Saturday, August 26, 2017

El presidente de los obispos húngaros dice que la fecundación in vitro es un «pecado»


Artículo de agencia EFE, Ago-25-2017.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Hungría, András Veres, ha asegurado que la fecundación in vitro es un pecado porque no hay relación «natural» entre un hombre y una mujer, y que para la Iglesia católica este método es «inaceptable», según recoge este viernes el diario Magyar Nemzet.

El problema, según Veres, es que «en el tratamiento, la concepción no es resultado de una relación natural de un hombre y una mujer», y también que durante la fertilización hay embriones que no son utilizados y que, en muchos casos, «se congelan o se destruyen».

«El pecado es grave o menos grave en función de cuán consciente fue la decisión», matiza el obispo en unas declaraciones al rotativo, y agrega que «un sacerdote nunca podría aconsejar a una familia sin hijos que acudan a un programa de fertilización in vitro».

«La mayoría de las parejas católicas que han participado en programas de fertilización in vitro lo han hecho por ignorancia», dice el líder religioso.

El jerarca llega a aconsejar la adopción ya que, afirma, en su experiencia si una pareja «estéril» decide adoptar, «en uno o dos años tendrá a su propio hijo ya que se rompe esa barrera interior al cuidar un niño».

En Hungría la seguridad social financia unos 6.000 programas de fertilización in vitro por año, que la mujer puede solicitar hasta la edad de 45 años.

Sacerdote afirma que descargó pornografía infantil para “vengarse” de Dios


Artículo de Russia Today, Ago-25-2017.

Sacerdote afirma que descargó pornografía infantil para "vengarse" de Dios

Un religioso estadounidense fue condenado por poseer y distribuir imágenes de menores en situaciones sexuales. En su defensa, argumentó que quiso "castigar a Dios" por hacerlo perder al póker.

En septiembre de 2016 el sacerdote Kevin Gugliotta, de 55 años, fue detenido acusado de 20 cargos por poseer pornografía infantil y otros 20 por diseminar imágenes de niños involucrados en actos sexuales. Finamente en el mes de marzo se declaró culpable de uno de los delitos y los otros 39 fueron desestimados.

Según dijo el condenado en sus declaraciones, actuó de esta manera como respuesta a Dios que lo había hecho perder en sus habituales partidas de póker. Su abogado Jim Swetz, declaró a 'WNEP' que "esa fue su razón, no estaba contento". "Hay otras maneras de manejar los problemas y la ira", añadió. Se trató ni más ni menos que de una "venganza".

Originario de Mahwah, Nueva Jersey, Gugliotta fue separado de su parroquia por la Arquidiócesis de Newark al darse a conocer los hechos. El sacerdote fue condenado a entre 11 y 23 meses de prisión. Además deberá permanecer en libertad condicional por cinco años tras su liberación y deberá registrarse como delincuente sexual durante otros 25.

Por su parte Jim Goodness, director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Newark, aseguró que el sacerdote podría ser expulsado de la institución "ahora que el proceso en los tribunales se ha completado". En diálogo con el 'Seattle Times' apuntó que también han "mantenido a Roma al tanto de la situación".

Card. Giovanni Battista Re: “Paulo VI tenía listas dos cartas de renuncia, me las mostró el Papa Wojtyła”


“Las cartas preventivas del papa Paulo VI para renunciar” (“Le lettere preventive di papa Paolo VI per dare le dimissioni”, original en italiano), es el titular de un artículo de Andrea Tornielli en el periódico La Stampa, Ago-26-2017, pág 19, en el que surge un testimonio del card. Giovanni Battista Re, según el cual tuvo conocimiento de dos cartas escritas a mano preparadas de antemano por Paulo VI en las que renunciaba preventivamente. Esta es una versión en español de dicho artículo ofrecida por Vatican Insider.


