferencia de prensa papal. Para la muestra un botón, el de arriba es un trino de la cuenta de Twitter de Cindy Wooden, corresponsal de Catholic News Service, agencia de noticias de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. Traducimos.

Derribada por el #Papa Francisco. Él solo quería preguntas sobre el viaje al Báltico. Dije que tenía preguntas que dejó sin respuesta en el camino de vuelta desde Dublín. Eran preguntas de viaje. Simplemente no de este viaje. #Frustrada de nuevo. #Viganò.

El tema Viganò no fue el único declarado tabú en esa conferencia de prensa. Marco tosatti, escribiéndo en La Nouva Bussola Quotidiana, dice que el Pontífice tampoco deseaba que se preguntara sobre el ex-cardenal McCarrick ni sobre una información reciente que indicaría que Francisco bloqueó una investigación sobre abusos del cardenal inglés Murphy-O'Connor, más recordado por ser incluido en el grupo autodenominado “Mafia de Saint-Gall/Sankt Gallen”, que ayudó a la elección de Francisco al solio pontificio.

Card. Joseph Zen dice que el acuerdo con el Vaticano traiciona a los fieles chinos y que el Vaticano abandonará a Taiwán


El card. Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, concedió hoy una conferencia de prensa en la Casa Salesiana de Estudios, lugar donde reside, de ella reproducimos dos informaciones.

Primera información proveniente de agencia EFE, Sep-26-2018.

Hong Kong, 26 sep (EFE).- El cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, advirtió hoy de que el histórico acuerdo firmado el sábado entre el Vaticano y China podría provocar la eliminación de la llamada iglesia clandestina en el país asiático, lo que supondría "una traición" a los fieles chinos.

"El Gobierno chino acabará eliminando a la iglesia clandestina -la que es fiel al Vaticano- con la ayuda de la Santa Sede", dijo Zen, conocido por su oposición a cualquier acuerdo entre la Iglesia Católica y las autoridades chinas, ante un grupo de periodistas.

En referencia al histórico encuentro que ambas partes mantuvieron hace cuatro días, Zen, que es además el clérigo católico más antiguo en China, señaló que todas aquellas personas "contentas" con el acuerdo "están del lado del gobierno y no del de la iglesia".

"Me temo que en la parte 'clandestina' la mayoría de las personas estarán muy tristes y preocupadas", agregó.

Unos 12 millones de católicos en China están divididos entre una afiliación estatal cuyo clero es elegido por el gobierno, dado que el Partido Comunista Chino es oficialmente ateo y los grupos religiosos están estrechamente controlados por el estado, y una iglesia no oficial, o clandestina, en el territorio que jura fidelidad al Papa.

"Existe preocupación y tristeza en la iglesia clandestina y teme ser traicionada con este acuerdo", subrayó Zen, aludiendo a comentarios que le habrían llegado desde China.

China y el Vaticano rompieron relaciones diplomáticas en 1951 y desde entonces han mantenido desacuerdos sobre la designación de obispos.

El acuerdo alcanzado el pasado sábado 22 de septiembre incluye el reconocimiento histórico por parte del papa Francisco de siete obispos vivos y uno fallecido nombrados por China que hasta ahora no eran admitidos "de forma oficial" por la Santa Sede.

"Estas personas (los obispos nombrados por China) han desafiado la autoridad del Papa, ¿cómo pueden estas personas pedir perdón ahora y ser nombrados obispos?", se preguntó Zen.

También mostró su sospecha de que todo el proceso ha estado guiado "bajo el control del Gobierno chino" desde un principio.

"No pueden hacer buenas elecciones, el Gobierno solo elige a personas en las que puede confiar, pero no entiende qué es un obispo, qué es un buen obispo", dijo con contundencia el cardenal.

El cardenal de la antigua colonia británica recordó además que es el Papa quien tiene que nombrar obispos, un apunte que llega un día después de que el Papa Francisco dijera que él tendría la última palabra en la elección de los candidatos.

La segunda información proviene de agencia AFP, Sep-26-2018.

HONG KONG (AFP) - El obispo emérito de Hong Kong, Joseph Zen, estimó este miércoles que el Vaticano, tras haber sellado un acuerdo con Pekín sobre el nombramiento de obispos, estaba dispuesto a renunciar a sus relaciones oficiales con Taiwán.

El cardenal Zen, antiguo obispo de la excolonia británica, es conocido por su defensa por las libertades políticas y las reformas democráticas.

Zen siempre se manifestó contra cualquier acuerdo entre la iglesia católica y Pekín, estimando que se trataría de una traición respecto a los miembros perseguidos de la iglesia no oficial en China.

Los 12 millones de católicos chinos, según estimaciones independientes, se encuentran divididos entre una iglesia "patriótica", supeditada a las autoridades, y una clandestina, fiel a Roma.

Según el acuerdo "preliminar" firmado el sábado, el papa reconoció a siete obispos chinos que habían sido nombrados por Pekín sin su aval, así como un octavo obispo a título póstumo. Hasta entonces estaban excomulgados de facto.

Para el cardenal Zen, este acuerdo indica que el Vaticano está dispuesto a romper los vínculos con Taiwán.

