Sunday, May 28, 2017

Los enemigos americanos del Papa Francisco


La siguiente es la versión en español (con algunas adaptaciones) de la columna de Sandro Magister aparecida hoy en la revista L'Espresso con el título “Los enemigos americanos del Papa Francisco”.

Los Enemigos Americanos Del Papa Francisco

Los obispos italianos están por ahora bajo el total control de Bergoglio. Pero la oposición más tenaz viene realmente del otro lado del océano

Con el nombramiento a presidente del cardenal Gualtiero Bassetti, después del de hace tres años del secretario general, el papa Francisco tiene ahora el control pleno de la Conferencia Episcopal Italiana, en la que ya un tercio de los obispos han sido incardinados por él, también en diócesis de primera magnitud como Boloña, Palermo, el vicariato de Roma y pronto también Milán.

Los nombramientos son un elemento clave de la estrategia de Jorge Mario Bergoglio. Basta ver como está remodelando a su imagen el Colegio de Cardenales, que en el futuro elegirá a su sucesor. Luego de la última hornada de púrpuras, anunciada hace una semana para fines de junio, se torna más lejana la hipótesis que el próximo Papa pueda marcar un retorno al pasado.

Pero Italia aparte, la conquista del consenso de los obispos es para Francisco una empresa para nada fácil.

Los únicos episcopados nacionales con los que hoy puede contar son los de Alemania, de Austria y de Bélgica, es decir, los de las naciones en los que la Iglesia Católica está sufriendo la decadencia más dramática.

Mientras que, por el contrario, las mucho más vitales Iglesias de África son las que se han alineado en forma compacta, en los dos combatidos sínodos sobre la familia, contra las innovaciones queridas por el Papa.

Si además se observa a América, tanto del norte como del sur, para el Papa el cuadro parece todavía más desfavorable.

En Canadá, los seis obispos de la región de Alberta tomaron posición públicamente contra el vía libre dado por Francisco a la comunión para los divorciados que se han vuelto a casar, mientras que en Estados Unidos la Conferencia Episcopal eligió el pasado mes de noviembre como su presidente al cardenal Daniel N. Di Nardo, es decir, justamente uno de los trece cardenales de la memorable carta de protesta que hizo enfurecer a Bergoglio al comienzo del último sínodo.

En los medios de comunicación estadounidenses esta elección fue seguida como un referendum sobre el papa Francisco, y había motivo para ello. Un año antes, en su visita a Estados Unidos, Francisco había ordenado a los obispos que cambiaran de rumbo y se pusieran al día con él; y había hecho acompañar estas órdenes suyas con una serie de designaciones cercanas a su sentir, en primer lugar la de Blaise J. Cupich a arzobispo de Chicago y a cardenal.

Pero si hubo referendum, Bergoglio lo perdió totalmente. En la preselección del nombramiento a presidente, sobre diez candidatos elegidos entró sólo uno de los que le gustaban a él. Y también las elecciones de vicepresidente – monseñor José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles y miembro del Opus Dei – y de los jefes de las comisiones fueron todas contrarias a las expectativas del Papa.

También en América latina Bergoglio es poco amado.

En Colombia, no le gustó a los obispos, y lo han hecho saber, el apoyo prejudicial dado por Francisco al “sí” en el referendum para el acuerdo con los guerrilleros de las FARC, acuerdo que muchos obispos juzgaron como un fracaso y que en efecto fue rechazado por el voto popular.

En Bolivia los obispos justamente no soportan la relación tan ostentosamente amistosa entretejida por Bergoglio con el presidente "cocalero" Evo Morales, su acérrimo enemigo, especialmente desde cuando acusaron públicamente a las “altas estructuras” del Estado de relaciones con el narcotráfico.

En la Venezuela precipitada en la catástrofe, entre los obispos hay dolor y rabia cada vez que el presidente Nicolás Maduro se arroja contra ellos apelando al papa Francisco, jactándose de su apoyo. Y lamentablemente para los obispos las palabras pronunciadas por el Papa al comentar la crisis venezolana durante su última conferencia de prensa en el avión, al retornar de El Cairo, sonaron demasiado benévolas para el presidente y malévolas para la oposición.