Las cartas autógrafas con la renuncia preventiva de Pablo VI

El cardenal Re confirmó la existencia de los dos documentos. Montini temía perder habilidades por un largo periodo. Don Malnati, colaborador del secretario del Papa: «Macchi se lo dijo a Ratzinger, quien comentó: “sabia decisión”»

ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO


Pablo VI, pensando en la posibilidad de perder habilidades durante un largo periodo y en el peligro de paralizar el gobierno de la Iglesia, preparó dos cartas autógrafas de renuncia. Lo confirmó el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto emérito de la Congregación de los Obispos y Subdecano del colegio cardenalicio, quien fue estrecho colaborador del Papa Wojtyla. El purpurado italiano concedió una entrevista a la revista de Bérgamo «Araberara» en la que explicó que las dos cartas «me las enseñó Juan Pablo II».

En una conversación telefónica con «La Stampa», el cardenal Re añadió: «Eran dos cartas escritas a mano, no recuerdo exactamente la fecha, pero no se trataba del último periodo de vida del Papa Montini. Me parece que eran de finales de los años sesenta o de 1970. Pablo VI estaba preocupado por una posible futura inhabilidad, de un grave impedimento que no le permitiera desempeñar su ministerio —continuó el purpurado—, y por esto quiso cautelarse».

Estamos aquí frente a un caso histórico muy diferente del de la renuncia por ancianidad o porque faltan las fuerzas, como sucedió por primera vez en la historia de la Iglesia en febrero de 2013 con el gesto de Benedicto XVI. Desde la Edad Media, Bonifaz VIII, sucesor de Celestino V que renunció, racionalizó la dimisión con un decreto especial. La renuncia del Pontífice después entró al Código de Derecho Canónico en 1917 y continúa en el Código vigente, de 1983.

La hipótesis de Montini se relacionaba con un problema diferente: ¿qué hay que hacer si el Papa se enferma y permanece durante un largo periodo inconsciente o afectado por una enfermedad que disminuye sus capacidades mentales? Hay que recordar que Pablo VI en noviembre de 1967 fue sometido a una cirugía de próstata bajo anestesia total. La operación no se llevó a cabo en el hospital, sino en una quirófano improvisado en el aposento papal: ¿qué habría sucedido si, por ejemplo, no se hubiera despertado y hubiera permanecido en coma durante un periodo largo? Para tratar de resolver el dilema, frente a la mayor longevidad de las personas debido a los descubrimientos de la medicina, el Papa decidió cautelarse con dos declaraciones autógrafas, que debían salir a la luz solamente si ya no hubiera sido capaz de hacer presente su voluntad (cosa que hizo claramente Benedicto XVI en 2013, con pleno dominio de sus facultades y de su libertad para decidir, por lo que ambos casos no pueden ser comparables).

La de Montini fue una decisión que seguía la huella de Pontificados anteriores: Pío XI meditó sobre la posibilidad de abandonar su ministerio en caso de enfermedad, mientras que Pío XII predispuso algo semejante en caso de deportación por parte de los nazis: «Si me secuestran, tendrán al cardenal Pacelli, no al Papa».

Con la carta dirigida a los purpurinos del Colegio cardenalicio, Pablo VI anunció, pues, su renuncia. Con la segunda carta, dirigida, según nos explicó el cardenal Re, al «Secretario de Estado “pro tempore”, es decir a su principal colaborador en ese momento, sin indicar el nombre», el Pontífice le encargaba que insistiera en el Colegio cardenalicio para que aceptara su renuncia.

Ya no se trataba de la época de los Papas secuestrados o deportados (Pío VI en 1799 fue el último que murió en el exilio, prisionero de Napoleón, en Valence-sur-Rhône, pero también su sucesor, Pío VII, estuvo en manos del emperador francés), y tampoco era la época en la que los dictadores amenazaban Roma, como hizo Hitler. Los motivos eran diferentes, temía caer en una enfermedad que no le permitiera manifestar libremente su decisión de abandonar el ministerio. «Le preocupaba —contó el jesuita Paolo Dezza, confesor del Papa Montini— pensar en una enfermedad que lo dejara sin habilidad para el trabajo, por el daño que se habría hecho a la Iglesia».

