Wednesday, October 11, 2017

25 años del Catecismo: La próxima actualización se relacionará con la aceptación de la pena de muerte por pertenecer “a una mentalidad más legalista que cristiana”

Hoy el Catecismo de la Iglesia Católica cumple 25 años, a tal ocasión se ha referido hoy Francisco en una alocución a los participantes del encuentro promovido por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Este es un artículo de ABC, Oct-11-2017.

En un nuevo paso en el camino marcado por san Juan Pablo II, el Papa Francisco ha declarado la pena de muerte «inadmisible» en cualquier circunstancia durante un discurso pronunciado en la tarde del miércoles con motivo del 25 aniversario del Catecismo de la Doctrina Católica, que marcó el cambio de rumbo hace un cuarto de siglo.

Según el Santo Padre, «se debe afirmar con fuerza que la pena de muerte es una medida inhumana que humilla, en todas sus formas, la dignidad de la persona» y «es, en sí misma contraria al Evangelio porque se decide voluntariamente suprimir una vida humana que es siempre sagrada a los ojos del Creador».

Por lo tanto, según Francisco, «es necesario confirmar que, por grave que pueda ser el delito cometido, la pena de muerte es inadmisible ya que atenta contra la inviolabilidad y dignidad de la persona humana».

Hace 25 años, Juan Pablo II sufrió fuertes críticas de los católicos de Estados Unidos al proclamar en el nuevo Catecismo que en la mayor parte de los países con un cierto nivel de desarrollo ya no se daban las circunstancias para condenar a nadie a la pena de muerte, por existir medios alternativos para impedir que la persona cometa nuevos daños.

El Papa Francisco afirma ahora que el texto debe modificarse de nuevo para excluir esa condena en todos los casos, recogiendo «no solo el progreso de la doctrina a cargo de los últimos Pontífices sino también la nueva conciencia del pueblo cristiano, que rechaza una pena que daña gravemente la dignidad humana».

En su discurso, el Papa reconoce que «en siglos pasados, la pena de muerte parecía la consecuencia lógica de la aplicación de la justicia», y lamenta que «por desgracia, también en el Estado Pontificio se recurrió a este remedio inhumano».

Según Francisco, ante esa desviación del Evangelio, «asumimos la responsabilidad del pasado y reconocemos que aquellos medios eran dictados por una mentalidad más legalista que cristiana».

Sus palabras hacían eco a la solemne petición de perdón por las culpas del pasado, realizada por el Papa Juan Pablo II y el cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, en la basílica de San Pedro durante el Jubileo del Año 2000.

Francisco se expresa con los sacerdotes de Lyon sobre Amoris Lætitia


Dijimos en Oct-05-2017 que los sacerdotes de Lyon, Francia, habían visitado a Benedicto XVI, pero también habían sido recibidos por Francisco en audiencia. En esa audiencia, según La Croix, Francisco habló sobre Amoris Lætitia.

La siguiente es la versión en español de dicho artículo.

El Papa se expresa con los sacerdotes de Lyon sobre ‘Amoris laetitia’

En la reunión el jueves 5 octubre por la mañana con los sacerdotes de la diócesis de Lyon, el Papa rezó por Laura y Mauranne, las víctimas del atentado de Marsella, y sus familias.

El papa Francisco se reunió, el jueves 5 de octubre por la mañana, en el Vaticano, con más de 80 sacerdotes de la diócesis de Lyon que realizaban en Roma su sesión anual de reanudación del trabajo. Un encuentro marcado por el atentado en la estación Saint-Charles de Marsella, el domingo 1 de octubre, ya que una de las víctimas vivía en Rillieux-la-Pape, una comuna de la Metrópolis de Lyon, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes.

Mientras que el cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, mencionó a las víctimas, cuyos funerales tenían lugar en ese momento cerca de Marsella, el Papa, “verdaderamente conmovido”, respondió que “rezaba por Laura y Mauranne y bendecía a sus familias”, según informó Mons. Emmanuel Gobilliard, obispo auxiliar de Lyon.

La mayor parte de este encuentro, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, estaba, sin embargo, consagrada a la exhortación apostólica Amoris laetitia, sobre la que los sacerdotes lioneses pudieron, durante más de una hora, interrogar al Papa, que se expresó, sin apuntes, en italiano.

“Nos invitó a considerar a las personas, no como adjetivos, sino como sustantivos, a no calificar primero a la gente como “casados”, “divorciados”, “tres veces divorciados”, cuenta Mons. Gobilliard.