Un análogo sentimiento de ser traicionados por el Papa surgió también entre los obispos de Ucrania, luego del abrazo en La Habana entre Francisco y Cirilo, el patriarca de Moscú, visto por aquéllos como un enésimo “apoyo de la Sede Apostólica a la agresión rusa”.

Para no hablar de China, donde Francisco continúa declarando que “se puede practicar la religión”, precisamente mientras algunos obispos, y justamente los que más quieren obedecer al Papa, son perseguidos y encarcelados.

Texto completo de reciente entrevista del Card. Müller con EWTN


En nuestra entrada inmediatamente anterior, lamentábamos no poder ofrecer una traducción de la entrevista recientemente concedida por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, card. Gerhard Ludwig Müller, a Raymond Arroyo del Programa “The World Over” the EWTN.

Pues bien, seguidamente ofrecemos una traducción integral de dicha entrevista. Si es cierto, como se viene rumoreando, que al final de su periodo de cinco años en el cargo, el cual vence en Junio, no lo van a renovar por otro periodo, el card. Müller con esta entrevista, que tiene mayor visibilidad en razón del medio que la publica, podría estar proporcionando mayores motivos para que no lo renueven. Basta leer la forma sutil con que dice no formar parte de “la corte”, en referencia a aquella afirmación de Francisco en una de sus innumerables entrevistas en que equiparó a la Curia Romana con una “corte” que el Pontífice califica de “lepra del papado”. O la otra alusión a que no es “pelagiano”, expresión la cuál Francisco suele utilizar para degradar a un cierto sector de quienes no piensan como él. En otro aparte responde a cierto sofista teológo-matemático, muy próximo a las huestes bergoglianas.

Lo decimos de cuando en cuando, y ahora conviene hacerlo de nuevo: Es una traducción, mejor que la de google, pero no perfecta. Y recuerden, la leyeron primero aquí.

[Raymond Arroyo:] Quiero comenzar con su libro, “The Cardinal Müller Report” [“El Informe del Card. Müller”; en español el libro se llama “Informe sobre la esperanza”. N. de T.], que tiene una vaga referencia al de su predecesor, “The Cardinal Ratzinger Report” [“Informe sobre la Fe”, nombre en español. N. de T], de hace muchos años. Se centra en la esperanza y las diversas dimensiones de la esperanza en toda la Iglesia, el mundo, la familia. ¿En dónde falta más la esperanza, según su parecer, y cómo la gente la pierde?

[Cardenal Müller:]
Bueno, el título no es sólo un vínculo vago, sino un vínculo directamente buscado porque él habló del informe sobre la fe y tenemos otra virtud teológica que es una esperanza muy vinculada, seguramente, con la fe y el amor y nosotros conocemos y recordamos la gran encíclica de Benedicto, sobre Deus Caritas Est, Dios es Amor. Y por lo tanto en nuestro tiempo lo que creemos que necesitamos es esperanza, tener orientación para este corto tiempo de nuestra vida terrena. Pero estamos esperando una larga vida, la eternidad porque somos creados para la comunión con Dios en el amor. Y por lo tanto no podemos restringir nuestra existencia solamente a los esfuerzos en este mundo.

[Raymond Arroyo:] Usted ha hablado extensamente sobre el terrorismo islámico, Usted lo llama terrorismo islámico radical, muy parecido al presidente Trump realmente. ¿Cuál es el papel de la Iglesia hoy en la lucha contra el terrorismo islámico radical? ¿Es una oposición teológica que puede emprender? ¿Es una visión diferente que debe ser presentada? ¿Cuál es su opinión?

