Artículo de Giornale Del Popolo, Ago-10-2017. Traducción de Secretum Meum Mihi.
No solamente reducción de compromisos, tiempo dedicado a la lectura, audiencias suspendidas, se despierta un poco más tarde. Las “vacaciones” en casa del papa Francisco fueron dedicadas por el pontífice argentino, en el mes de julio, principalmente al cuidado de su salud personal, y en particular al cuidado de los problemas de ciática, cíclicos de quien los sufría ya de arzobispo.
Bajo indicaciones de su médico personal, de hecho, El Papa Bergoglio está sometido con constancia, dos veces a la semana, a masajes e inyecciones para aliviar el dolor en la pierna. Así mismo, es cierto que Bergoglio, incluso en tiempos de cuando era arzobispo de Buenos Aires nunca solía ir de vacaciones (sus últimas vacaciones fueron en el verano de 1974), pero no es menos cierto que desde hace dos años Francisco ha decidido dedicar este tiempo de descanso en casa para la atención específica de su salud de acuerdo a un estricto programa para poder hacer frente con mayor facilidad a los compromisos que se realizarán durante el año.
En su primera entrevista con los periodistas en el vuelo de regreso de Brasil, cuando se le preguntó cuál era la peor cosa que le había pasado al convertirse en Papa, Francisco respondió con franqueza que era la ciática. “Lo peor de todo, perdón, que se me ocurre, es la ciática, de verdad”, respondió Bergoglio.