España: Investigan si tres religiosas fueron retenidas contra su voluntad en un convento de Santiago
Información de La Voz de Galicia, Ene-26-2016.
Investigan si tres monjas fueron retenidas contra su voluntad en un convento de Santiago
● Tras recibir una denuncia, la policía se presentó en las Mercedarias y tres religiosas manifestaron su deseo de abandonar el recinto. Investigan también por qué otras dos monjas fueros deportadas en 2011 si tenían los papeles en regla
E. MOUZO, J. M. PANa coruña / la voz, 26 de enero de 2016
Un atestado de la Comisaría General de Extranjería lo desencadenó todo. La unidad de extranjería se puso en contacto con una jueza de Santiago para explicarle que existía una denuncia contra el convento de clausura de las Mercedarias en Santiago alertando de que había algunas mujeres que estaban siendo retenidas contra su voluntad. La magistrada autorizó a la policía a ir al convento para continuar investigando, según confirma el Tribunal Superios de Xustiza.
El sábado el dispositivo autorizado por la jueza acudió al convento, que está en pleno centro de la capital de Galicia, y allí se encontró con que, tras ir preguntando a las religiosas, tres de ellas, originarias de la India, cuentan que están retenidas en contra de su voluntad y bajo amenazas y coacciones. Y expresan su deseo de salir. La investigación continúa abierta y por el momento no se ha detenido a nadie. La policía trata de esclarecer los hechos, si realmente las religiosas estaban retenidas contra su voluntad en el convento de las Mercedarias. También investiga por qué otras dos religiosas, con permiso de residencia y originarias de la India, fueron deportadas en el 2011.
Según fuentes cercanas a la investigación, mientras el operativo continúa abierto, a las mujeres se les ha dado una casa de acogida, no situada en Santiago, y se les aplicará el mismo protocolo que se utiliza en los casos de mujeres víctimas de la violencia machista.
La falta de vocación había ido vaciando los conventos poco a poco, y en algunos casos el número de religiosas apenas superaba la decena. En el año 2003 cruzaron los muros del convento del siglo XVII monjas procedentes de la India y de México, lo que daba continuidad a una orden ya envejecida.
Diez religiosas en el 2015
«Resulta extraño pensar que alguien desee ser cautiva. Solo un amor muy profundo se atrevería a comprenderlo. En otros tiempos, los padres Mercedarios solían redimir prisioneros. Las madres Mercedarias centran su vida en la contemplación, sin salir de su monasterio. Ellas, como buenas madres, entregan sus vidas para que se rompan las cadenas del pecado y la humanidad llegue a ser libre de verdad». Con este texto, y bajo el título de «Nacidas libres», se presenta la comunidad de las Mercedarias en la publicación Barca de Santiago, que edita el Arzobispado compostelano.
En un reportaje se aborda la vida de las diez monjas que en mayo del 2015 vivían en el céntrico convento, cercano a la puerta de Mazarelos. Ya fueron alguna más. Hace trece años vivían quince monjas de clausura, tras la incorporación de al menos cuatro monjas procedentes de México y de la India. La vida consagrada comenzaba a acusar la falta de vocaciones, pero las Mercedarias pudieron contar con refuerzos, porque en la actualidad suman cinco conventos en España y otro precisamente en la India, fundado en 1997.
El vínculo de esta comunidad con Santiago data de finales del siglo XVII, cuando al arzobispo Andrés Girón le fue concedido el permiso para fundar una comunidad, que se inició con cinco hermanas. En la actualidad, además de la actividad propia de la vida consagrada, también dedican buena parte de su tiempo al lavado y planchado de los ornamentos litúrgicos, la confección de mantelerías para particulares, los bordados o la venta de productos de la huerta monástica, con lo que obtienen ingresos.
Actualización Ene-26-2016 (17:03 UTC): El Arzobispado de Santiago de Compostela ha publicado en su sitio de internet la siguiente nota informativa con fecha de hoy.
Primero.- Conviene tener presente, en primer lugar, que el modo de vida propio de la clausura, de antigua tradición en la Iglesia, puede resultar no fácilmente comprensible para quienes desconocen las singularidades de esa concreta vocación, ciertamente peculiar por cuanto supone de renuncia, austeridad, rotación en los trabajos comunitarios, oración, tiempos de silencio…, con una entrega radical.
Segundo.- En ningún caso, aunque la existencia discreta en la comunidad y dentro del espacio del monasterio o convento caracteriza esta vocación, ello no implica una restricción o carga más allá de lo asumido y aceptado por la religiosa al profesar en la orden de que se trata como opción libre, meditada e informada. Lo cual queda perfectamente constatado y definido en el proceso de ingreso progresivo en una comunidad hasta la profesión solemne; que se dilata en el tiempo –como mínimo- durante cinco años, que normalmente se prolonga de modo que nadie se sienta impelido a asumir esa condición sin la suficiente madurez y criterio.
Tercero.- En el caso que nos ocupa estamos ante personas que forman parte de la comunidad Mercedaria de Santiago desde hace entre 17 y 15 años. En absoluto se trata de personas recién llegadas.
Cuarto.- Por otra parte, en la vida religiosa el desarrollo de la propia vocación no se circunscribe a un momento puntual, no es algo estático, sino dinámico y progresivo. De hecho una de las religiosas profesas solemnes de esta comunidad, procedente de la India, hace unos dos años decidió abandonar la comunidad tras una estancia en su país de origen. Se realizaron con toda celeridad los trámites internos canónicos de exclaustración y dispensa de votos que quedó concluido el 31 de marzo de 2015, firmando la interesada el rescripto emitido por la Santa Sede.
Cinco.- En este sentido conviene tener presente que las religiosas mercedarias de Santiago que proceden de fuera de España, cada siete años, viajan a sus países de origen por un período de dos meses. Regresando a la comunidad, concluido ese tiempo, voluntaria y libremente. De hecho dos de las religiosas que ahora dejaron la comunidad, hace un año y medio estuvieron con sus familias de origen y, tal y como hemos advertido, regresaron libre y voluntariamente al convento.
Sexto.- En efecto, en ese proceso de crecimiento y desarrollo de la propia vocación, en torno al verano pasado, dos religiosas originarias de la India inician un proceso de discernimiento, planteándose incluso la posibilidad de dejar la comunidad llegado el caso. De hecho ambas así lo solicitaron formalmente después de Navidad, concretamente el 14 de enero, a la superiora del convento que, en función de lo pedido, dio curso a la solicitud.
Séptimo.- En ningún caso las dos religiosas que solicitaron la exclaustración y dispensa de votos pidieron abandonar la comunidad antes de realizados dichos trámites; al menos nunca lo hicieron constar a la autoridad diocesana. Diligencias que no se dilatarían más allá de un mes desde la remisión de la documentación a la Congregación correspondiente de la Santa Sede. Documentación que quedó concluida a nivel diocesano el pasado día 21 de enero.
Octavo.- Sorprende a la comunidad tanto la denuncia que ha originado esta situación, como el revuelo informativo que ha provocado. Recuerdan que los trámites en curso seguían un ritmo realmente rápido. En todo caso, no consta a la autoridad diocesana que ninguna de las religiosas que han abandonado el convento hubieran pedido hacerlo antes de concluidos los aludidos procedimientos.
Noveno.- Tanto la comunidad Mercedaria de Santiago como la diócesis sienten preocupación ante la situación de desamparo que puedan estar viviendo las tres religiosas que han abandonado la comunidad. Por todo ello deseamos manifestar nuestra disposición en orden a procurar cuanto puedan necesitar en tanto retoman su nueva vida.