Según el obispo auxiliar de Lyon, Francisco recordó también que “detrás de Amoris laetitia, está Santo Tomás de Aquino, pero la gran teología tomista, no la escolástica decadente”.

“Destacó que hay una verdadera reflexión teológica, pero que esta teología no era una casuística, que no hay que dirigirse a la gente como casos, o pensar en términos de “hay que”/no hay que”, “debemos/no debemos””, prosiguió Mons. Gobilliard.

“El Papa confía en los sacerdotes”

Preguntado sobre el discernimiento, el Papa reconoció que este era “complicado”. “Pero insistió en el hecho de que el discernimiento debe ir con la escucha y el acompañamiento, que no es la moral ni la teología las que van primero, sino el Evangelio”.

“Para el Papa, siempre hay que actuar con mucha caridad, pero también, hay que prestar atención a la permisividad y al relativismo”, prosigue el obispo auxiliar de Lyon. “Hay momentos en los que hay que decir “sí”, y en otros “no”.

“Insistió también en la finalidad, que es el crecimiento de las personas, dándonos tres palabras clave: la reflexión, la oración y el diálogo. Así es, por cierto, como se mostró con nosotros durante todo el encuentro”, destaca el obispo auxiliar de Lyon, para quien “el Papa se niega a decir a los sacerdotes cómo actuar y prefiere confiar en nosotros”.


Celibato de los sacerdotes: “no hay razón para cambiar, de momento”

Francisco mencionó también la cuestión de la preparación al matrimonio, contando la reflexión de una señora que le decía que los sacerdotes hacían ocho años de seminario y podían abandonar el sacerdocio y casarse, mientras que los esposos tenían tres cursos antes de un matrimonio que duraba toda la vida…

“Reconoció que la preparación al matrimonio debía ser seriamente revisada, hablando de nuevo de “catecumenado” del matrimonio”, informa Mons. Gobilliard, “y que debemos incitar también a la gente a no presionar demasiado por razones culturales o sociales”.

Al principio de la reunión, el Papa también fue preguntado por el celibato sacerdotal. Explicando que este debía ser vivido como “un don alegre para la Iglesia”, destacó que “no veía por qué esto debería cambiar por el momento”.

Encuentro con Benedicto XVI

A la salida de este encuentro, los sacerdotes lioneses se reunieron también con el papa emérito Benedicto XVI ante la Gruta de Lourdes de los jardines del Vaticano y rezaron con él.

“Mencionó a Santa Irene de Lyon, “a quien la Iglesia debe mucho””, informa Mons. Gobilliard, muy afectado por este encuentro y conmovido por la vivacidad de espíritu de Benedicto XVI, así como por su cansancio físico. “Se nota que está cansado, pero asume totalmente su vejez y no tiene ninguna vergüenza de mostrar su debilidad física, lo cual es un bello mensaje”.

Se acepta renuncia a obispo en Indonesia. Otra visita apostólica que sale mal para el visitado


El boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Oct-11-2017, dice en la sección de renuncias y nombramientos.

Renuncia del obispo de Ruteng (Indonesia y nombramiento de administrador apostólico, Sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la misma diócesis

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Ruteng (Indonesia) presentada por S. E. Mons. Hubertus Leteng, y ha nombrado administrador apostólico, Sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la misma diócesis a S.E. Mons. Sylvester San, obispo de Denpasar.

En otras ocasiones hemos señalado cómo las visitas apostólicas suelen resultar mal para el visitado, y esta no lo es diferente.

Antonius Subianto Bunjamin es el nombre del visitador apostólico que había nombrado el Vaticano para la diócesis de Ruteng, en Agosto pasado había terminado su trabajo, dejando al Vaticano para que tomara la decisión, la cual se produjo hoy, como señalamos arriba.

Las acusasiónes era que el obispo Leteng había malversado unos 100.000 Dólares de fondos pertenecientes a la Iglesia y que además tenía una amante. Leteng había tomado prestados unos 94.000 Dólares pertenecientes a la Conferencia Episcopal y otros 30.000 pertenecientes a la diócesis de Ruteng, alergando que era para financiar la educación de un anónimo jóven pobre. En cuanto a lo de la amante, Mons. Leteng dijo que eran “calumnias”.

En Junio pasado un grupo de sacerdotes había renunciado para protestar en contra de la administración de Mons. Leteng.

Evidentemente ni el Vaticano, ni la diócesis de Ruteng, ni los obispos de Indonesia mencionan estas referencias en relación con la renuncia de Mons. Leteng.