"La Santa Sede, el Vaticano, está dispuesto a abandonar a Taiwán", dijo a los periodistas en Hong Kong. "Temo que los taiwaneses no lo entiendan ya que se parece a la traición de un amigo".

La isla de Taiwán vive su propio destino desde 1949, cuando los nacionalistas del Kuomintang huyeron de la China continental tras ser derrotados por las tropas de Mao Zedong. Pero Pekín sigue considerándola parte integrante de su territorio.

China exige a sus aliados que rompan relaciones diplomáticas con Taipéi. El Vaticano es uno de los últimos 17 Estados del mundo que reconoce el gobierno de Taiwán.

El cardenal Zen añadió que el acuerdo provocó el "sufrimiento espiritual" dentro de la iglesia clandestina de China. "Sienten que la Santa Sede traiciona la fe y que quiere que participen en esta traición".

"En una situación de represión creciente de la religión, ¿cómo pensar que podemos tener un acuerdo?", se pregunta.

Dos obispos chinos participarían en Sínodo sobre los jóvenes

Dice Vatican Insider, Sep-26-2018.

Los obispos chinos podrán participar en el próximo Sínodo

Por primera vez, sucesores de los apóstoles originarios de China han recibido la autorización para participar en una asamblea de la institución permanente del Colegio Episcopal de la Iglesia católica, constituida por Pablo VI en 1965. Después de la firma del acuerdo provisional entre la Santa Sede sobre las modalidades para nombrar a los obispos chinos, la Iglesia procede por la «vía de la normalidad» en China


GIANNI VALENTE | 26/09/2018
CIUDAD DEL VATICANO


Son Giovanni Battista Yang Xaoting y Giuseppe Guo Jincai los dos primeros obispos católicos que podrían participar en una asamblea general del Sínodo de la Iglesia católica.

Fue Wang Zuo'an, actual “número dos” del “Frente Unido” (según indican fuentes chinas a Vatican Insider) quien comunicó, durante un encuentro con los representantes de la Asociación patriótica de los católicos chinos y de la Conferencia Episcopal, los nombres de los dos obispos que recibieron la autorización necesaria para dejar el país y dirigirse a Roma durante el mes de octubre, para participar (salvo sorpresas) en la asamblea sinodal sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, que comenzará el próximo 3 de octubre.

Wang Zuo’an fue durante muchos años director de la Administración estatal para asuntos religiosos (SARA).

Hasta ahora nunca había sucedido. Nunca antes sucesores de los apóstoles provenientes de China habían podido participar en un encuentro de la institución permanente del Colegio Episcopal de la Iglesia católica, constituida por Pablo VI en 1965. Después de la firma del acuerdo provisional entre la Santa Sede sobre las modalidades para nombrar a los obispos chinos, la participación de dos representantes del episcopado chino en el Sínodo de los obispos sería otra señal importante de que el camino de la Iglesia comienza a proceder por el camino de la normalidad, superando progresivamente todas las anomalías que han caracterizado la condición del catolicismo durante los últimos 70 años.

Algunos obispos chinos fueron invitados sin éxito en 1998, durante el Pontificado de Juan Pablo II (Mattia Duan Yinming y Giuseppe Xu Zhixuan, obispos de Wanxian), y en 2005, durante el Pontificado de Benedicto XVI (Antonio Li Duan de Xi'an, Aloysius Jin Luxian de Shanghái, Giuseppe Wei Jingyi Qiqihar y Lucas Li Jingfeng de Fengxiang).

Giovanni Battista Yang Xiaoting, de 54 años, fue ordenado sacerdote de Zhouzhi en 1991. Estudió en Italia a partir de 1993 y obtuvo el doctorado en Sagrada Escritura en la Universidad Urbaniana en 1999. De 2000 a 2002 siguió estudiando en Estados Unidos, en donde se licenció en Sociología. Fue nombrado por el Papa Benedicto XVI coadjutor de Yan’an en 2006, enseñó en el seminario de Xi’an desde 2002 hasta que fue consagrado obispo el 15 de julio de 2010 con el mandato pontificio y con el reconocimiento del gobierno. Fue el primer sacerdote chino que obtuvo un doctorado en una Universidad Pontificia después de los años setenta del siglo pasado. En marzo de este año, el obispo Yang participó en Roma en la Conferencia Internacional: “Cristianismo en China. Impacto e inculturación”, promovida por la Facultad de Misiología de la Pontificia Universidad Gregoriana, con el apoyo Yuan Dao Study Center, y presentó una disertación sobre las obras de caridad y sociales de la Iglesia católica en China.

Giuseppe Guo Jincai, de 50 años, oriundo de Chengde y actual Secretario general de la Conferencia de los obispos chinos (organismo todavía no reconocido por la Santa Sede) estudió en el seminario de Hebéi hasta 1992. Fue ordenado obispo de Chengde sin mandato pontificio en noviembre de 2010. La ordenación episcopal (la primera administrada ilegítimamente a partir de 2006) se llevó a cabo a pesar de las vivas protestas de la Santa Sede. Participaron en la ordenación 8 obispos chinos legítimos, algunos bajo presión de los aparatos gubernamentales.