Las cartas deberían encontrarse en el archivo de la Secretaría de Estado, pero el secretario particular de Pablo VI, Pasquale Macchi, que falleció en 2006, se quedó con una copia. Es también significativo que Juan Pablo II le haya enseñado estos documentos al cardenal Re, pues el Papa polaco sufrió el Parkinson y, con la degeneración de su salud, tomó en consideración también la posibilidad de renunciar.

Monseñor Ettore Malnati (párroco y vicario para la cultura de la diócesis de Trieste, además de amigo de don Pasquale Macchi, el secretario particular del Papa Montini) confirmó la existencia de los dos documentos y el hecho de que su contenido llegara a conocimiento del entonces cardenal Joseph Ratzinger. «Recuerdo que monseñor Macchi una vez también me enseñó las cartas con la renuncia preventiva de Pablo VI, en caso de inhabilidad —nos dijo Malnati. Y una vez habló de ellas en presencia del cardenal Joseph Ratzinger».

«Si no me equivoco con las fechas —continuó el prelado—, era octubre de 2003, y con monseñor Macchi me encontraba en la Plaza San Pedro para participar en el Ángelus recitado por san Juan Pablo II. En esa ocasión, el Papa anunció el nombramiento de un consistente número de nuevos cardenales, entre los que había dos lombardos, el Patriarca de Venecia, Angelo Scola, y el presidente de la Apsa, Attilio Nicora. Cerca de nosotros, en la plaza, también estaba escuchando el anuncio del nuevo Consistorio el cardenal Joseph Ratzinger, en esa época Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe».

«Recuerdo que después del Ángelus, en compañía de monseñor Macchi —explicó Malnati—, acompañamos al cardenal Ratzinger hacia su habitación en la Plaza de la Ciudad Leonina. Fue durante ese trayecto cuando Macchi le habló al futuro Papa sobre la decisión de Pablo VI y sobre las cartas de renuncia que había preparado en caso de una grave enfermedad y de un impedimento largo».

El vicario para la cultura de la diócesis de Trieste también describió cuál fue la reacción del futuro Papa: «Recuerdo que el cardenal Ratzinger dijo algo como: “Esta es una cosa muy sabia, que cada Papa debería hacer”. Era evidente la preocupación de Pablo VI: temía que la pérdida de la lucidez o que alguna enfermedad le impidieran desempeñar como debía su ministerio, y temía que la misma enfermedad, una vez manifestada, le impidiera expresar su libre voluntad de renuncia. Las cartas, cuya existencia fue confirmada también por el cardenal Giovanni Battista Re, debían servir precisamente para obviar este hipotético “impasse”. Como sabemos, no fue necesario, porque el Papa Montini permaneció en su puesto hasta el final de sus días. No es ningún misterio que también Juan Pablo II y algunos de sus más estrechos colaboradores hayan reflexionado sobre la posibilidad de que se retirara mientras iba degenerando su enfermedad. Por este motivo ya se hablaba de ello en 2003. Como se sabe, el Papa después decidió seguir adelante».

Vaticano: Preocupa amenaza yihadista contra el Papa


Información de agencia AP, Ago-26-2017.

ROMA , 26 de agosto (AP)- El principal colaborador del papa Francisco dijo el sábado que un video de partidarios del Grupo Estado Islámico que amenaza al papa causa preocupación, pero la seguridad en el Vaticano está en un nivel alto.

El secretario de Estado, Pietro Parolin, número dos en la jerarquía de la Santa Sede, dijo a la prensa el sábado que vio el video, que muestra al papa como blanco de un ataque. Otro video reciente, transmitido por el canal pro-ISIS Telegram, insinuó que Italia era el próximo blanco de un ataque extremista.

Parolin dijo que “evidentemente, uno no puede dejar de preocuparse, sobre todo porque se trata de tanto odio insensato”. Pero añadió que el Vaticano no ha tomado nuevas medidas de seguridad, que ya son de alto nivel.

Organizaciones extremistas islámicas ya han señalado a Italia y el Vaticano, sede de la Iglesia católica, como posibles blancos de ataques.