Tuesday, December 20, 2016

Card. Reinhard Marx insiste en que Amoris Lætitia permite en ciertos casos acceder a la Comunión a los divorciados vueltos a casar


No es nueva esta interpretación de los obispos alemanes, ya desde los años 90 vienen administrando la Sagrada Comunión a los divorciados vueltos a casar. Ni es nuevo que ello fue propulsado por estos obispos en los dos últimos Sínodos sobre la Familia de 2014 y de 2015. Menos lo es que salgan a defender esta posición mamparándose en Amoris Lætitia. Lo que sí era raro es que hubieran permanecido callados tanto tiempo sin reaccionar después de todas las controversias suscitadas desde la aparición de las Dubia presentadas por 4 cardenales a Francisco solicitándole que aclare aspectos confusos del documento. Entre estos 4 cardenales hay uno justamente alemán, el card. Joachim Meisner.

Pues el silencio se acabó, porque el Presidente de los obispos alemanes ha salido a reiterar la interpretación del documento y su —supuesto— respaldo a Francisco. Lo denota un reporte de KNA, Dic-20-2016, basado en una entrevista concedida a esa agencia por el card. Marx. Así comienza la nota:

En la controversia sobre la interpretación de la exhortación papal “Amoris laetitia”, el Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx, considera que el texto “no es tan engañoso como dicen algunos”. Como consecuencia de ello, por ejemplo, parejas divorciadas y vueltas a casar no deben ser “atrapadas en un callejón sin salida” hasta el fin de sus vidas y, si es necesario, también volver a la comunión y la confesión, dijo Marx en una entrevista personal sobre el balance anual con Katholischen Nachrichten-Agentur (KNA) en Múnich.

No se trataría de ninguna nueva doctrina, destacó también el arzobispo de Munich: “El Papa nos quiere dar un nuevo punto de vista pastoral de la realidad y conectar nuestras vidas, incluso si ellas no siempre han triunfado, con las afirmaciones del Evangelio de la Misericordia de Dios”.

[...]

Más adelante dice el reporte que sobre la posición de los obispos alemanes, el card. Marx piensa “que apoyan al Papa” y ven Amoris Lætitia como un “desarrollo positivo”, y además deja entrever que a futuro habrá una carta de apoyo de los obispos alemanes en respaldo al Papa.

Declaración del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre parcicipación de obispo excomulgado en recientes ordenaciones episcopales en China

Evidentemente no eramos solo nosotros los que preguntabamos sobre este mutismo. Varios medios de comunicación (como Zenit, Vatican Insider y AsiaNews) informan sobre una declaración que sobre la participación en unas consagraciones episcopales de un obispo chino excomulgado, ha emitido hoy el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. No solamente se pronuncia sobre ese hecho, sino que se anticipa a otro venidero, por el cual también podría haber cuestionamientos.

Esta es nuestra traducción de la dicha declaración.

Algunos periodistas han preguntado el pensamiento de la Santa Sede en razón de las recientes ordenaciones episcopales en Chengdu y en Xichang, así como sobre la Novena Asamblea de los Representantes Católicos Chinos, que según noticias se debería llevar a cabo en el mes corriente de diciembre.
Es conocida desde hace tiempo la postura de la Santa Sede sobre estos dos tipos de eventos, que implican aspectos de la doctrina y de la disciplina de la Iglesia.

La presencia, en las dos antedichas ordenaciones episcopales, de un obispo, cuya posición canónica sigue siendo estudiada por la Sede Apostólica después de su ordenación ilegítima, ha creado disgusto entre los interesados y turbación en los católicos chinos. La Santa Sede comprende y comparte este dolor.

Respecto a la Novena Asamblea, la Santa Sede espera juzgar con base en hechos comprobados. En el entretanto, está segura de que todos los católicos en China esperan trepidantes señales positivas, que los ayuden a tener confianza en el diálogo entre las Autoridades civiles y la Santa Sede y a esperar un futuro de unidad y armonía.

20 de Diciembre de 2016.

Card. Burke sugiere si el Papa no responde sus Dubia: El acto formal de corrección de un error grave podría venir luego de la Epifanía

[Esta nota ha sido reeditada retirando la fotografía que inicialmente la acompañaba, en donde equivocadamente aparecía un cardenal que no era el que erroneamente se identificaba como el card. Burke, protagonista de la presente información.]