Guo Jincai es uno de los siete obispos canónicamente legitimados y que han vuelto a ser recibidos en la comunión plena por el Papa Francisco, en el marco del diálogo que ha llevado al acuerdo sino-vaticano sobre los criterios para seleccionar a los futuros obispos chinos.

La diócesis de Chengde fue fundada en 2010 según indicaciones del gobierno, para que coincidieran las entidades eclesiales con las administrativas. El Papa acaba de instituir la diócesis de Chengde, reconocida en el sistema diocesano local como diócesis «sufragánea de Beijing, con sede episcopal en la Iglesia catedral de Jesús el Buen Pastor».


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Acuerdo Vaticano-China: Tres recientes pronunciamientos de Francisco


En la acostumbrada conferencia de prensa en los vuelos de regreso de los viajes internacionales es la ocasión en la que Francisco hace las declaraciones más llamativas. No podía ser diferente en la que concedió en el vuelo de regreso de los países Bálticos a Roma el día de ayer. Nos concentramos en el reciente acuerdo Vaticano-China sobre el nombramiento de obispos.

Esta pregunta la tomamos de la traducción que proporciona Aciprensa. La versión oficial en italiano atribuye la pregunta al mismo periodista pero lo identifica como perteneciente a un medio de comunicación más aparte del que proporciona la traducción de Aciprensa.

Antonio Pelayo de Vida Nueva:

Santo Padre, hace tres días se firmó un acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno de la República China. ¿Puede darnos alguna información sobre su contenido? Porque algunos católicos chinos, en particular el Cardenal Zen, lo acusan de haber vendido la Iglesia al gobierno de Pekín tras muchos años de sufrimiento. ¿Cómo responde a estas acusaciones?

Papa Francisco:

Este es un proceso de años. Un diálogo entre la comisión vaticana y la comisión china para sistematizar el nombramiento de obispos.

El equipo vaticano ha trabajado mucho. Quisiera nombrar a algunos como Monseñor Celli, que con mucha paciencia ha ido al diálogo que ha durado años. ¡Años! También el Padre Rota Graziosi, un humilde curial de 72 años que quiere servir como sacerdote, ir a la parroquia, pero que se ha quedado en la Curia para ayudar en este proceso.

Y luego el Secretario de Estado que es un hombre muy devoto, el Cardenal Parolin, pero que tiene también una especial devoción para la observación. Todos los documentos los estudia hasta en los puntos, comas y acentos. Esto a mí me da una seguridad muy grande. También este equipo con estas cualidades ha seguido adelante.

Ustedes saben que cuando se hace un acuerdo de paz o una negociación, las dos partes pierden algo. Esta es la ley. Las dos partes, y se sigue adelante. Y esto ha seguido adelante. Dos pasos adelante, uno atrás, dos adelante, uno atrás. Luego han pasado los meses sin hablarnos y luego llegó el tiempo de hablar, que parece al tiempo chino, lentamente. Esta es sabiduría, la sabiduría de los chinos.

Y sobre los obispos que estaban en dificultad han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso de los obispos. Luego el caso del acuerdo ha regresado, se ponían los borradores en mi escritorio, se conversaba, daba mis ideas, los otros discutían y se iba adelante.

Pienso en la resistencia, en los católicos que han sufrido. Es cierto, y ellos sufrirán. Siempre en un acuerdo hay sufrimiento, pero ellos tienen una gran fe, y ellos escriben, hacen llegar los mensajes. Lo que dice la Santa Sede, lo que dice Pedro es para ellos lo que dice Jesús. Si la fe martirial de esta gente hoy sigue adelante, ¡son grandes!

El acuerdo lo he firmado yo. Al menos las cartas plenipotenciarias para firmar ese acuerdo que yo he firmado. Yo soy el responsable. Los otros que he nombrado en todo han trabajado por más de diez años. No es una improvisación, sino que es un camino, un verdadero camino.

Y luego una anécdota sencilla y un dato histórico. Dos cosas. Cuando salió aquel famoso comunicado de un ex nuncio apostólico, los episcopados del mundo me han escrito, diciendo claramente que se sentían cercanos, que rezaban por mí... Los fieles chinos han escrito y la firma de este escrito era del obispo, digamos de la Iglesia tradicional católica y del obispo de la Iglesia Patriótica, los dos juntos y los fieles juntos con ellos. Para mí ha sido una señal de Dios.

Y la segunda cosa, una anécdota también. No olvidemos que en América Latina, gracias a Dios que se ha superado esto, no olvidemos que por 350 años fueron los reyes de Portugal y España quienes nombraban los obispos y el Papa solo les daba la jurisdicción- No olvidemos el caso del Imperio Austro-húngaro. María Teresa se encargaba de firmar el nombramiento de los obispos y daba la jurisdicción el Vaticano, eran otras épocas. ¡Gracias a Dios! Que no se repitan.

Pero esto no es (…) sino que es un diálogo sobre eventuales candidatos. La cosa se hace en diálogo pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad.

Agradezco mucho esto. Nos dicen que la cena está lista y el vuelo no es muy largo. Gracias por todo su trabajo y recen por mí.