[Cardenal Müller:]
Creo que las tareas de los estados y de la comunión de los estados es diferente de la de la Iglesia. La Iglesia es el cuerpo de Jesucristo. Es una representación, una revelación de la encarnación de Dios y por lo tanto debemos entrar en la discusión con las autoridades islámicas sobre la contradicción de Dios con el amor y este terrorismo que se ejerce en el nombre de Dios... por lo tanto es una contradicción interior entre este violencia, violencia destructiva contra los seres humanos que son creados según la imagen de Dios y Dios mismo que es el nacimiento con amor.

[Raymond Arroyo:] Aquí quiero volver a los terrenos de la Iglesia... Hablemos de Amoris Laetitia, esta es una exhortación que es el resultado de dos sínodos que han atraído tanta atención. Se han derramado resmas de papel y tinta sobre lo que pretende Amoris Laetitia y lo que significa, particularmente en ese octavo capítulo. Y en ella el Papa parece sugerir, y algunos han sugerido, incluso Conferencias Episcopales de todo el mundo, que un católico divorciado y casado civilmente, puede, con el acompañamiento de su párroco, sin una nulidad, recibir los sacramentos y ser bienvenido en los sacramentos, a pesar del hecho de que, en el tiempo pasado, esto habría sido considerado “vivir en pecado”. ¿Sus pensamientos? ¿Es eso posible? ¿Es eso lo que se está avanzando?

[Cardenal Müller:]
El Papa, al principio o antes de los dos sínodos, habló a menudo de la rehabilitación de la comprensión católica del matrimonio única y exclusivamente con un hombre y una mujer, porque esa es la voluntad de Dios. Y... las razones principales de los dos sínodos y luego el resultado en Amoris Laetitia es subrayar la importancia del matrimonio y de las familias y el matrimonio, especialmente el matrimonio entre bautizados como sacramento. Es absolutamente imposible que el Papa, como sucesor de San Pedro y el vicario de Jesucristo, para la Iglesia universal, presente una doctrina que esté sencillamente opuesta a las palabras de Jesucristo. Jesucristo es el relator. El Papa y el Magisterio son sólo el intérprete. Y por lo tanto la doctrina de acuerdo con la indisolubilidad del matrimonio, del matrimonio sacramental es absolutamente clara. El acercamiento del Santo Padre es ayudar y tener a su vista, en sus ojos, todas aquellas personas que viviendo en la sociedad secularizada, no entienden plenamente lo que es la vida y el pensamiento cristiano. Él no quiere decir, o usted acepta todo desde el principio o está absolutamente fuera. Su pensamiento son todas aquellas personas que no están tan ligadas a la Iglesia y tienen algunas dificultades, debemos guiarlas, como buenos pastores hasta este punto hasta que puedan aceptar completamente la doctrina cristiana y la vida cristiana y nuestro entendimiento. Y la famosa nota donde se dice aquí, en algunos casos hay posibilidad de acceso a los sacramentos de la penitencia y de la Sagrada Comunión. ¿Qué es el sacramento de la penitencia? En el caso de un pecado mortal, contra los Diez Mandamientos u otros mandamientos de Dios, de la ley de Dios contra el amor, primero Usted necesita la conversión. La conversión interna del corazón, penitencia y... debe tener la clara voluntad de no pecar la próxima oportunidad. Y luego este caso si están dispuestos a vivir como hermanos y hermanas podría ser en algunos casos posible, pero no es posible vivir con dos esposas legales, una con el matrimonio sacramental, la otra sólo civilmente. No es posible porque no aceptamos la poligamia.

[Raymond Arroyo:] Sólo para ser claros, muchos están interpretando esto y muchos lo tienen como una anulación no doctrinal, sino pastoral. Así que al ser pastoralmente abiertos a estas personas, Usted de alguna manera puede evitar las nulidades y aún así llegar al sacramento con su esposa o esposo civilmente casado...

[Cardenal Müller:]
Todo el tiempo he criticado este pensamiento o esta oposición que dejar la doctrina tal como es y sobrepasarla con la pastoral no es el pensamiento católico porque para nosotros lo dogmático y lo pastoral es lo mismo (risas).

