Saturday, August 05, 2017

Sin criticar a Francisco, Maduro ataca al card. Parolin y a los obispos venezolanos


El que Uds. ven en la foto junto a Francisco es el P. Juan Carlos Molina, conductor del programa “Rompiendo Moldes” de la estación argentina Radio Rebelde. En ese programa ha entrevistado hoy a Nicolás Maduro (entrevistar es una manera de decir, porque parece más un publirreportaje, visto que las preguntas son formuladas para que el entrevistado se luzca), a quien le ha preguntado sobre el comunicado de ayer de la Secretaría de Estado del Vaticano sobre la situación de Venezuela (en el audio a partir del Min. 19:00). Maduro no ha dudado en atacar al card. Parolin y a los obispos venezolanos, cuidándose de no hacerlo con Francisco.

“Hay que entender que una cosa somos los Católicos, el pueblo de Cristo; otra cosa es la trayectoria del Papa Francisco como defensor de los pueblos cristianos con su humildad y otra cosa muy distinta es la estructura de la Secretaría de Estado del Vaticano, de la burocracia. Mejor no digo más. Es una cosa muy distinta. Lamentablemente, el Secretario de Estado, Monseñor Parolin ha caído en las manos de los sectores más extremistas de la cúpula de la Iglesia Católica en Venezuela, de los sectores que estuvieron siempre aliados al poder de quienes gobernaron y destruyeron nuestro país durante casi un siglo. Lamentablemente, lamentablemente, y ha puesto la secretaría de estado del Vaticano al servicio de la agresión contra la revolución bolivariana, contra el gobierno legítimo de Venezuela y contra Venezuela como un todo. Es lamentable. Es el primer lugar donde yo digo esto. Como yo le digo a los obispos aquí, le digo a los obispos cuando me he reunido con ellos, ellos tienen una posición política marcada militante, pública. Eso no se sabe en el mundo, pero ellos son militantes de la oposición. Los obispos principales de la conferencia episcopal, cuano la oposición convoca actividades, ellos prestaron unas iglesias publicamente, para una actividad política de la consulta interna que tenían los partidos de derecha en Venezuela. Cosa única en doscientos años en Venezuela. Cuando yo me reuno con ellos, yo les digo, ‘¿por qué ustedes no son pastores de todos?. O sea que que yo no tengo derecho como católico, de toda mi vida como miembro de una familia católica, cristiana o creyente, practicante, ¿no tengo derecho a que ustedes sean mis pastores? Ustedes son pastores solamente de un sector político de la sociedad, parcializado’. Yo creo que aquí ha habido una degeneración de la práctica de liderazgo religioso, no han querido rectificar. Lamentablemente creo que no tienen capacidad para reflexionar y se los lleva más la pasión política de la parcialización por un sector de la derecha de la oligarquía venezolana, que el papel que tienen que cumplir, que es el de ser pastores de todos. Lamentablemente ellos han influido decisivamente en la posición política —porque es política— de la secretaría de estado del Vaticano. Es lamentable. Ojalá que algún día también nos escuchen a nosotros. Ojalá no nos dejen que nos martirizen. Ojalá no dejen que a nosotros también católicos, cristianos, nos martirizen como martirizaron a cuántas generaciones de argentinos, de brasileros, de chilenos, durante la década de los 60, 70, 80. Ojalá después no tengan que salir dentro de veinte, treinta años, a decir ‘cometimos un error, pedimos perdón, porque dejamos que hubiera una masacre en Venezuela, que se impusiera una dictadura, que se impusiera una invasión’, ojalá.”


Este el audio completo de la entrevista.



El papelón diplomático de Francisco

Con el titular “El papelón diplomático de Francisco”, el diario argentino Clarín publica hoy un análisis de su corresponsal en el Vaticano, Julio Algañaraz, sobre el comunicado de ayer de la Secretaría de Estado del Vaticano sobre Venezuela, el cuál resultó tardío e inane. Dicho análisis había aparecido horas antes en la página web del mismo diario en una forma ligeramente más extensa y con el titular “El comunicado vaticano: el peor papelón diplomático del pontificado del Papa Francisco”. Procedemos a reproducir este último.

Análisis
El comunicado vaticano: el peor papelón diplomático del pontificado del Papa Francisco

Jorge Bergoglio decidió romper el silencio y oponerse a la constituyente venezolana cuando ya era demasiado tarde.

Julio Algañaraz

El Papa argentino ha cometido el peor papelón diplomático de sus más de cuatro años de pontificado, una gaffe exaltada por el apurón de querer romper su silencio sobre el régimen venezolano prácticamente a tiempo vencido. La declaración de la Santa Sede reclamando al gobierno del presidente Nicolás Maduro que suspendiera la asamblea constituyente solo unas horas antes de que comenzara en Caracas la ceremonia de instalación y juramento, tiene un fondo de torpeza que parece increíble en la diplomacia vaticana, considerada la mejor del mundo por su fineza y experiencia.

No se le puede echar la culpa al secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín, que fue nuncio (embajador del Papa) en Caracas durante años, antes de ser llamado por Jorge Bergoglio al cargo de “primer ministro” en el gobierno de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia. Parolín ha hecho un trabajo de alto nivel y en los últimos tiempos ha tenido que dedicarse a parar los golpes por la oleada de críticas hacia el silencio del pontífice. Hace dos días dijo que la diplomacia vaticana “no ha fracasado” en el caso venezolano.

El papelón demuestra al contrario y desprestigia a Francisco porque en el fondo fue él quién eligió los tiempos y los modos de esta inútil fuga hacia adelante de última hora para recuperar la iniciativa.

Mientras la Santa Sede difundía el comunicado, en Roma bastaba sintonizar el 540 de Skynews, para leer en las líneas móviles informativas del canal venezolano Telesur que “el pueblo acude en las calles a apoyar la instalación de la Asamblea Constituyente” y “el presidente boliviano envía su solidaridad a la Asamblea Constituyente”.

Este contraste hacía más chocante el papelón. ¡Qué sorpresa se debe haber llevado Maduro cuando leyó la declaración que no se esperaba!

El tropezón diplomático recuerda que la condición jurídica de Estado soberano que tiene la Iglesia Católica no siempre la beneficia. Ser un Estado reconocido por 200 naciones que tienen sus embajadores aquí en el Vaticano ha sido siempre una cómoda duplicidad para la Santa Sede. En muchos sentidos, el pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano es una superpotencia diplomática que le da al Papa una formidable ventaja. Pero que también obliga a la Iglesia a aceptar las reglas en las relaciones con los otros Estados. Así ocurrió con el viaje del Papa a México el año pasado, cuando tuvo que aceptar la condición de no hablar de represiones, violencia y desaparecidos porque era un Jefe de Estado que no podía hacer injerencia en los asuntos internos de un Estado con el que mantiene relaciones, además de ser el líder espiritual de cien millones de católicos mexicanos.

En el embrollo venezolano también jugó el traspiés diplomático. El silencio del Papa mientras la Iglesia venezolana acusaba al régimen de Nicolás Maduro de dictatorial, comunista, marxista y opresivo. Los que critican la mudez pontificia no atacan una presunta debilidad de Francisco para proponer una seria mediación o “facilitación”, como dice la Iglesia, sino su omisión de denunciar la naturaleza antidemocrática y violenta del gobierno de Venezuela. El Papa no podía cometer esta transgresión como jefe de Estado. Un dilema mal resuelto que costará caro a Jorge Bergoglio.