El segundo pronunciamiento es un “llamamiento” que ha hecho al final de la audiencia general de hoy Miércoles.

Llamamiento del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

El pasado sábado, 22 de septiembre se firmó en Beijing un Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de los obispos en China. El acuerdo es el fruto de un largo y reflexivo proceso de diálogo destinado a fomentar una colaboración más positiva entre la Santa Sede y las autoridades chinas para el bien de la comunidad católica en China y la armonía de toda la sociedad.

Con este espíritu, he decidido dirigir a los católicos chinos y a la entera Iglesia universal un mensaje de aliento fraterno, que se publica hoy. Con él espero que en China se pueda abrir una nueva fase, que ayude a sanar las heridas del pasado, a restablecer y mantener la plena comunión de todos los católicos chinos y a asumir con renovado compromiso el anuncio del Evangelio.

Queridos hermanos y hermanas, ¡tenemos una tarea importante! Estamos llamados a acompañar con oración ferviente y amistad fraterna a nuestros hermanos y hermanas de China. Saben que no están solos. Toda la Iglesia ora con ellos y por ellos. Le pedimos a Nuestra Señora, Madre de la Esperanza y Auxilio de los Cristianos, que bendiga y guarde a todos los católicos en China, mientras que para todo el pueblo chino invocamos de Dios el don de la prosperidad y de la paz.

En ese llamamiento se habla de un mensaje, el cual fue publicado al mediodía de Roma.

Este es el texto que ha sido identificado como “Mensaje del Papa Francisco a los católicos chinos y a la Iglesia universal”.

Mensaje del Papa Francisco a los católicos chinos y a la Iglesia universal, 26.09.2018

«Su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades»

(Salmo 100, 5).

Queridos hermanos en el episcopado, sacerdotes, personas consagradas y todos los fieles de la Iglesia católica en China: damos gracias al Señor, porque es eterna su misericordia y reconocemos que «él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño» (Sal 100,3).

En este momento resuenan en mi interior las palabras con las que mi venerado Predecesor os exhortaba en la Carta del 27 de mayo de 2007: «Iglesia católica en China, pequeña grey presente y operante en la vastedad de un inmenso Pueblo que camina en la historia, ¡cómo resuenan alentadoras y provocadoras para ti las palabras de Jesús: “No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el Reino” (Lc 12,32)! Por tanto, “alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro a Padre que está en el cielo” (Mt 5,16)» (Benedicto XVI, Carta a los católicos chinos, 27 mayo 2007, 5).

1. En los últimos tiempos, han circulado muchas voces opuestas sobre el presente y, especialmente, sobre el futuro de la comunidad católica en China. Soy consciente de que semejante torbellino de opiniones y consideraciones habrá provocado mucha confusión, originando en muchos corazones sentimientos encontrados. En algunos, surgen dudas y perplejidad; otros, tienen la sensación de que han sido abandonados por la Santa Sede y, al mismo tiempo, se preguntan inquietos sobre el valor del sufrimiento vivido en fidelidad al Sucesor de Pedro. En otros muchos, en cambio, predominan expectativas y reflexiones positivas que están animadas por la esperanza de un futuro más sereno a causa de un testimonio fecundo de la fe en tierra china.

Dicha situación se ha ido acentuando sobre todo con referencia al Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China que, como sabéis, se ha firmado recientemente en Pekín. En un momento tan significativo para la vida de la Iglesia, y a través de este breve Mensaje, deseo, sobre todo, aseguraros que cada día os tengo presentes en mi oración además de compartir con vosotros los sentimientos que están en mi corazón.

Son sentimientos de gratitud al Señor y de sincera admiración —que es la admiración de toda la Iglesia católica— por el don de vuestra fidelidad, de la constancia en la prueba, de la arraigada confianza en la Providencia divina, también cuando ciertos acontecimientos se demostraron particularmente adversos y difíciles.

Tales experiencias dolorosas pertenecen al tesoro espiritual de la Iglesia en China y de todo el Pueblo de Dios que peregrina en la tierra. Os aseguro que el Señor, precisamente a través del crisol de las pruebas, no deja nunca de colmarnos de sus consolaciones y de prepararnos para una alegría más grande. Con el Salmo 126 tenemos la certeza de que «los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares» (v. 5).

Sigamos, entonces, con la mirada fija en el ejemplo de tantos fieles y pastores que no han dudado en ofrecer su “testimonio maravilloso” (cf. 1 Tm 6,13) al Evangelio, hasta el ofrecimiento de la propia vida. Se han de considerar como verdaderos amigos de Dios.

2. Por mi parte, siempre he considerado a China como una tierra llena de grandes oportunidades, y al Pueblo chino como artífice y protector de un patrimonio inestimable de cultura y sabiduría, que se ha ido acrisolando resintiendo a las adversidades e integrando las diferencias, y que tomó contacto, no por casualidad, desde tiempos remotos con el mensaje cristiano. Como decía con gran sutileza el P. Mateo Ricci, S.J., desafiándonos a vivir la virtud de la confianza, «antes de establecer una amistad, se necesita observar; después de tenerla, se necesita confianza mutua» (De Amicitia, 7).