[Raymond Arroyo:] La práctica es la creencia....

[Cardenal Müller:]
...es la creencia. No porque... sería... esta interpretación sería una revelación de la herejía cristológica... Cristo como la palabra de Dios, la doctrina de la Iglesia y Cristo como el buen pastor es la misma persona (risas).

[Raymond Arroyo:] Exactamente...

[Cardenal Müller:]
No se puede separarlos... distinguir entre Jesucristo, como maestro de la Palabra... y el buen pastor que dio Su vida. Y algunas de esas personas que se presentan como consejeras del Papa en la teología para la pastoral... de que dos y cuatro pueden ser cinco. Eso no es posible porque tenemos la teología.

[Raymond Arroyo:] Dado todo eso que Su Eminencia, habida cuenta de todo lo que ha dicho, que legítimamente está dentro de un contexto tanto doctrinal como histórico, ¿le preocupa que tantas conferencias episcopales estén en desacuerdo en su interpretación de Amoris Laetitia? Sus cohermanos alemanes están diciendo, “Ustedes pueden venir a la comunión sin una nulidad”. Usted tiene a los obispos malteses diciendo cosas similares. Y luego los canadienses y los estadounidenses yendo en una dirección diferente. ¿Se siente esto como un catolicismo protestante para usted?

[Cardenal Müller:]
No es bueno que las conferencias episcopales estén haciendo interpretaciones oficiales del Papa. Eso no es católico. Tenemos este documento del Papa y debe leerse en el contexto de la tradición católica completa. No tenemos dos Magisterios, uno del Papa y otro de los obispos. Pienso que es un malentendido, un malentendido malo que hace daño, podría hacer daño a la Iglesia Católica.

[Raymond Arroyo:] ¿Por qué cree que Amoris Laetitia ha sido tan ... Era un documento destinado, creo, a reunir a todos en torno a la centralidad del matrimonio y la familia, y sin embargo ha causado tal división global. Me refiero incluso al Papa mismo, cuando aprueba la interpretación de los obispos argentinos, que parece dar credibilidad y peso a lo absoluto opuesto de lo que Usted está ... de la interpretación que Usted está haciendo; que Usted no puede cambiar esto y que nada ha cambiado y de que no hay posibilidad de esto. El Papa parece estar dando una preferencia a los argentinos que dicen que hay un camino aquí...

[Cardenal Müller:]
No tengo claras todas esas acciones, los obispos interpretan al Papa, el Papa interpreta a los obispos. Y, tenemos algunas reglas sobre cómo actuar en la Iglesia. Tenemos sínodos, nos reunimos y luego el Papa hace un resumen y con su autoridad papal da su explicación o escribe los documentos y luego debe estar... todo terminado no con la interpretación de la interpretación; eso no es bueno para la Iglesia. Y digo (esto) como teólogo católico.

[Raymond Arroyo:] ¿Qué opina de las Dubia que presentaron esos cinco cardenales? ¿Debería el Papa responder las Dubia, sólo para poner esto a descansar? ¿De una vez por todas, usar su autoridad papal para silenciar todas estas voces e interpretaciones diferentes? ¿Es hora de hacer eso en su opinión?

[Cardenal Müller:]
Bueno, la única cosa es el contenido de estas Dubia, preguntas legítimas al Papa. El otro punto es que esto salió y fue un debate público y tensiones entre el Papa... el Papa y algunos cardenales que no es bueno en nuestro mundo de los medios de comunicación. Nuestros enemigos se alegran de la Iglesia... de ver a la Iglesia en cierta confusión. Como Prefecto dije dogmáticamente y doctrinalmente Amoris Laetitia está muy bien. Los malentendidos de los dos lados son... tiene que ver con la visión ideológica de las cosas y con los prejuicios, ¿no?. Y algunos entraron en el sínodo con su entendimiento, “debemos luchar por nuestras ideas”. Y han discutido demasiado... demasiado ideológicamente. Debemos tener también la responsabilidad de la unidad de la Iglesia. Y no es bueno hacer una presión solamente o entrar como una olla a presión por las propias ideas en el sínodo. Y hay un problema que la Iglesia tiene en el mundo de hoy: que tenemos dos alas, alas ideológicas, extremos y todo el mundo quiere ganar, ¿no? La batalla contra el otro, pero tenemos una revelación (que) viene de Dios y la Revelación, la palabra de Dios unifica a los creyentes. Y no es nuestra tarea unificar, de una manera totalitaria, todo el mundo debe pensar como yo, porque el pensamiento de otra persona no es importante para mi salvación. Sólo la palabra de Dios puede unificar la Iglesia y puede salvar a todos.