El card. Raymond Leo Burke, en entrevista con LifeSiteNews, Dic-19-2016, ha dado a entender que el acto formal de corrección al Papa, del cual habló ya hace unos días en caso que Francisco no respondiera a las preguntas —Dubiaplanteadas formalmente por Él y tres cardenales más al Papa solicitándole que aclare ciertos aspectos confusos de Amoris Lætitia, podría venir en algún momento después de la Epifanía.

Esto en concreto lo que ha dicho el card. Burke. Traducción de Secretum Meum Mihi.

LifeSiteNews: Usted ha hablado de una potencial venidera corrección formal del Papa Francisco si continuara negándose a responder las dubia expresadas por Ud. y los otros cardenales, con el apoyo vocal de numerosos teólogos y decenas de miles de fieles. ¿Cuándo se llevaría a cabo tal acción y cómo sería? ¿Puede describir eso para nosotros?

Cardenal Burke: Bueno, las dubia tienen que tener una respuesta porque tienen que ver con los fundamentos mismos de la vida moral y la enseñanza constante de la Iglesia con respecto al bien y al mal, con respecto a varias realidades sagradas como el matrimonio y la Santa Comunión y así sucesivamente. ¿Qué formato tomaría?, es muy simple; puntualmente debería ser directa, igual que lo son las dubia, sólo en este caso ya no se plantearían preguntas, sino que se confrontarían las afirmaciones confusas en Amoris Laetitia con lo que ha sido la constante enseñanza y práctica de la Iglesia, y de este modo corregir a Amoris Laetitia. Es una antigua institución en la Iglesia, la corrección del Papa. Esto no ha sucedido en los siglos recientes, pero hay ejemplos y se lleva a cabo con absoluto respeto por el oficio del Sucesor de San Pedro, de hecho, la corrección del Papa es en realidad una forma de salvaguardar ese oficio y su ejercicio. ¿Cuándo tendrá lugar? Ahora, por supuesto, estamos en los últimos días, días de fuerte gracia, antes de la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor, y luego tenemos la Octava de la Solemnidad y las celebraciones al comienzo del Año Nuevo —todo el misterio del Nacimiento de Nuestro Señor y Su Epifanía— así que probablemente tendría lugar en algún momento después de eso.

Para nosotros la fecha podría ser el 22 de Febrero, La Catedra de San Pedro.

Pero también podría ser, si se diera el caso, en uno de los consistorios ordinarios que suelen ocurrir, como para el anuncio de algunas canonizaciones, en las que los cardenales presentes en Roma asisten. Justo en uno de esos consitorios fue que se produjo el anuncio de la “renuncia al ministerio de Obispo de Roma” de Benedicto XVI.

Mons. Athanasius Schneider responde si Amoris Lætitia es ambigua, contiene errores, o pone en peligro la Fe



Mons. Athanasius Schnneider hizo presencia la semana pasada en tierras ibéricas en donde, entre otras, concedió una entrevista para Adelante la Fe. Transcribimos dos de sus respuestas (con algunas adaptaciones).

¿La exhortación [apostólica] Amoris Lætitia es ambigua, contiene errores, pone en peligro la Fe?