Tengo también la convicción de que el encuentro solo será auténtico y fecundo si se realiza poniendo en práctica el diálogo, que significa conocerse, respetarse y “caminar juntos” para construir un futuro común de mayor armonía.

En este surco se coloca el Acuerdo Provisional, que es fruto de un largo y complejo diálogo institucional entre la Santa Sede y las Autoridades chinas, iniciado ya por san Juan Pablo II y seguido por el Papa Benedicto XVI. A lo largo de dicho recorrido, la Santa Sede no tenía —ni tiene— otro objetivo, sino el de llevar a cabo los fines espirituales y pastorales que le son propios; es decir, sostener y promover el anuncio del Evangelio, así como el de alcanzar y mantener la plena y visible unidad de la comunidad católica en China.

Sobre el valor y finalidades de dicho Acuerdo, deseo proponeros algunas reflexiones, ofreciéndoos además alguna sugerencia de espiritualidad pastoral para el camino que, en esta nueva fase, estamos llamados a recorrer.

Se trata de un camino que, como la etapa precedente, «requiere tiempo y presupone la buena voluntad de las partes» (Benedicto XVI, Carta a los católicos chinos, 27 mayo 2007, 4), pero para la Iglesia, dentro y fuera de China, no se trata solo de adherirse a valores humanos, sino de responder a una vocación espiritual: salir de sí misma para abrazar «el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de todos los afligidos» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. ap. Gaudium et spes, 1), así como los desafíos del presente que Dios le confía. Por tanto, es una llamada eclesial para que nos hagamos peregrinos en los caminos de la historia, confiando ante todo en Dios y en sus promesas, como hicieron Abrahán y nuestros padres en la fe.

Abrahán, llamado por Dios, obedeció partiendo hacia una tierra desconocida que tenía que recibir en heredad, sin conocer el camino que se abría ante él. Si Abrahán hubiera pretendido condiciones, sociales y políticas, ideales antes de salir de su tierra, quizás no hubiera salido nunca. Él, en cambio, confió en Dios y por su Palabra dejó su propia casa y sus seguridades. No fueron pues los cambios históricos los que le permitieron confiar en Dios, sino que fue su fe auténtica la que provocó un cambio en la historia. La fe, de hecho, «es fundamento de lo que se espera y garantía de lo que no se ve. Por ella son recordados los antiguos» (Heb 11,1-2).

3. Como Sucesor de Pedro, deseo confirmaros en esta fe (cf. Lc 11,32) —en la fe de Abrahán, en la fe de la Virgen María, en la fe que habéis recibido—, para invitaros a que pongáis cada vez con mayor convicción vuestra confianza en el Señor de la historia, discerniendo su voluntad que se realiza en la Iglesia. Invoquemos el don del Espíritu para que ilumine la mente, encienda el corazón y nos ayude a entender hacia dónde nos quiere llevar para superar los inevitables momentos de cansancio y tener el valor de seguir decididamente el camino que se abre ante nosotros.

Con el fin de sostener e impulsar el anuncio del Evangelio en China y de restablecer la plena y visible unidad en la Iglesia, era fundamental afrontar, en primer lugar, la cuestión de los nombramientos episcopales. Todos conocéis que, lamentablemente, la historia reciente de la Iglesia católica en China ha estado dolorosamente marcada por las profundas tensiones, heridas y divisiones que se han polarizado, sobre todo, en torno a la figura del obispo como guardián de la autenticidad de la fe y garante de la comunión eclesial.

Cuando, en el pasado, se pretendió determinar también la vida interna de las comunidades católicas, imponiendo el control directo más allá de las legítimas competencias del Estado, surgió en la Iglesia en China el fenómeno de la clandestinidad. Dicha experiencia —cabe señalar— no es normal en la vida de la Iglesia y «la historia enseña que pastores y fieles han recurrido a ella sólo con el doloroso deseo de mantener íntegra la propia fe» (Benedicto XVI, Carta a los católicos chinos, 27 mayo 2007, 8).

Quisiera daros a conocer que, desde que me fue confiado el Ministerio Petrino, he experimentado gran consuelo al constatar el sincero deseo de los católicos chinos de vivir su fe en plena comunión con la Iglesia universal y con el Sucesor de Pedro, que es «el principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de fieles» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 23). De este deseo, he recibido durante estos años numerosos signos y testimonios concretos, también de parte de los que, incluso obispos, han herido la comunión en la Iglesia, a causa de su debilidad y de sus errores, pero, además, no pocas veces, por la fuerte e indebida presión externa.

Por lo tanto, después de haber examinado atentamente cada situación personal y escuchado distintos pareceres, he reflexionado y rezado mucho buscando el verdadero bien de la Iglesia en China. Finalmente, ante el Señor y con serenidad de juicio, en continuidad con las directrices de mis Predecesores inmediatos, he decidido conceder la reconciliación a los siete restantes obispos “oficiales” ordenados sin mandato pontificio y, habiendo remitido toda sanción canónica relativa, readmitirlos a la plena comunión eclesial. Al mismo tiempo, les pido a ellos que manifiesten, a través de gestos concretos y visibles, la restablecida unidad con la Sede Apostólica y con las Iglesias dispersas por el mundo, y que se mantengan fieles a pesar de las dificultades.

