Monday, September 25, 2017

www.greatfirewallofvatican.org


Muy al comienzo de este blog descubrimos que el entrometido y controlador gobierno comunista chino nos impedía llegar a China, ello gracias a cierto sitio llamado www.greatfirewallofchina.org.

Luego, en 2013 reportamos que en el Vaticano descargan ilegalmente películas porno, cosa que para 2014 no es que hubiera cambiado mucho.

Bien, en el Vaticano pueden ver porno y descargarlo, pero si alguien desea suscribir la “corrección filial” —que no es “corrección formal”— publicada ayer en el sitio www.correctiofilialis.org, no podrá hacerlo. ¿Se parece esto en algo a lo que escribimos arriba del entrometido y controlador gobierno comunista chino?

En un primer instante el día de hoy se dijo que lo que había sucedido era que habían bloqueado el acceso al sitio, pero andadas las horas la secretaría para la comunicación de la Santa Sede hizo la aclaración, que no era bloqueada sino que tenía filtros (¡tan misericordinos ellos!). Así que le dejamos la idea al que quiera tomarla: Ya es hora de que vayan creando el sitio www.greatfirewallofvatican.org, o algo similar.

Un primer despacho de agencia ANSA, explicando la medida.

CIUDAD DEL VATICANO, 25 SET - La secretaría para la comunicación de la Santa Sede colocó un filtro a la página web en la cual se puede adherir a la iniciativa que acusa al papa Francisco de cometer siete herejías vinculadas a la exhortación apostólica "Amoris laetitia".

De las computadoras del Vaticano se puede acceder a la página en cuestión, en todas las lenguas, pero no se puede adherir a la propuesta.

Quien quiera leer desde una computadora vaticana la petición que acusa al Papa de herejía podrá hacerlo, pero no podrá bajo ningún concepto manifestar su adhesión, o sea "firmar" el petitorio por internet. Lo podrá hacer desde su casa.

En consecuencia, desde las computadoras del Vaticano es imposible "firmar" la página www.correctiofilialis.org, que acusa a Francisco de herejía, modernismo y de tener demasiado entusiasmo por Martin Lutero.

Los técnicos explicaron que se trata del mismo tipo de filtros, comunes a todas las empresas, que bloquean el acceso de las computadoras públicas vaticanas a sitios pornográficos o a la adquisición de productos on line y otras transacciones económicas.

Unas tres horas después, la misma agencia ANSA publicó este otro despacho un poco más amplio, explicando la generosa medida vaticana.

CIUDAD DEL VATICANO, 25 SET - La petición de tradicionalistas y lefrebvianos que acusa al papa Francisco de herejía puede leerse en las computadoras públicas del Vaticano pero si alguien desea adherir a la iniciativa deberá "firmarla" desde otro equipo que no tenga una dirección IP de la Santa Sede.

Cualquiera podrá adherir a la propuesta contra el accionar de Jorge Bergoglio a través de Internet pero deberá asumir su responsabilidad. A partir de esta aclaración y de los filtros y protección de los datos de sus computadoras que impiden realizar este trámite, el Vaticano, sin querer, llamó hoy la atención sobre una cuestión hasta ahora descuidada: quiénes firmaron la petición que acusa al pontífice y a toda la asamblea de obispos católicos de herejía?.

Comprender quiénes firmaron significa evaluar los fundamentos y la sensatez de las acusaciones. Y tener algún elemento sobre el momento de la publicación. Contrariamente a los famosos "dubia" (cinco preguntas concretas que solo apelan a responder "Sí" o "No", Ndr), que habían sido promovidos por cuatro cardenales, no hay cardenales entre los firmantes de la petición, tampoco obispos católicos: el único es Bernard Fellay, el jefe de los lefebvrianos.

El primer signatario es un psicólogo y periodista holandés, el segundo un jurista estadounidense jubilado, sigue un sacerdote diocesano y la lista prosigue en esta línea.

Se suman otros curas diocesanos de diversos países, el profesor emérito de Historia del Cristianismo Roberto De Mattei -desde hace tiempo muy crítico del pontificado de Bergoglio-, el director de un departamento de la Universidad Católica de Milán y el banquero Ettore Gotti Tedeschi, ex presidente del IOR (el banco vaticano).

El grupo inicial de firmantes no tiene ninguna competencia ni título para dirigir al sumo pontífice y a los obispos reunidos en sínodo acusaciones tan graves como la de herejía: destinatario y acusaciones jamás podrían ser objeto de aquella "corrección filial" que la petición invoca en su propio sitio de Internet "corretiofilialis.org". Tal vez ni siquiera un consejo estaría legitimado para acusar a Bergoglio y al sínodo de obispos de lo que la petición llama "propagación de algunas herejías desarrolladas a través de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' y mediante otras palabras, actos y omisiones de Su Santidad".

La petición es bastante amplia, tiene alrededor de 26 páginas que reportan extensamente diversos puntos de la exhortación apostólica "Amoris laetitia", que Francisco escribió después de la celebración de los dos sínodos dedicados a la familia.

Muchos puntos están relacionados al tema de las familias heridas, de la comunión para los divorciados que se vuelven a casar y más en general a aquella misión pastoral de la misericordia hacia la que el Papa trata de encaminar a la Iglesia. La petición asume como elementos heréticos incluso las intervenciones de los obispos o conferencias episcopales en favor de esta línea e indica como culpables de tal deriva también a un par de cardenales, entre ellos Christoph Schoenborn y Kevin Farrell, por otra parte, criticando el nombramiento de este últimocomo prefecto del nuevo Dicasterio para los Laicos y la Familia. Francisco es también acusado de modernismo y de excesiva simpatía con Martín Lutero. La carta -que fue enviada al Papa el 11 de agosto pasado- intenta expresar también los "dubia" de los cardenales, dos de los cuales ya fallecieron. Por su parte, Bergoglio no respondió a sus acusadores de herejía y sigue adelante, con serenidad, su camino confirmando su línea orientada a la misericordia con diversas medidas, entre ellas, la reciente refundación del Instituto Giovanni Paolo II para los estudios sobre el matrimonio y la familia, anunciada la semana pasada.