Objetivamente, cuando Nosotros leemos el texto de Amoris Lætitia tiene objetivamente, ciertamente, algunos pasajes que contienen expresiones ambiguas; o al menos que se pueden interpretar de una forma o de otra forma, esto es evidente y ninguno puede negar eso, porque simplemente leyendo el texto como él es. Ciertamente, hay un principio que dice que todos los textos del Magisterio deben ser leídos, interpretados según la Tradición de la Iglesia precedente. Entonces tengo el favor de la Tradición, el favor. Esto es claro. Y por eso se puede leer Amoris Lætitia también al menos la gran de parte aquellas expresiones ambiguas a la luz de la Tradición de la Iglesia, Pero, no obstante, tiene algunas expresiones Amoris Lætitia que no son posibles ser interpretadas a la luz de la Tradición de la Iglesia. Como por ejemplo, cuando se dice, cuando se habla, cuando el Santo Padre habla, usa el término ‘fidelidad’ en una unión irregular, en una unión de dos personas, de una mujer y de un hombre que no son verdaderamente casados, y que no son casados delante de Dios. Esto es imposible, hablar de esta unión de fidelidad; fidelidad es solamente…podemos hablar de una unión de matrimonio que vale delante de Dios, o de una unión en la que uno de los dos hace la voluntad de Dios. Pero en este caso los dos, ellos cometen objetivamente pecados contra el sexto mandamiento de Dios, contra la voluntad de Dios. Y en este caso no se puede hablar de fidelidad. Yo considero esta expresión, por ejemplo, objetivamente interpretada a la luz de la Tradición. Tengo otras que se pueden interpretar según la Tradición, gracias a Dios. Pero ahora no tengo presente todas estas expresiones de Amoris Lætitia, sino aquello que recordé de esta expresión, por ejemplo. Pero como repito, el Papa Francisco cuando él dio esta exhortación apostólica, ya dice que su intención de escribir Amoris Lætitia no era la decidir una doctrina, sino de dejar un espacio de debate y de discusión doctrinal y pastoral. Esto se lee en el inicio ya de Amoris Lætitia. Entonces debemos leer en este que Él no tiene la intención de escribir Amoris Lætitia como un acto propiamente magisterial, como [de] decidir una cosa, como debería ser. Y por eso había en la Iglesia documentos pontificios que contenían también algunas afirmaciones erradas, también antes del Papa Francisco, justo en la edad media, objetivamente erradas, Porque no era lo habitual expresarse ex cathedra, porque aquellos Papas que escribían, ellos querían describir una situación temporal, pastoral, disciplinar, que ellos mudaban y no querían aplicar toda su autoridad magisterial. Entonces debemos dar gracias a Dios. En cierto sentido Amoris Lætitia no tiene el peso de toda la intención del Papa de hablar aquí en forma definitiva o… sino de dejar un debate.

¿Por lo tanto Excelencia, es lícito que 4 cardenales, con todo el respeto pidan al Papa simplemente que aclare no que no está claro?

Ciertamente. Esto ha sido siempre en la Iglesia una costumbre muy normal, que obispos o laicos se dirigieran a la Santa Sede, al Papa, para esclarecer dudas [Dubia] de doctrina, de pastoral o litúrgicas. Diversas, ¿no? Y así los cardenales hicieron eso simplemente aplicando el derecho, la Tradición, que había en la Iglesia. Aquí la cosa nueva fue que la formulación de estas Dubia fueron hechas públicas, esta es la novedad. No el hecho mismo, sino esta novedad. Pero los cardenales explicaron por qué ellos hicieron esto. Porque ellos presentaron las Dubia en una forma privada, no pública, al Papa, al dicasterio competente de la Doctrina de la Fe, pero recibieron una repuesta al menos implícita o…y no con esto toda esa circunstancia sino el hecho que los cardenales mismos declararan que el Papa decidió no responder esta vez estas respuestas. También el Papa tiene el derecho de no responder. Pero, ya que confusión aumenta en la Iglesia sobre estas cuestiones así fundamentales, que tocan tres sacramentos al mismo tiempo: El sacramento del Matrimonio, el sacramento de la Confesión, y el sacramento de la Eucaristía. La gran cuestión del divorcio que es un peligro que dentro de la Iglesia católica se comience a establecer una especie de divorcio católico, o de manera católica, entre las parejas católicas. Pero en vista de este peligro grande para el bien común de todas las almas, los cardenales y obispos, como miembros del colegio episcopal y como miembros del colegio cardenalicio, encontraron necesario en su conciencia publicar estas Dubia, pienso que para invitar a toda la Iglesia a participar en esta preocupación de resolver estas Dubia. Entonces Yo no encuentro este gesto en ningún modo contra el Papa, sino al contrario, es un gesto que muestra que Nosotros podemos en la Iglesia Católica, en casos realmente extraordinarios, hacer públicas algunas preocupaciones importantes para invitar a los otros todos juntos, para juntos rezar, discutir, y realmente encontrar juntos la respuesta, y no esconder eso. Y si no somos capaces, la Iglesia, de publicar tal preocupación que los cardenales hicieron, entonces no somos una Iglesia de familia, no somos una Iglesia de colegialidad —que se habla tanto de colegialidad y de familia—, una Iglesia de diálogo, sin miedo. Pero sucede que esos cardenales las publicaron y luego fueron acusados de cismáticos, que estaban contra el Papa, etc. Entonces, estas acusaciones muestran que aquellos que los acusan quieren crear en la Iglesia un clima, no de familia, no de colegialidad, no de un debate sin temor, sino una especie de atmósfera espiritual que es semejante a una dictadura donde todos tienen miedo, donde todos tiene miedo de hacer una pregunta, porque no va a ser conforme a la línea general de pensamiento. Esto es contrario a todo lo que habló el Concilio Vaticano II.