4. En el sexto año de mi Pontificado, que ya desde los primeros pasos puse bajo el amor misericordioso de Dios, invito por lo tanto a todos los católicos chinos a que se hagan artífices de reconciliación, recordando con renovado empuje apostólico las palabras de san Pablo: «Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la reconciliación» (2 Co 5,18).

De hecho, como escribí al concluir el Jubileo Extraordinario de la misericordia, «no existe ley ni precepto que pueda impedir a Dios volver a abrazar al hijo que regresa a él reconociendo que se ha equivocado, pero decidido a recomenzar desde el principio. Quedarse solamente en la ley equivale a banalizar la fe y la misericordia divina. […] Incluso en los casos más complejos, en los que se siente la tentación de hacer prevalecer una justicia que deriva sólo de las normas, se debe creer en la fuerza que brota de la gracia divina» (Carta ap. Misericordia et misera, 20 noviembre 2016, 11).

Con este espíritu, y con las decisiones adoptadas, podemos iniciar un camino inédito, que confiamos en que ayudará a sanar las heridas del pasado, a restablecer la plena comunión de todos los católicos chinos y a abrir una fase de mayor colaboración fraterna, para asumir con renovado compromiso la misión de anunciar el Evangelio. En efecto, la Iglesia existe para dar testimonio de Jesús y del amor del Padre que perdona y salva.

5. El Acuerdo Provisional firmado con las Autoridades chinas, aun cuando está circunscrito a algunos aspectos de la vida de la Iglesia y está llamado necesariamente a ser mejorado, puede contribuir —por su parte— a escribir esta nueva página de la Iglesia católica en China. Por primera vez, se contemplan elementos estables de colaboración entre las Autoridades del Estado y la Sede Apostólica, con la esperanza de asegurar buenos pastores a la comunidad católica.

En este contexto, la Santa Sede desea hacer lo que le corresponde hasta el final, pero también vosotros, obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, tenéis un papel importante: buscar de forma conjunta buenos candidatos que sean capaces de asumir en la Iglesia el delicado e importante servicio episcopal. No se trata, en efecto, de nombrar funcionarios para la gestión de las cuestiones religiosas, sino de tener pastores auténticos según el corazón de Jesús, entregados con su trabajo generoso al servicio del Pueblo de Dios, especialmente de los más pobres y débiles, teniendo en cuenta las palabras del Señor: «El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos» (Mc 10,43-44).

En este sentido, es evidente que un Acuerdo no es nada más que un instrumento, y por sí solo no podrá resolver todos los problemas existentes. En realidad, este resultaría ineficaz y estéril si no fuera acompañado por un compromiso profundo de renovación de la conducta personal y del comportamiento eclesial.

6. A nivel pastoral, la comunidad católica en China está llamada a permanecer unida, para superar las divisiones del pasado que tantos sufrimientos han provocado y lo siguen haciendo en el corazón de muchos pastores y fieles. Que todos los cristianos, sin distinción, hagan ahora gestos de reconciliación y de comunión. En este sentido, tomemos en serio la advertencia de san Juan de la Cruz: «A la tarde te examinarán en el amor» (Palabras de luz y de amor, 1,60).

Que, en el ámbito civil y político, los católicos chinos sean buenos ciudadanos, amen totalmente a su Patria y sirvan a su País con esfuerzo y honestidad, según sus propias capacidades. Que, en el plano ético, sean conscientes de que muchos compatriotas esperan de ellos un grado más en el servicio del bien común y del desarrollo armonioso de la sociedad entera. Que los católicos sepan, de modo particular, ofrecer aquella aportación profética y constructiva que ellos obtienen de su fe en el reino de Dios. Esto puede exigirles también la dificultad de expresar una palabra crítica, no por inútil contraposición, sino con el fin de edificar una sociedad más justa, más humana y más respetuosa con la dignidad de cada persona.

7. Me dirijo a todos vosotros, queridos hermanos obispos, sacerdotes y personas consagradas, que «servís al Señor con alegría» (Sal 100,2). Que nos reconozcamos como discípulos de Cristo en el servicio al Pueblo de Dios. Que vivamos la caridad pastoral como brújula de nuestro ministerio. Que superemos las contradicciones del pasado, la búsqueda de intereses personales y atendamos a los fieles, haciendo nuestras sus alegrías y sufrimientos. Que trabajemos humildemente por la reconciliación y la unidad. Que retomemos con fuerza y pasión el camino de la evangelización, como señaló el Concilio Ecuménico Vaticano II.

A todos vosotros os digo nuevamente con afecto: «Nos moviliza el ejemplo de tantos sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se dedican a anunciar y a servir con gran fidelidad, muchas veces arriesgando sus vidas y ciertamente a costa de su comodidad. Su testimonio nos recuerda que la Iglesia no necesita tantos burócratas y funcionarios, sino misioneros apasionados, devorados por el entusiasmo de comunicar la verdadera vida. Los santos sorprenden, desinstalan, porque sus vidas nos invitan a salir de la mediocridad tranquila y anestesiante» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 19 marzo 2018, 138).

