Wednesday, July 26, 2017

Carta del Card. Müller a la SSPX/FSSPX poco antes de ser echado en la que volvía a imponerles declaración doctrinal de 2012, fue un intento para salvar el Motu Propio Summorum Pontificum


Parece un titular más de esos extravagantes que solemos usar para llamar la atención, pero no, el titular es tal cual.

La carta a la que nos referimos del card. Müller a la SSPX/FSSPX, fue una de cuya existencia atestiguó la propia SSPX/FSSPX en un artículo de su sitio de noticias, y que recibieron en Jun-26-2017, pero con fecha Ene-06-2017. En ella, a grandes rasgos, la Congregación para la Doctrina de la Fe volvía a imponerles la misma declaración doctrinal de 2012. Obviamente el Superior General de la SSPX/FSSPX manisfestó su desconcierto por este paso atrás en el intento de una regularización. Pocos días después, como ya Uds. saben, el card. Müller no fue renovado en su cargo como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Pues bien, según se infiere de un artículo de hoy de LifeSiteNews, no solamente el card. Müller estaba haciendo un favor a la SSPX/FSSPX, sino intentaba salvar el Motu Propio Summorum Pontificum.

Fuentes en Roma dijeron a LifeSite la semana pasada que prelados liberales dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe fueron escuchados discutiendo un plan atribuido al Papa para acabar con el famoso documento del Papa Benedicto XVI que dio a los sacerdotes la libertad de ofrecer el antiguo rito de la Misa.

LifeSiteNews pasa a señalar que:

Los planes que se escucharon son casi idénticos a los comentarios de un importante liturgista italiano en una entrevista publicada por el [periódico] francés La Croix a principios de este mes.

No vamos a abundar en ello puesto que el contenido completo del artículo de La Croix lo publicamos previamente aquí.

Pasamos a la parte final del artículo de LifeSiteNews.

El plan, como fue referido a LifeSite, implicaba hacer un acuerdo con la Sociedad [Fraternidad] de San Pío X y, con ese acuerdo en su sitio, secuestrar a los católicos que desean la Misa en Latín en la SSPX [FSSPX]. Para la mayoría, eso les quitaría el acceso a la Misa en Latín ya que no habría suficientes sacerdotes de la SSPX [FSSPX] que sirvan a los católicos que desean la Misa en Latín en todo el mundo.

Además, la fuente de LifeSite sugirió que el plan podría explicar una carta del 20 de Mayo de 2017 del recientemente destituido Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Müller. A pesar de que el cardenal Müller quería la SSPX [FSSPX] plenamente reconciliada para ayudar a combatir a los modernistas en la Iglesia, la carta del 20 de Mayo parecía resquebrajar un acuerdo entre el Papa Francisco y la SSPX [FSSPX] que los vería obtener una prelatura personal. La carta incluye disposiciones que durante mucho tiempo conocidas que eran completamente inaceptables para la SSPX [FSSPX], anulando así un entendimiento que el obispo de la SSPX [FSSPX], Bernard Fellay creía era inminente.

La fuente de LifeSite sugirió que la carta del 20 de mayo de Müller tal vez fue escrita porque él sabe lo que Francisco estaba preparando y quiso evitar el plan para enterrar a Summorum Pontificum con el Papa Benedicto. “Está dirigida no tanto contra Fellay sino contra el acuerdo”, dijo la fuente. “El Papa Francisco estaba muy enojado de que el documento viniera del cardenal Müller y algunos dicen que fue por eso que tomó la decisión de despedirlo”.

Card. Cipriani considera incorrecto haber publicado las Dubia sobre Amoris Lætitia


Sobre la anunciada visita en 2018 de Francisco a Perú, Andrés Beltramo entrevista al arzobispo de Lima, Card. Juan Luis Cipriani, para Vatican Insider, Jul-26-2017. Pero aparte de los temas que interesan sólo la visita a Perú, también hay otros que interesan a todos los católicos en general. Transcribimos los apartes petinentes.

¿No tiene críticos el Papa en Perú?

