Ya en otras ocasiones hacíamos notar ese adamismo que tienen los bergoglianos, por el cual desconocen, minimizan, ignoran voluntariamente, ridiculizan, consideran inexistente, todo lo que en la Iglesia ha ocurrido antes de Mar-13-2013. Es como si la Iglesia no tuviera más de veinte siglos de existencia, sino sólo cuatro años. El mismo gérmen reaperece hoy en boca del teólogo rodillístico.
Información de agencia SIR, Ene-19-2017. Traducción de Secretum Meum Mihi.
“El Papa Francisco ha traído consigo un nuevo viento”. Con esta observación se ha abierto el informe del cardenal Walter Kasper en el congreso en curso hoy en Roma sobre “El Cristianismo en tiempos del Papa Francisco”, promovido por la Universidad Católica y Roma Tre. “Es parte de su carisma —dijo Kasper, que ha hablado del ecumenismo bajo Francisco— el resplandor, la capacidad de acoger con estilo cordial y fraterno a cada persona que encuentra, sea católica, ortodoxa o evangélica, o de otras religiones o incluso sin religión. Él tiene y vive un estilo de diálogo. De este estilo teníamos necesidad. Después del Concilio Vaticano II hemos hecho muchos y grandes progresos en el camino ecuménico. Ya teníamos muchos frutos por recoger. Sin embargo, también serpenteaba la sensación de haber llegado a un punto en el que la potencialidad del diálogo así como lo habíamos llevado hasta entonces se había agotado y que estábamos en un callejón ciego. Se advertía un cierto cansancio y una falta de coraje para avanzar por nuevos caminos. Estábamos en una situación de estancamiento”.