[Raymond Arroyo:] Usted menciona el Sínodo y este principio de sinodalidad que ha surgido en los últimos años, particularmente con el Papa Francisco; lo menciona en su libro. Hábleme del principio de la sinodalidad. ¿Está usted cómodo con eso y cómo encaja esto en la trayectoria y la tradición de la Iglesia?

[Cardenal Müller:]
El principio de la sinodalidad es el principio de la responsabilidad común. No podemos decir que tenemos una parte pasiva de la iglesia, los laicos como pasiva y la otra, el Magisterio, los obispos como parte activa. Tenemos una responsabilidad común. Tenemos el sacerdocio común de todos como común. Todos somos profetas. Tenemos la responsabilidad de transmitir los comienzos del Evangelio, las familias, no todas las instituciones católicas, los colegios católicos, las universidades y la Cáritas. Tenemos una responsabilidad común, pero no como la Iglesia Protestante, pero todos tienen una responsabilidad, pero los obispos y el Papa tienen una responsabilidad especial.

[Raymond Arroyo:] Hablemos de los laicos que toman decisiones. Hubo mucha agitación... un grupo de personas que querían que el Papa explorara las mujeres diáconos. Él abrió un estudio, una comisión sobre ello. ¿Cuándo espera que concluya la labor de esa comisión, y a dónde piensa que esto conducirá en la Iglesia?

[Cardenal Müller:]
El Papa no habló de las mujeres diáconos en el triple y único sacramento de la ordenación, pero dijo que esta comisión debería hacer una recopilación de todos los estudios sobre las “diaconisas” o mujeres diáconos en la antigüedad. En algunas partes de la antigua Iglesia había mujeres y viudas que ayudaban en casos de bautismo de mujeres y en la caridad, la “diaconía” a la que ayudaban y tenían el título de “diaconisas”. Pero tenemos tantos documentos... Yo mismo hice una gran colección de todos estos documentos... 400 páginas... traducidos todos del griego y el latín...

[Raymond Arroyo:] ¿Y cuál es su opinión? ¿Tenían las sagradas órdenes o no?

[Cardenal Müller:]
No. Imposible. No vendrá. De lo contrario, no es necesario. Tenemos hoy más mujeres en posiciones de responsabilidad que tienen más... están más alto que las antiguas “diaconisas”.

[Raymond Arroyo:] Eminencia, estuve con un periodista, un muy respetado periodista de televisión hace unas semanas. Estábamos en una sala de espera. Él no es católico y se volvió hacia mí y dijo, estoy tan regocijado de que el Papa esté abriendo ahora la posibilidad de mujeres diaconisas, mujeres diáconos. Este es un gran paso hacia las mujeres sacerdotes. ¿Por qué la comisión si, como usted dice, no es posible... no hay nada en la historia de la Iglesia o en la documentación que respalde esto? ¿Por qué autorizar la comisión de todos modos y es como... llevar a la confusión de que hay una posibilidad aquí?

[Cardenal Müller:]
El Papa Francisco negó la posibilidad de mujeres diáconos, pero dijo que podíamos estudiar los antiguos documentos para tener alguna inspiración, para así promover el compromiso de las mujeres en la Iglesia de hoy. Algunos cargos, que no son cargos sacramentales, tenemos tantas mujeres, mujeres católicas, mujeres importantes y famosas que están a cargo como profesores de fisiología y en otros casos directoras de escuelas...

