Thursday, February 02, 2017

Aparece nueva declaración en apoyo a las Dubia que solicitan claridad sobre Amoris Lætitia

Una asociación internacional de sacerdotes católicos publicó ayer una declaración de apoyo a las Dubia presentada en Septiembre de 2016 por cuatro cardenales a Francisco pidiéndole aclaración sobre ciertos aspectos confusos de la exhortación apostólica postsinodal Amoris Lætitia.

Las Confraternidades del Clero Católico, que representan a más de 1000 sacerdotes en Gran Bretaña, Irlanda, Australia y los Estados Unidos, afirma en la declaración que “se necesita una aclaración para corregir el mal uso de la Exhortación Apostólica para socavar la sagrada Tradición”.

La declaración se suma al respaldo que en el pasado manifestaron 23 académicos y pastores católicos y a otra de dos filósofos católicos.

Procedemos a hacer una traducción completa de la Declaración publicada ayer.

Declaración de las Confraternidades del Clero Católico

Como miembros de las Confraternidades Internacionales del Clero Católico creemos que sería de gran valor una interpretación autorizada de la exhortación apostólica Amoris Laetitia en línea con la constante enseñanza y práctica de la Iglesia. Esta declaración surge a la luz del surgimiento de la continua divergencia generalizada de la comprensión y las divisiones en la práctica. Claramente se necesita una aclaración para corregir el mal uso de la Exhortación Apostólica para socavar la sagrada Tradición. Por lo tanto, agradecemos a los eminentes cardenales que han presentado recientemente su dubia a la Santa Sede, solicitando tal aclaración. Las Confraternidades reconocen que esta acción ha sido tomada por amor a la Iglesia y por la preocupación por la salvación de las almas. Como lo han dejado claro los propios cardenales, este paso ha sido tomado con profundo respeto por nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, y no debe de ninguna manera ser utilizado para fomentar divisiones en la Iglesia. El grave peligro para la unidad de la Iglesia debido al creciente relativismo moral debe ser honestamente enfrentado y claramente remediado.

Como pastores de almas, somos conscientes de los muchos desafíos que enfrentan los hombres y mujeres de hoy. Nos esforzamos por ayudar a nuestro pueblo, que a menudo vive en situaciones complejas, a escuchar el llamado de Cristo y su Evangelio. Esta tarea se hace más fácil cuando la Iglesia expone su enseñanza valientemente y claramente. También es esencial que la disciplina de la Iglesia siga siempre su enseñanza dogmática. En particular, dado que en la actualidad hay mucha confusión, es necesario dejar claro que la Sagrada Comunión no puede ser dada a alguien que elija vivir en una relación sexual con una persona diferente a su esposo o esposa válidamente desposado. Aquellos que se encuentran en esta situación son, por supuesto, merecedores de apoyo pastoral y deben ser ayudados a jugar como parte plena en la vida de la Iglesia en la medida de que sus circunstancias lo permitan. En relación con esto, es importante afirmar que la conciencia no es una ley en sí misma que reemplaza la ley santa de Dios con el juicio privado, sino más bien un eco de la voz del Creador. La dignidad de la conciencia debe estar asistida para superar toda ignorancia y protegerse de ser ‘prácticamente ciega como resultado del pecado habitual’ (Gaudium et Spes, 16)

Pedir una aclaración de este tipo, que reitere la enseñanza perenne de la Iglesia, es un acto de amor filial de los fieles hijos de la Iglesia que acuden a nuestro Pastor Supremo en busca de su guía paternal. Es nuestro deseo que esta aclaración nos permita a nosotros y a otros sacerdotes católicos y diáconos llevar a cabo nuestro ministerio de una manera fiel y efectiva. Esperamos que esta petición de aclaración pueda ser una ocasión para que el Santo Padre alimente y cuide al rebaño que le ha confiado el Señor y nos apoye, al clero, a hacer lo mismo.

Aceptada renuncia del arzobispo de Lipa, Filipinas

La ley de Murphy dice que toda situación mala es susceptible de empeorar, y en efecto... En épocas pretéritas nos quejabamos de que a los obispos cuando renunciaban antes de que cumplieran los 75 años, edad en que por ley deben renunciar, se informaba que el Santo Padre les aceptaba la renuncia a tenor del canon 401 § 2, en donde no se sabía si el renunciante abandonaba por motivos de salud o por qué otra razón grave, dejando así un cierto manto de duda. Pues a los quejosos, como nosotros, nos escucharon, porque ahora de los obispos con dichas características se informa escuetamente que la respectiva renuncia se les acepta y punto, sin mencionar a título de qué es aceptada.

Tal es el caso sobre el que ponemos ahora la atención. Se trata de Mons. Ramon Cabrera Argüelles, Arzobispo de Lipa, Filipinas, de quien la oficina de prensa de la Santa Sede informa hoy en su boletín:

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Lipa (Filipinas), presentada por S.E. Mons. Ramon C. Argüelles.

Para luego pasar a decir el nombre del sucesor.

La edad de Mons. Cabrera Argüelles es de 72 años, con lo que le faltarían tres años para llegar a la edad límite de su renuncia obligatoria. Y como lo omite la información oficial, pero se infiere, Mons. Argüelles renuncia por enfermedad u otra causa grave que le impedía seguir a la cabeza del gobierno de Lipa.

En los años recientes, Mons. Cabrera Argüelles fue objeto de atención —particularmente en los sacros palacios— porque había declarado “dignas de credibilidad” las presuntas apariciones marianas sucedidas en 1948 a la novicia carmelita Teresita Castillo, en las que pretendidamente Nuestra Señora se presentaba a sí misma como “Mediadora de todas las gracias”. Hecho al que la Congregación para la Doctrina de la Fe se opuso rotundamente, declarando el decreto de aprobación como “nulo e inválido”.

Y no es que estemos insinuando que a Mons. Cabrera Argüelles se le haya obligado a presentar su renuncia por este impasse, no; solamente hemos presentado unos hechos recientes a modo de referencia.