Os ruego con convicción que pidáis la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame que demos un paso adelante: «Pidamos el valor apostólico de comunicar el Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. En todo caso, dejemos que el Espíritu Santo nos haga contemplar la historia en la clave de Jesús resucitado. De ese modo la Iglesia, en lugar de estancarse, podrá seguir adelante acogiendo las sorpresas del Señor» (ibíd., 139).

8. En este año, en el que toda la Iglesia celebra el Sínodo de los Jóvenes, deseo dirigirme especialmente a vosotros, jóvenes católicos chinos, que atravesáis las puertas de la Casa del Señor «con himnos dándole gracias y bendiciendo su nombre» (Sal 100,4). Os pido que colaboréis en la construcción del futuro de vuestro País con los dones personales que habéis recibido y con vuestra fe joven. Os animo a llevar a todos, con vuestro entusiasmo, la alegría del Evangelio.

Estad dispuestos a acoger como guía segura al Espíritu Santo, que indica al mundo de hoy el camino hacia la reconciliación y la paz. Dejaos sorprender por la fuerza renovadora de la gracia, también cuando os pueda parecer que el Señor os pide un compromiso superior a vuestras fuerzas. No tengáis miedo de escuchar su voz que os pide fraternidad, encuentro, capacidad de diálogo y de perdón, y espíritu de servicio, a pesar de tantas experiencias dolorosas del pasado reciente y de las heridas todavía abiertas.

Abrid el corazón y la mente para discernir el plan misericordioso de Dios, que nos pide superar los prejuicios personales y antagonismos entre los grupos y las comunidades, para abrir un camino valiente y fraterno a la luz de una auténtica cultura del encuentro.

Muchas son las tentaciones de hoy: el orgullo del éxito mundano, la cerrazón en las propias certezas, la supremacía dada a las cosas materiales como si Dios no existiese. Id contracorriente y permaneced firmes en el Señor: «Él solo es bueno», solo «su misericordia es eterna», solo su fidelidad dura «por todas las edades» (Sal 100,5).

9. Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia universal: todos debemos reconocer como uno de los signos de nuestro tiempo lo que está sucediendo hoy en la vida de la Iglesia en China. Tenemos una tarea importante: acompañar con la oración fervorosa y la amistad fraterna a nuestros hermanos y hermanas en China. De hecho, ellos deben experimentar que no están solos en el camino que en este momento se abre ante ellos. Es necesario que sean acogidos y ayudados como parte viva de la Iglesia: «Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos» (Sal 133,1).

Que cada comunidad católica local, en todo el mundo, se comprometa a valorizar y a acoger el tesoro espiritual y cultural específico de los católicos chinos. Ha llegado la hora en que probemos juntos los frutos genuinos del Evangelio sembrado en el seno del antiguo “Reino del Medio” y que elevemos al Señor Jesucristo el canto de la fe y de la acción de gracias, embellecido con auténticas notas chinas.

10. Me dirijo con respeto a los que guían la República Popular China y renuevo la invitación a continuar el diálogo iniciado hace tiempo con confianza, valentía y amplitud de miras. Deseo asegurar que la Santa Sede seguirá trabajando sinceramente para crecer en la auténtica amistad con el Pueblo chino.

Los contactos actuales entre la Santa Sede y el Gobierno chino se están revelando útiles para superar las contraposiciones del pasado, también reciente, y para escribir una página de colaboración más serena y concreta en la certeza de que «las incomprensiones no favorecen ni a las Autoridades chinas ni a la Iglesia católica en China» (Benedicto XVI, Carta a los católicos chinos, 27 mayo 2007, 4).

De este modo, China y la Sede Apostólica, llamadas por la historia a una tarea difícil pero apasionante, podrán actuar más positivamente a favor del crecimiento ordenado y armonioso de la comunidad católica en tierra china, y se esforzarán en promover el desarrollo integral de la sociedad, asegurando un mayor respeto por la persona humana también en el ámbito religioso, trabajando de forma concreta en la protección del ambiente en el que vivimos y en la construcción de un futuro de paz y de fraternidad entre los pueblos.

Es de suma importancia que también en China, a nivel local, se profundicen cada vez más las relaciones entre los Responsables de las comunidades eclesiales y las Autoridades civiles, mediante un diálogo sincero y una escucha sin prejuicios que permita superar las actitudes recíprocas de hostilidad. Se tiene que aprender un estilo nuevo de colaboración sencilla y cotidiana entre las Autoridades locales y las eclesiásticas —obispos, sacerdotes, ancianos de las comunidades— de tal modo que se garantice el desarrollo ordenado de las actividades pastorales, armonizando las expectativas legítimas de los fieles y las decisiones que son competencia de las Autoridades.

Esto ayudará a comprender que la Iglesia en China no es ajena a la historia china, ni pide ningún privilegio: su finalidad en el diálogo con las Autoridades civiles es la de «llegar a una relación basada en el respeto recíproco y en el conocimiento profundo» (ibíd.).

11. En nombre de toda la Iglesia, pido al Señor el don de la paz, a la vez que os invito a todos a invocar conmigo la protección maternal de la Virgen María.