[Raymond Arroyo:] Cadenas de televisión...

[Cardenal Müller:]
... maestras, y todo esto (risas)... y toda esta responsabilidad la tenemos por el mundo juntos. Pero también creo que la gente fuera de la Iglesia no entiende la misión de la Iglesia. Ellos piensan que la Iglesia es una organización como otra y tenemos que promover en un sentido generalmente abstracto la emancipación de las mujeres, pero esto no tiene nada que ver con esto, no es un ejemplo para la emancipación general de las mujeres, pero todos dentro y fuera de la Iglesia tienen que respetar que la Iglesia no es una organización política o hecha por el hombre, sino que es el Cuerpo de Cristo. Es el Pueblo de Dios, el Templo del Espíritu Santo. Es un individuo absolutamente diferente de todas las organizaciones humanas.

[Raymond Arroyo:] Usted menciona la organización y algunos han sido perturbados por la presencia en algunas Academias y Comisiones Pontificias, en los últimos días se ha invitado a estas Comisiones, a personas como Paul Ehrlich quien escribió un libro llamado “The Population Bomb” [“La bomba poblacional”] que básicamente pide el exterminio de personas para ayudar al planeta. Stephen Hawking, quien dijo que deberíamos abandonar el planeta, los seres humanos necesitan irse. ¿Está confundido, o... está perturbado del todo por la presencia de esas personas, porque parece que por su misma presencia la Iglesia está abrazando sus ideas? ¿Es eso lo que está pasando?

[Cardenal Müller:]
Creo que estas personas podrían ser muy buenos científicos, pero antropológicamente tienen algunos rezagos... algunos retrasos profundos. Y, siempre debemos respetar la ley natural, la moral natural, que es común y la dignidad del hombre que es la base de nuestra vida juntos, y no sólo la realización de algunas ideas, ¿no? La población, la superpoblación del mundo podría ser un problema, pero no podemos resolver el problema con el asesinato de la mitad de la humanidad. No podemos...bombardear atómicamente... porque para que haya suficiente, la mitad debe morir... de la humanidad... y no podemos decir que sólo nuestro estilo de vida del mundo occidental es decisivo y estas personas que viven en África y Asia, son personas de en el segundo grado. Tenemos a todas las personas que somos iguales y todos tienen derecho a la vida.

[Raymond Arroyo:] Entonces, ¿le preocupa que al invitar a estas personas que sostienen y han avanzado estas ideas por muchos años que las estamos elevando o dando credibilidad moral o apoyo, de alguna manera, a esas mismas nociones?

[Cardenal Müller:]
Podría ser el peligro... podría ser el peligro. Pero, debemos evitar el peligro y debemos ser muy claros y creo que el Papa Francisco fue muy claro en contra de la ideología de género, en contra del transhumanismo (?), y creo que como conozco al Papa Francisco como persona, no sólo como Papa, él quiere impresionar y no excluir a estas personas, que deberían aprender un poco de nuestra buena antropología, que deberían tener más respeto por la vida humana y el problema de estas personas agnósticas es que entienden sólo a las otras personas como objetos... objetos de la ciencia, de la investigación, y no como sujetos.

[Raymond Arroyo:] Así que usted ve esto como que el Papa Francisco extiende la mano, que esto es realmente la encarnación de sus ideas, salir a las periferias de la sociedad, incluyendo...

[Cardenal Müller:]
Sí...

[Raymond Arroyo:] ... la ciencia y las artes y estas áreas, con gente que, a veces, puede estar en desacuerdo con la Iglesia. ¿Ve esto casi como una mano evangélica que se les ofrece?

[Cardenal Müller:]
Y en otros pontificados nos acusaron de ser exclusivos y de no estar en contacto con las ciencias y con otros grupos ideológicos. Estaba un poco separada de esto, de otros grupos y movimientos, pero creo que el Papa tiene este plan de que la Iglesia Católica no es sólo un punto de vista, un punto de vista correcto, sino que también debemos comunicar nuestra visión del mundo.

