Ya Uds. saben que se nos ha dicho en varias ocasiones que Francisco no tiene portavoces que hablen por él, pero los hechos no corresponden con dicha afirmación, porque en el caso de Amoris Lætitia Francisco declina dar su mens y deja el trabajo a otros, principalmente señalando al card. Schönborn. Y menos después que se presentó el asunto de las preguntas (Dubia) hechas formalmente a él por 4 cardenales pidiéndole que aclare ciertos aspectos confusos de Amoris Lætitia, cuando han sido sus diferentes interpretes los que han salido con violencia moral a atacar a los 4 cardenales, mientras el Pontífice guarda un silencio difícil de ignorar.
Uno de sus interpretes, el P. Antonio Spadaro, retoma esta estrategia de ataque en una entrevista concedida a David Gibson de Religion News Service. Y como alguna utilidad hay que sacar de estas diatribas, de la que nos ocupa en el caso concreto aprendemos que para evitar contestar a las dudas de los 4 cardenales Francisco las ha rotulado como “oposición ideológica”. Con lo que inferimos que hay una resolución de no contestar en lo absoluto, es decir, ni en el inmediato ni el lejano futuro ni nunca. Y mientras tanto el trabajo sucio lo siguen haciendo sus interpretes, cuya existencia nos seguirán negando.
Traducimos un aparte de la entrevista con el P. Spadaro.
¿Mientras tanto, los críticos de este discernimiento —como los famosos cuatro cardenales— dicen que necesitan respuestas de “sí-o-no”?
No sé si son críticos del discernimiento. Sólo sé que el Papa ha dicho que la vida no es blanco y negro. Es gris. Hay muchos matices, y tenemos que discernir matices.
Este es el significado de la Encarnación, el Señor tomó carne, lo que significa que estamos involucrados con la humanidad real, que nunca es fija o demasiado clara. Así que el pastor tiene que entrar en la dinámica real de la vida humana. Este es el mensaje de misericordia. El discernimiento y la misericordia son los dos grandes pilares de este pontificado.
¿Hay algún sentimiento de que la oposición al enfoque de Francisco esté creciendo y sea más intensa?
¡No, no! El problema es que algunos oponentes hacen mucho ruido, especialmente en las redes sociales. Crean una cámara de resonancia. Pero se puede oír el ruido sólo dentro de las sacristías. Si sales de las sacristías no puedes escuchar nada. Así que sólo las personas dentro de las sacristías pueden escuchar este gran ruido.
La cuestión no es sobre cuatro cardenales u otros cualquiera. Francisco lo ha dicho muchas veces, que le gusta la oposición. No es un problema para él. Siempre ha tenido oposición en su vida. Se acostumbró a la oposición y se dio cuenta de que la vida está hecha por la tensión. Y porque la vida es hecha por la tensión, si no hay tensión no hay vida. Una buena señal de la eficacia del proceso de reforma es precisamente la aparición de la oposición.
Pero el Papa Francisco distingue entre dos tipos de oposición: Hay oposición que es la crítica de las personas que se preocupan por la iglesia. Aman la iglesia. Ellos realmente quieren, en buena conciencia, el bien de la iglesia.
Pero hay otro tipo de oposición, que es sólo la imposición de la propia opinión, que es oposición ideológica.
El Papa escucha a la primera y está abierto al aprendizaje. Pero él no presta demasiada atención a la segunda clase.
¿Está creciendo la “buena” oposición? ¿Y qué significaría eso para el enfoque del Papa?
La buena oposición es discreta. Hay personas que hablan con el Papa y son muy francas. Y a él le gusta este tipo de personas, ya que no hacen ruidos que sean expresiones teatrales.
En 2013 me dijo, al principio de nuestra primera entrevista, si usted piensa que algo de lo que estoy diciendo está mal por favor dígame. Me quedé muy impresionado por eso. Fue una cosa pequeña, pero me mostró lo abierto que está a ser criticado.
Pero Ud. tiene que tomar en cuenta el hecho de que hay algunos gestos o documentos, como Amoris Laetitia, que es el fruto de un largo proceso. No es sólo el papa que dice esto, son dos sínodos, y los sínodos fueron muy abiertos y directos. Y a él le gustó mucho eso.
Y al final escribió su exhortación porque conoce su trabajo como papa, porque no sólo es un Papa “agradable”.