Costa Rica es un país pequeño (nos referimos al tamaño físico no a su grandeza, para que nadie se sienta ofendido), e incluso si su principal periódico dedica el artículo central de su edición dominical a un tema tan importante como la implementación de Amoris Lætitia por parte de los obispos, puede pasar inadvertido. Advertimos que todavía los Sres. obispos no han dado una directriz concreta, pero por el titular que asigna el periódico en primera plana (“Iglesia reacia a dar la comunión a divorciados vueltos a casar”), se puede inferir que por ahora, no sabemos mañana, adhieren a la doctrina tradicional sobre el acceso de los divorciados vueltos a casar y su acceso a la Sagrada Comunión. En el reporte de La Nación la voz cantante de los obispos la lleva el obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa.
¿En qué condición quedan las personas que se divorcian y se casan con otra persona?
Continúan perteneciendo a la Iglesia; nunca se les considera como excomulgados. Pueden participar en todo, menos en la comunión sacramental
¿Pueden estas personas participar en el sacramento de la confesión y la comunión?
En el documento del Papa no se menciona la posibilidad de que las parejas divorciadas y vueltas a casar puedan recibir la comunión. ”En la Iglesia existe la posibilidad en el matrimonio de vivir en estado de continencia y de hecho existen casos. Estas personas no tienen ningún impedimento para participar incluso en la comunión.”
¿En el caso de la pareja que se vuelve a casar, ¿Se analiza por separado la situación de cada uno, o se estudia como un mismo caso?
Lo ideal es que sea la pareja, que juntos disciernan su situación y logren una resolución para el bien de los dos y sobre todo para los hijos. Si a alguno de los dos no le interesa buscar soluciones a su realidad, lo puede hacer un cónyuge por separado.
¿En el país, se practica un análisis de casos para determinar cuáles matrimonios de personas divorciadas pueden volver a comulgar?
En lo que el documento pontificio (Amoris laetitia) insiste es en el acompañamiento, la comprensión y la motivación por parte de los pastores a estas parejas para que participen más y tengan un crecimiento espiritual en la experiencia de Dios, viviendo intensamente la fe cristiana.
¿Son muchas aquellas parejas que piden reintegrarse a los sacramentos?
Creo que todo católico consciente del valor de su fe sabe que la comunión es un aspecto esencial en su vida. Lástima que no todos lo comprenden. Sin embargo, hay muchas parejas en situaciones especiales que desean recibir la comunión, pero saben que existe un obstáculo para hacerlo.