[Raymond Arroyo:] Cuando lo oigo hablando del papa Francisco, pensaba que Usted tenía una posición tan singular en la que ha servido y conocido muy bien al Papa Benedicto y ahora al Papa Francisco. Has servido bajo ambos y ha conocido a los dos. Dígame las similitudes y las diferencias de ellos... en un nivel personal... en un nivel de uno a uno. La forma en que interactúan con usted, y lo que ha aprendido de cada uno de ellos.

[Cardenal Müller:]
A nivel personal, no quiero hablar demasiado...

[Raymond Arroyo:] No, no buscaba eso. Sólo estaba buscando... ¿hay diferentes enfoques e interacciones con usted del uno al otro? Algunos son más directos, quieren hablar, quieren tener más conversación, otros quizás prefieren las comunicaciones escritas y Usted no los ve tanto y eso es lo que buscaba.

[Cardenal Müller:]
No, es contacto institucionalizado, no es sólo un contacto privado para tomar juntos café y hablar sobre estos y estos temas... sino que tenemos nuestras tareas especiales. Tenemos una oficina doctrinal para esta cuestión doctrinal de la preparación de los documentos y los estamos preparando y luego llevarlos al Santo Padre [que] hace una aprobación o no. Y las decisiones que tenemos que tomar en casos disciplinarios, casos matrimoniales, este [es] contacto oficial, no tenemos contacto privado. Pero, es el contacto institucionalizado.

[Raymond Arroyo:] Hubo una historia que surgió en Navidad y hablaba de tres sacerdotes que trabajaban en su oficina en la Congregación para la Doctrina de la Fe y la historia era que fueron despedidos sumariamente. El Papa los eligió y dijo, quiero que se vayan, y que Usted puso una cierta resistencia. ¿Esa historia es verdadera? ¿Sucedió eso?

[Cardenal Müller:]
Es cierto que estoy a favor de un mejor trato de nuestros funcionarios en la Santa Sede porque no sólo podemos hablar de la doctrina social y también debemos respetarla y el mismo Papa dijo que tenemos algunos viejos comportamientos de las cortes y estoy absolutamente en contra de este tratamiento y creo que sólo podemos despedir a las personas si se equivocan y los criterios para nuestros colaboradores en nuestra Congregación deben ser la ortodoxia y la integridad de la vida moral y sacerdotal y la competencia en la materia y otros “criteria”, deben hablar italiano o necesitamos personas de diferentes idiomas y culturas. Esa fue mi posición que tomo...

[Raymond Arroyo:] Eran hombres...

[Cardenal Müller:]
Permítanme aclarar que no soy un hombre de (la) corte.

[Raymond Arroyo:] Sí, estos eran hombres verdaderamente competentes, me dijeron…

[Cardenal Müller:]
Sí… sí… como viejo profesor alemán, somos muy claros.

[Raymond Arroyo:] Ese fue el reporte. Que usted estaba muy preocupado por ellos... por los tres. Dígame qué tan cerca estamos de la reconciliación canónica con la Sociedad de San Pío X. Sé que había una declaración doctrinal escrita que tienen que firmar. ¿Dónde nos encontramos ahora?

[Cardenal Müller:]
Se necesita tiempo. Lo que necesitamos es una reconciliación más profunda, no sólo la firma de un documento porque la doctrina de la Iglesia es muy clara de que lo que es necesario para la completa, plena comunión con la Iglesia Católica, no tenemos velocidades diferentes, no es posible. Todo el que quiere ser católico tiene que aceptar el credo católico y los Concilios y aceptar los siete sacramentos y otras doctrinas y tiene que aceptar la comunión jerárquica con el obispo local y la comunidad de todos los obispos y el Santo Padre que tenemos.

[Raymond Arroyo:] Sí... el...

