Alejamiento del Vaticano del card. Burke mereció primera página en La Nación
El alejamiento del card. Raymond Leo Burke del Vaticano resultó ser una información importantísima en el periódico más leído de Argentina, La Nación. ¿Y qué es lo que hace esta información tan relevante para el diario?, no parece haber otra explicación diferente a la del oportunismo.
En su edición de hoy, La Nación presenta la información con un llamado en primera página que dice: “El Papa envía a un opositor lejos del Vaticano”. Y es allí en donde se define el oportunismo, mezcla de amistad con un malentendido nacionalismo. Uno porque el artículo lo firma la corresponsal del diario en el Vaticano, Elisabetta Piqué, amiga de Francisco; y dos, porque a Francisco en Argentina no solamente lo ven como un Papa, sino como un coterráneo que llegó a serlo.
Evidentemente el artículo está escrito en la ya conocida clave de hacer parecer a Francisco como víctima, atacado por esos sucios tradicionalistas y/o conservadores resistentes, de quienes Burke es la punta de lanza. En el intento de lavar la imágen, en una parte se lee que la desición de enviar a Burke a Guam “fue tomada el 5 de octubre pasado, es decir, antes de que estallara el cortocircuito entre el Papa y la Orden de Malta”; como para intentar dejar claro que no es un movimiento revanchista de Francisco hacia uno de sus presuntos enemigos. Lo que no dicen es que, caso de ser cierto que la decisión se tomó en esa fecha, para ese entonces no se había producido el asunto de la Orden de Malta pero sí llevaba pocos días de haberse enviado las ya famosas Dubia (dudas) sobre Amoris Lætitia, por parte de 4 cardenales, uno de los cuales es Burke. Para esa fecha no se conocía publicamente el asunto de las Dubia, cosa que ocurrió en Noviembre de 2016 cuando Sandro Magister lo dio a conocer. Así que pueda que literalmente el alejamiento del card. Burke no tengan nada que ver con el caso de la Orden de Malta, pero que esté libre de movida revanchista por parte de Francisco...
Una vez más, en relación con Francisco, La Nación hace despliegue de amiguismo y pseudonacionalismo.