Francisco sobre la Comunión para los divorciados vueltos a casar: “Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que estas personas pueden comulgar”
Transcribimos una de las respuestas dadas por Francisco durante la rueda de prensa a bordo del vuelo que lo llevó de regreso a Roma tras su viaje apostólico a México. No se puede decir que es la más importante, hay más, pero ponemos la atención en esta, que dice lo que pusimos entrecomillado en el titular, pero dice también: “Si hay algo más, ya lo dirá el Señor”.
Ya hay medios de comunicación poniendo la atención en otras respuestas que sirven más para su instrumentalización, por ej., dicen que el Papa aprobó el uso de los anticonceptivos para combatir el zika...
La traducción la proporciona Vatican Insider, Feb-18-2016, el resto lo pueden leer allí.
¿Cómo es posible que la Iglesia aún hoy perdone con más facilidad a un asesino que a un divorciado vuelto a casar?
Ah, ¡me gusta esta pregunta! De familia han hablado dos sínodos. El Papa habló todo el año durante las eucaristías. Me gusta esta pregunta, porque ella tuvo plasticidad en hacerla. En el documento post-sinodal, que saldrá antes de Pascuas, se retoma todo lo que el sínodo abordó en la pastoral de las familias heridas. Es una de mis preocupaciones. Otra es la preparación al matrimonio. Imagínese: para ser cura, es necesario estudiar por 8 años y luego, si no lo logras, pides una dispensa y te vas. Ahora, para un sacramento que dura toda la vida, tres, cuatro clases y es suficiente… La preparación al matrimonio es muy importante… porque creo que es algo que en la Iglesia, en la pastoral común, ni aparece, ni en otros países sudamericanos…
Ahora no mucho, pero hace algunos años existía en mi país la costumbre de los casamientos de apuro, casamientos llevados a cabo porque la mujer se había quedado embarazada, para taparlo socialmente y salvar el honor. Estos no eran libres, y muchas veces ha ocurrido, pero eso implica que un casamiento no es válido. Mejor que es que se deje nacer al niño, siguiendo como una pareja. Hay un error. Otro capítulo muy interesante es la educación de los hijos. Las víctimas de los problemas familiares son los hijos, los hijos. Por ejemplo, cuando el padre no tiene tiempo para hablar con sus hijos, cuando la madre no tiene tiempo libre para hablar con sus hijos, eso no está bien. Cuando yo confieso a parejas con hijos: '¿Cuántos hijos tiene?'. Algunos se asustan, pues creen que el cura les va a preguntar siempre si tienen más. Entonces, yo haría una segunda pregunta: '¿Usted viaja con los jóvenes?'. Problemas sociales que han herido a la familia. Me gusta su pregunta. La tercera cosa interesante del encuentro con las familias en Tuxla Gutiérrez. Había en ese acto una pareja de casados en segundas nupcias.. La palabra clave que usó el Sínodo, y lo retomaré en la exhortacaión, es 'integrar' en la vida de la Iglesia a las familias heridas. Sin olvidar a los niños que son las primeras víctimas.
Integrar en la iglesia no significa conceder la comunión. Yo conozco a católicos casados en segundas nupcias que van a la iglesia una vez, dos veces al año, y quieren hacer la comunión como si fuera un título adquirido. Un trabajo de integración... Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que estas personas pueden comulgar. Esto sería una herida, también para los matrimonios, porque esto no los haría proceder por ese camino de integración. Y estos dos (de Tuxtla) eran felices. Usaron una expresión muy linda: nosotros no comulgamos en la eucaristía, pero sí estamos en comunión cuando visitamos a hospitales y compartimos cosas. Su integración es esa. Si hay algo más, ya lo dirá el Señor. Es un camino, una strada.