“Bastonare”, palabras más, palabras menos, es maltratar con las palabras a alguien. Es el término que aparece utilizado por Francisco hoy dos veces consecutivas en dos ocasiones diferentes pero hablando del mismo asunto: La Confesión.
La primera de ellas en su homilía durante la Santa Misa con los Frailes Capuchinos en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, con ocasión del traslado temporal allí de los cuerpos de los santos capuchinos San Pío de Pietrelcina y San Leopoldo Mandić. «Y si Tú no puedes dar la absolución —hago esta hipótesis— por favor, no maltratar [lit. “bastonare”]», es la frase en la cual el Pontífice recurrió al verbo.
La segunda ocasión ocurrió pocas horas luego cuando en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, tuvo un encuentro con los denominados Misioneros de la Misericordia, que son aquellos sacerdotes con facultades para absolver de pecados incluso reservados al Sumo Pontífice (como consagrar un obispo sin mandato pontificio, se nos ocurre ahora nombrar ese por poner un ejemplo). En su discurso ha dicho Francisco: «Ustedes han escuchado, también yo he oído, tanta gente que dice: “No, yo nunca voy allí, porque fui allí una vez y el cura me ha maltratado [lit. ‘bastonato’], me regañó tanto, y fui y me hizo preguntas un poco oscuras, de curiosidad”».
Pues bien, curiosamente el cardenal Javier Lozano Barragán, de nacionalidad mexicana y presidente emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, en una entrevista concedida a Andrés Beltramo, corresponsal de agencia Notimex, pide algo parecido a Francisco durante su inminente viaje a México. Incluso es de dicho pedido del cual Notimex se sirve para titular su nota: «Qué el Papa “no reprenda” a obispos en México: Lozano Barragán». ¿No les parece demasiada coincidencia? Lo que no encaja es que el pedido se lo haga al que algunos medios de comunicación designan “el Papa de la Misericordia”, aquel que está protagonizando “la revolución de la ternura”, aquel que nos ha abierto los ojos para que descubramos que “el nombre de Dios es Misericordia”, etc, etc, etc.
Esta es la nota completa de Notimex, la cual cronológicamente está antes que las dos referidas intervenciones del Pontífice.
Qué el Papa “no reprenda” a obispos en México: Lozano Barragán
Ciudad del Vaticano, 9 Feb (Notimex).- El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, viejo amigo del Papa Francisco, deseó que el pontífice no reprenda a los obispos de su país y reconozca su “enorme labor”, en la próxima visita.
En entrevista con Notimex, quien fuera durante muchos años presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud del Vaticano, aseguró que el principal interés del pontífice en México es la visita al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Auguramos que sea unidad de toda la Iglesia, especialmente con los obispos, y que sea amor, porque sin amor no se llega a la unidad”, indicó.
“Por tanto, agregó, no reprensión y reconocimiento de la labor enorme que han realizado los obispos y conciencia que México ha sido un país perseguido y todavía no está completamente a salvo”, afirmó.
Más adelante sostuvo que pudo ver muchas veces, sea con Juan Pablo II como con Benedicto XVI, lo que significa el Papa para México, cuyos católicos –la inmensa mayoría del pueblo- están convencidos que él es principio de la unidad y la firmeza de la Iglesia.
Precisó que con esa actitud fue recibido Juan Pablo II en sus cinco viajes, en los cuales pudo constatar “un afecto y un cariño exorbitante”.
“Lo mismo que con Benedicto XVI, quien tras su paso por León confesó: “Ahora me doy cuenta por qué Juan Pablo quería tanto a México”, añadió el obispo mexicano.
“Con mucho gusto vamos a recibir a Francisco. El siempre dice que Dios nos da sorpresas, qué sorpresas nos esperan en México, veremos. Por lo pronto es previsible que serán tres temas los que vaya a tocar cobijados en el marco del Año de la Misericordia”, apuntó.
Lozano Barragán conoce a Francisco desde hace 40 años, cuando el entonces rector del Colegio Máximo de San Miguel (a las afueras de Buenos Aires) lo invitó allí para dar una conferencia sobre el método teológico.
Gracias a eso se hicieron amigos y cada vez que el cardenal argentino viajaba a Roma lo visitaba en su casa. Siempre que se veían, Bergoglio le daba un obsequio.
“El último fue este”, confesó emocionado mientras sacaba de su bolsillo una cartera de cuero argentino.
“El conoce México, estuvo como provincial de los jesuitas en Guadalajara y también en la Basílica, por lo tanto no debo decirle cómo es el país porque lo sabe por experiencia”, siguió.
Según el purpurado, el Papa realizará todas sus actividades “en el marco” de la Virgen de Guadalupe, de la cual le impacta la frase dicha a Juan Diego: “No temas! ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”.
“En México los extranjeros son bienvenidos, sin importar si son alemanes, brasileños, italianos o lo que sea. Esa es una característica básica de los mexicanos y de esa manera recibiremos al Papa Francisco, a él no por ser extranjero porque no es extranjero para nosotros”, constató.
Francisco llegará a tierras mexicanas la noche del próximo viernes 12 de febrero. Durante su gira visitará la capital, Ecatepec, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Morelia y Ciudad Juárez.