Magnum Principium en acción: “Traducción alternativa del Misal Romano”, buscarán obispos neozelandeses
El primer Domingo de Adviento de 2011 entraba en uso la traducción en inglés de la Tercera Edición Típica del nuevo Misal Romano (una explicación sucinta en español de itinerario recorrido puede leerse en este documento de la Conferencia Episcopal de EEUU), es decir, que apenas se van a completar seis años de ello. En escencia lo que ocurrió con las traducciones del nuevo Misal Romano, la más liberal había sido la de lengua inglesa, cosa que que paulatinamente se intentó corregir, sobre todo en tiempos de Juan Pablo II. En Abril de 2010 la Congregación para el Culto Divino concedió la recognitio de la traducción del ICEL (sigla de la comisión que en inglés se llama International Commission on English in the Liturgy, que es la comisión conformada por las diferentes conferencias episcopales en donde el inglés es utilizado para las celebraciones litúrgicas), que entró en vigor en tiempos de Benedicto XVI, no sin resistencias y críticas (como la que publicamos de unos sacerdotes australianos que en la época querían un ‘indulto’ para seguir usando la traducción liberal hasta entonces en uso, o como otra de Irlanda).
Con la reciente publicación del motu proprio Magnum Principium de Francisco, que deja la libertad a las conferencias episcopales para que introduzcan todo género de aberraciones en la liturgia sin someterse a Roma, ya se alzan voces en el mundo angloparlante que, con tan sólo seis años de tener en uso una traducción del nuevo Misal Romano, quieren regresar a la traducción liberal que tenían antes de 2011 ó fabricar una nueva.
En el sitio de internet de la diócesis de Auckland, Nueva Zelanda, se lee una “declaración de los obispos de Nueva Zelanda dando la bienvenida al edicto [sic] sobre la traducción de los textos litúrgicos”, Oct-26-2017, en donde se infiere la intención arriba señalada. Dice en un aparte la declaración:
La Conferencia de Obispos Católicos de Nueva Zelanda agradecida da la bienvenida a esta directiva del Papa Francisco. Apreciamos el atrevido paso que ha dado para garantizar que las traducciones de los textos litúrgicos sean del más alto nivel.
El Papa Francisco ha declarado que tres principios deberían guiar el trabajo de la traducción litúrgica: fidelidad al texto original; fidelidad al lenguaje particular en el que se traduce; y, un compromiso con la inteligibilidad del texto. Por lo tanto, se debe mantener el respeto por la propia sintaxis, la estructura y los giros de lenguaje se deben respetar.
Al igual que muchos sacerdotes y feligreses, compartimos la frustración referente a algunos aspectos de la traducción actual del Misal Romano y reiteramos nuestro deseo de belleza, comprensión y participación en y a través de la sagrada liturgia.
Trabajaremos en colaboración con las Conferencias de Obispos de habla inglesa en todo el mundo, mientras buscamos explorar prudente y pacientemente la posibilidad de una traducción alternativa del Misal Romano y la revisión de otros textos litúrgicos.