Madre del cielo, escucha la voz de tus hijos, que humildemente invocan tu nombre.

Virgen de la esperanza, a ti confiamos el camino de los creyentes en la noble tierra de China. Te pedimos que presentes al Señor de la historia las tribulaciones y las fatigas, las súplicas y las esperanzas de los fieles que te rezan, oh Reina del cielo.

Madre de la Iglesia, te consagramos el presente y el futuro de las familias y de nuestras comunidades. Protégelas y ayúdalas en la reconciliación fraterna y en el servicio hacia los pobres que bendicen tu nombre, oh Reina del cielo.

Consoladora de los afligidos, nos dirigimos a ti para que seas refugio de los que lloran en la hora de la prueba. Vela sobre tus hijos que alaban tu nombre, haz que lleven juntos el anuncio del Evangelio. Acompaña sus pasos por un mundo más fraterno, haz que todos lleven la alegría del perdón, oh Reina del cielo.

María, Auxilio de los cristianos, te pedimos para China días de bendición y de paz. Amén.


Vaticano, 26 de septiembre de 2018

FRANCISCO

Tuesday, September 25, 2018

La Iglesia católica alemana pide perdón a las víctimas de pederastia


Información de agnecia AFP, Sep-25-2018.

La Iglesia católica alemana pide perdón a las víctimas de pederastia

La Iglesia católica alemana se disculpó oficialmente este martes tras la publicación de un informe que revela agresiones sexuales a más de 3.600 menores, cometidas durante décadas por miembros del clero.

"Quiero pedir disculpas", dijo el presidente de la conferencia episcopal alemana, Reinhard Marx, en rueda de prensa.

"Los abusos sexuales son un crimen y tienen que ser castigados", añadió, lamentado que la Iglesia haya "durante demasiado tiempo mirado a otra parte, disimulado, negado" los hechos.

El documento de un total de 356 páginas, cuyo contenido fue filtrado a la prensa a mediados de septiembre, informa de al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría niños menores de 13 años, que sufrieron abusos perpetrados por unos 1.670 clérigos.

"La magnitud de los abusos me estremeció", señaló el profesor Harald Dressing, del Instituto de psicología de Mannheim (oeste), quien coordinó el estudio.

Peor aún, en su opinión el problema está lejos de ser algo del pasado. "Los abusos sexuales son un problema perenne, y no un problema histórico" en la Iglesia católica, advirtió en la misma conferencia de prensa.

La Iglesia católica alemana, que constituye la primera religión del país, con más de 23 millones de fieles a fines de 2017, no sufre su primer escándalo de este tipo y las presiones aumentan para que los mismos sean atacados a fondo.

El poder político ha intervenido al respecto, a través de la ministra de Justicia, Katarina Barley, quien exigió a la Iglesia que colabore con las autoridades judiciales

Reunida hasta el viernes en Fulda, la Conferencia Episcopal Alemana presentará el informe encargado hace cuatro años por la Iglesia.

"No es sencillo" hablar de abusos sexuales en la Iglesia, pero no hay "que amilanarse ante el desafío", declaró hace poco el presidente de la Conferencia Episcopal, Reinhard Marz, durante una misa, después de que los principales pasajes del informe fueran publicados por la prensa.

Durante la conferencia se abrirán una línea telefónica de apoyo para las víctimas y una página web sobre esos abusos, según un portavoz.

La ministra alemana de Justicia reclamó un profundo "cambio de cultura" en el seno de la Iglesia. Esta debe asegurarse de que los culpables sean castigados, "denunciando" los abusos "para que las fiscalías puedan tratar cada caso", exigió Katarina Barley en una entrevista para el semanario Der Spiegel.

- "Punta del iceberg" -

Esos datos "indignantes" son solo "probablemente la punta del iceberg", declaró la ministra Barley, ya que los miembros de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen que llevaron a cabo la investigación no tuvieron un acceso directo a los archivos de las 27 diócesis alemanas.

Para su informe solamente pudieron examinar los 38.000 expedientes y manuscritos seleccionados y transmitidos por la Iglesia.

"No me sorprende este estudio. Está bien que al fin se logren publicar datos y entender el alcance del problema. Esto permite también comprobar cuántos curas son culpables: el estudio habla de entre el 4 y el 5% del clero alemán", dijo a la AFP Jörg Schuh, portavoz del centro de acogida de víctimas de abusos sexuales Tauwetter.

Apenas un tercio de los sospechosos fueron juzgados en virtud del derecho canónico, pero recibieron sanciones mínimas o incluso ningún castigo. A menudo se les trasladaba a otra diócesis sin que los fieles fueran informados del posible peligro para los niños.

El papa Francisco, que ha recibido críticas por su gestión de los escándalos, convocó recientemente a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo a una reunión en el Vaticano en febrero de 2019 para abordar "la protección de los menores".

Alemania ya fue escenario de varios escándalos relacionados con la Iglesia. Uno de los más sonados salió a la luz en julio de 2017, con la publicación de un informe sobre las agresiones físicas y los abusos sexuales sufridos por al menos 547 niños del famoso coro católico de Ratisbona entre 1945 y 1992.