Saturday, April 08, 2017

¿“Otro pedazo del caramelo” para la FSSPX/SSPX?

National Catholic Register ofrece un artículo, Abr-07-2017, firmado por su corresponsal en el Vaticano, Edward Pentin, en el que registrando la reciente medida del Vaticano para garantizar la validez objetiva de los matrimonios celebrados por clérigos de la FSSPX/SSPX, recoge declaraciones de Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei», así como de otras fuentes anónimas tanto del Vaticano como de la FSSPX/SSPX.

Procedemos a traducir los apartes del artículo en donde aparecen estas declaraciones.

El 6 de abril, el Arzobispo [Guido] Pozzo explicó a National Catholic Register que la medida pretende “evitar dudas” sobre la validez de los matrimonios celebrados por los sacerdotes de la FSSPX. Para los católicos, añadió, “El matrimonio siempre exige respeto por la forma canónica” y, al hacerlo así, una “atención especial por los bonum matrimonii [bienes del matrimonio], que es un derecho de los fieles católicos”.

Inmediatamente después de ese párrafo aparece un comentario de una fuente del Vaticano no identificada:

“Esta es la segunda de estas iniciativas; es otro pedazo del caramelo”, dijo un funcionario del Vaticano cercano a las discusiones.

Ese es el pasaje más perturbador, porque es como si alguien en el Vaticano —así sea anónimo— esté admitiendo que ahora con la FSSPX/SSPX el Vaticano asumió una nueva estrategia, la del salami. Ya saben Uds. en qué consiste: Para comerse un salami completo hay que hacerlo de a poco y en rebanadas.

De nuevo apartes con expresiones de Mons. Guido Pozzo.

La insistencia del Vaticano sobre la adhesión de la FSSPX a la enseñanza del Concilio parece sin cambio: Monseñor Pozzo dijo a National Catholic Register que para lograr la plena reconciliación, el superior general de la FSSPX, actualmente el obispo suizo Bernard Fellay, “debe firmar la declaración doctrinal” de que la Santa Sede le ha pedido a la fraternidad que acepte. Pero también dijo que la fraternidad debe poder “salvaguardar plenamente” su “identidad espiritual, disciplinaria, teológica y pastoral”, que vendrá a través del “desarrollo de sus particulares estatutos jurídicos” necesarios para la creación de una prelatura personal, una propuesta estructura canónica, similar a la del Opus Dei, la cual permitiría a la fraternidad operar dentro de una diócesis católica.

El arzobispo Pozzo dijo que espera que tales circunstancias y la creación de una prelatura personal “sucederá pronto”.

Un pasaje posterior en donde hablando de los obstáculos se recogen más opiniones anónimas tanto del Vaticano como de la FSSPX/SSPX.

Fuentes tanto en el Vaticano como en la FSSPX, sin embargo, dicen que la reconciliación tomará algún tiempo, y ciertamente no se logrará hasta después del verano, ello como lo más pronto. Para la fraternidad, un obstáculo final se refiere a las modificaciones, salvaguardas y aclaraciones que han solicitado con respecto a la estructura canónica, pero que aún están por recibir. También dicen que la rapidez con la que se puede llegar a un acuerdo depende de la determinación del Papa.

El Vaticano reconoce que los retrasos giran en torno a cuestiones de “fe y confianza”, así como la finalización de la “mecánica y ajuste” de un acuerdo final. Los funcionarios de la Santa Sede se ven a sí mismos como una “puerta abierta” a la sociedad, ofreciendo todo lo que puedan para lograr un acuerdo.

Fuentes en la SSPX, hablando al micrófono sólo bajo la condición de que permanecieran anónimas, dijeron a National Catholic Register que han atestiguado un mayor acercamiento del Vaticano en tanto que los conflictos se profundizan, especialmente en referencia a las ambigüedades en la exhortación apostólica del Papa sobre la familia Amoris Laetitia (La Alegría del Amor). El cardenal Müller, dijo uno, está “más abierto a las soluciones” que antes y ahora “nos ve más como aliados que como enemigos”.

Otro obstáculo, uno que la fraternidad admite fácilmente, es si puede mantener un frente unido. Las opiniones difieren sobre si ahora es un tiempo prudente para ser regularizados, aunque el consenso general es que la mayoría aceptará la propuesta de la prelatura.

Otro motivo de preocupación en la sociedad es que la reconciliación es una trampa, una que tiene por objeto silenciar la fraternidad sacerdotal y debilitar su influencia. Pero National Catholic Register entiende que esta no es la opinión del obispo Fellay, quien está insistiendo, dentro de las conversaciones, sobre la libertad de seguir hablando.