Aquí una contundente afirmación que no encaja en los parámetros que la corriente dominante ha determinado cuando surge una de ellas. No se puede decir que se trate de un “profeta de desgracias”, ni se puede alzar el dedo para señalar al “ala conservadora”, menos repetir que son los “sectores tradicionalistas”, ni “fundamentalistas”, ni siquiera decir que el que lo dijo haya sido perteneciente a los “aparicionistas”. Menos en esta supuesta “revolución de la ternura” en que vivimos. En fin, la cosa no encaja.
La afirmación entrecomillada que sirve de titular a esta entrada la encontramos en un artículo de Diario de Léon, Mar-23-2017, y la ha dicho el exorcista Antonio Fortea. Ese tipo de expresiones en general no son bien recibidas, más bien atacadas y ridiculizadas empleando, entre otras, calificativos como los arriba señalados, que para el caso no funcionan porque el P. Fortea no puede ser identificado con ninguno de ellos.
Comienza el artículo aludido:
«Los signos de los tiempos indican que caminamos hacia un ‘invierno’ horrible para el cristianismo. Personalmente creo que en no más de 10 o 15 años habrá una intervención extraordinaria de Dios en la Tierra para purificarla». Sin ánimo alarmista pero con total contundencia. Así atisba el futuro cercano José Antonio Fortea, sacerdote y teólogo especializado en el campo relativo al demonio, el exorcismo, la posesión y el infierno. «Las purificaciones de Dios —asegura— siempre han sido el hambre, la peste y la guerra. Ya ha habido otras a lo largo de la historia. En la Segunda Guerra Mundial la persecución al cristianismo fue casi apocalíptica. Francia —que había vomitado la religión católica en su particular revolución— sufrió terriblemente las consecuencias», recuerda este sacerdote que mañana ofrecerá una conferencia en León (iba a ser en el Seminario Redemptoris Mater pero finalmente se traslada al salón de actos de Caja España-Duero, calle Santa Nonia), para tratar en profundidad el tema del Apocalipsis bíblico. Será a las 20.00 horas —las puertas abrirán a las 19.30— con entrada gratuita hasta completar aforo.
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