[Cardenal Müller:]
Aquí necesitamos una reconciliación más profunda. Deben tener un acercamiento más profundo que sostenga el corazón a la comunión plena de la iglesia. Algunos de ellos están pensando, somos los católicos “correctos” como lo hemos sido desde 1962 y el resto es todo abuso. Y eso es imposible de decir. Hay abusos litúrgicos y muchos errores en la esfera dogmática, pero debemos superar estos errores y abusos y no justificar su propia separación, el separatismo de la Iglesia. Y perteneciendo a la liturgia, siempre la creencia católica de que el Papa o los sínodos locales y otros ritos tienen el derecho y también el deber de reorganizar las formas externas de la liturgia. La sustancia de la liturgia es dada por la revelación y no puede ser cambiada.

[Raymond Arroyo:] ¿Comparte la crítica del Cardenal Sarah de que hoy tenemos una crisis litúrgica y esa forma más reverente, particularmente la Forma Extraordinaria presentada por el Papa Benedicto, de que hay algo importante que el resto de la Iglesia debe reconocer y abrazar?

[Cardenal Müller:]
Sí, tenemos una crisis litúrgica pero que no comienza con el Concilio Vaticano II. Romano Guardini dijo en 1948 en Mainz [Maguncia], en mi ciudad, que la gente moderna tiene, con la tecnología y con todo eso, lo mismo que los tienen grandes dificultades con el “mysterium”, el misterio, para el contacto con Dios y tienen una comprensión más funcional de la liturgia, más por el entretenimiento religioso y debemos llegar a este punto para comprender el misterio de Dios, lo sagrado. Ese es el problema, pero no podemos hacerlo sólo con el intercambio exterior, con la forma exterior. Lo sabemos también en la antigua forma de la liturgia, también era posible celebrar en una rutina...

[Raymond Arroyo:] De manera desinteresada...

[Cardenal Müller:]
... celebrar en diez minutos la liturgia. ¿Qué tiene esto que ver con el sentimiento del misterio de Dios, con la presencia de Jesucristo y ello depende de su actitud interior y entendimiento.

[Raymond Arroyo:] Mi pregunta final, Su Eminencia, y gracias por todo el tiempo. ¿Cuál es la parte más difícil de esta posición que usted tiene hoy como un hombre, personalmente?

[Cardenal Müller:]
Nuestra Congregación tiene este objetivo, esta tarea, de promover la Fe en todo el mundo y en toda la Iglesia y también defender la Fe, pero también tenemos los casos disciplinares y los casos matrimoniales y Paulinum y Petrinum. Tenemos que preparar las decisiones del Papa y ese es nuestro trabajo, pero ... lo importante hoy es ayudar a superar el secularismo, el agnosticismo, la vida sin Dios porque tenemos tanta gente en nuestro mundo occidental que viene de tradiciones cristianas que piensan que nuestra fe católica o fe cristiana está muy retirada y atrasada y en los viejos tiempos, no estamos al día ... prejuicios ... pero creo que nuestra convicción es que precisamente desde el Evangelio tenemos las respuestas a las grandes preguntas de hoy.

[Raymond Arroyo:] Hablando de todo eso, de los casos clericales que sé usted trata, de los casos matrimoniales, de estos grandes temas doctrinales que ahora se han convertido en materia de las de primeras planas de los periódicos. ¿El peso de eso le afecta personalmente? ¿Quiero decir, que siente el peso de esa oficina?

[Cardenal Müller:]
Sin duda siento el peso y la responsabilidad, pero la responsabilidad del Papa es mayor.

[Raymond Arroyo:] ¿Y cómo lidia con eso?

[Cardenal Müller:]
Quiero ayudarlo con nuestra Fe y con la vida espiritual también, con nuestras visiones y experiencias intelectuales de la historia de la Iglesia y no somos Pelagianos... con la ayuda de la Gracia podemos enfrentar todas estas preguntas.

[Raymond Arroyo:] Eminencia, gracias de nuevo.

[Cardenal Müller:]
Muchas gracias.