Toni Reis, miembro de la pareja homosexual de Curitiba, Brasil, que recibió una felicitación del Vaticano por el bautizo de sus hijos adoptivos (en la catedral de Curitiba), y activista de dos organizaciones lobbistas por los derechos LGBTI, ha concedido hoy sus primeras declaraciones sobre el acontecimiento a la agencia ANSA.
Traducimos las porciones principales, es decir, donde aparece entrecomillado Reis. Inicialmente sobre lo que siente con la carta.
“Una sensación de éxtasis, de felicidad inmensa. Como católico, vengo de una tradición católica, de una familia católica, y el Papa representa el ser supremo en la Tierra. Él, enviando una carta en papel con membrete del Vaticano a nuestra familia es una honra”, dijo Toni Reis a ANSA este Martes (8).
“Siempre fui católico, pero era una oveja negra. Con la carta, ahora nos hizo una oveja blanca. Yo vi en él un verdadero seguidor de Cristo y de las palabras de Cristo, un verdadero Pastor”.
Al parecer la agencia atrapó a Reis regresando de una marquetería, donde acababa de mandar a enmarcar la carta.
“La vamos a poner en el panteón de la familia Reis y Harrad”.
“Para el Papa, puede haber sido sólo otra carta más. Pero para nosotros significa el reconocimiento de nuestra familia”.
Sobre el pensamiento quién-soy-yo-para-juzgar de Francisco.
“Creo que es una gran evolución porque éramos quemados en la hoguera siglos atrás. Me parece fabuloso porque estamos en el siglo XXI, no somos más bárbaros y el Papa y la Iglesia necesitan actualizarse. Si Cristo descendiera a la Tierra hoy, él continuaría diciendo que tenemos que amar a Dios y al prójimo y eso hacemos nosotros”.
Sobre las críticas de los “católicos conservadores.
“Todos tienen el derecho de hablar, pero he pedido el Whatsapp y el teléfono de esas personas para, quién sabe, llamarlos en el futuro y pedirles la opinión sobre algo de mi vida. Lo que vale para mí es la opinión del Papa. Si no quieren aceptarme, todo bien, yo sólo exijo respeto”.