Él está llegando a la gente: su compasión inmensa con quien cayó en pecado, con quien pasó un mal momento en su matrimonio, esa actitud es un campanazo muy fuerte. Lo que ahora nos toca a todos es estar cerca de Dios, cerca del Papa y no andar buscándole tres pies al gato. A veces creo que queremos buscar las aristas cuando lo que existe, de parte de Francisco, es una enorme emoción por convertir hasta la última persona. Lo veo muy apostólico, tiene un modo personal, pero es muy rescatable su convocatoria a todos y su entrega absoluta, no obstante la edad. Esto quita la comodidad o la tibieza que podría existir en muchos laicos, sacerdotes, obispos, religiosas, cardenales. Él nos dice claramente: “son tiempos de batalla, no tiempos para tomar un café”. ¿Qué batalla? Ir a recoger esa juventud que vive sin certezas, con dudas. Vayamos a apoyarlos, estemos con ellos. Por eso tiene tanta acogida, aunque podrá haber algunos críticos. Pero nunca nos hemos dedicado a andar analizando al Papa.

¿Por qué cree que algunos lo analizan y hasta lo quieren contraponer a Benedicto XVI, intentando crear “grietas pontificias”?

Esto lo digo con mucha claridad: el demonio tiene objetivos, busca dividir. Son excusas, pero el demonio disfrazado de mil teorías está quitando la paz y la serenidad en el espíritu. Hay que estar atentos, no seamos tontos, pero las cosas no se deben ventilar en los medios de comunicación.

Uno de los motivos de debate es la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” sobre la familia que se refiere, entre otras cosas, a los divorciados vueltos a casa. ¿Qué opinión tiene al respecto?

“Amoris laetitia” es una espiritualidad extraordinaria para la familia, pero todo el mundo se ha concentrado en querer ver: “aquí el Papa está en contra de los sacramentos”. No es así. En mi arquidiócesis no existe ningún problema. Lo que sí está haciendo el Papa es ponernos responsabilidades a los obispos para que dejemos de ser burócratas y a los sacerdotes, para que dejemos de ser confesores inútiles. Entonces nos dice: “señor, el discernimiento de algunas situaciones no está en manos de estructuras, está en manos de usted, sacerdote u obispo”. Claro, no parece lógico que un sacerdote vaya a cambiar los sacramentos del matrimonio y la eucaristía. Nos está poniendo una responsabilidad personal de la que daremos cuentas a Dios. Dicho esto, el Catecismo está donde está, la “Familiaris Consortio” y la “Amoris Laetitia” también. ¡Qué ganas de generar problemas! Con todo respeto a la teología, es clara la intención del Papa de acercarse mucho más al pecador, pero también es clara su voluntad de no modificar –para nada- la disciplina de los sacramentos. Quien va por ahí, va buscando pleitos.

Y las “dubbia”, las dudas sobre “Amoris Laetitia” presentadas por cuatro cardenales al Papa y después publicadas en la prensa, ¿qué le parecen?

Haberlas publicado no me parece correcto, realmente no. Creo que cualquiera puede manifestar con gran franqueza lo que quiera, pero saltar a la prensa ya es otra cosa. Me parece que se equivocaron, aunque se trata de gente buena.

El Papa está generando una gran sacudida en la Iglesia, ¿qué aspectos de su pontificado cree que tendrán más impacto en el tiempo?

El Papa entiende que hoy existe una revolución comunicativa. Ahora la gente se comunica por las redes sociales y lo que dura más de dos minutos resulta aburrido. Él no tiene miedo y ha entrado en esa dinámica. Esta velocidad exige una interioridad espiritual intensa, sino te lleva el Twitter. Él está manifestando casi una mística en su pontificado, con su prédica está volviendo a poner a la persona centrada en Cristo, más en primer lugar. Su mensaje misionero nos lleva a dejar nuestras comodidades y a salir al encuentro de quienes lo están pasando más mal. No como ideología, sino para tomarse en serio, darse del todo. El sacerdote que no está enamorado de su ministerio, va camino a traicionar. Este enamoramiento rompe con un mundo zambullido en los placeres y el secularismo, pero hay que atreverse y no tener miedo. Ese mensaje del Papa perdurará.