Con ocasión del inicio del Año Jubilar de la Misericordia, —supuestamente— la seguridad en el Vaticano ha sido redoblada. Para poner un ejemplo actual, lean por favor este cable de agencia AFP, Dic-05-2015.
Roma— La prefectura de Roma adoptó este sábado una serie de medidas para limitar el transporte de armas, carburantes y otros líquidos inflamables, con motivo de la próxima apertura, el martes, del año del Jubileo.
Estas medidas se añaden a un dispositivo de seguridad antiterrorista aplicado para prevenir posibles atentados del grupo Estado Islámico (EI) y otras organizaciones yihadistas.
El prefecto de Roma, Franco Gabrielli, ordenó así la prohibición, desde el domingo 6 de diciembre por la mañana hasta la noche del miércoles 9, de transportar armas, municiones, explosivos y gases tóxicos. También estará prohibido encender productos pirotécnicos.
El 8 de diciembre, fiesta católica de la Inmaculada Concepción, en el que se abrirá el Jubileo, estará prohibido además todo transporte de carburante, gas licuado y metano.
Además, el 7 y 8 de diciembre estarán restringidas "las actividades susceptibles de utilizarse para esquivar los dispositivos de seguridad", como por ejemplo el rodaje de películas o de series en las que se empleen armas o medios de transportes similares a los de la policía y el ejército.
El papa Francisco inaugura el martes el año de "Jubileo de la Misericordia", abriendo una "puerta santa" en la basílica de San Pedro del Vaticano. El Jubileo o Año Santo atraerá a millones de visitantes a Roma.
¿Recuerdan cómo comenzaba el anterior cable?
Bueno, ahora traducimos este aparte de una información de Il Giornale, Dic-05-2015, en la cual una periodista de nombre Mary Tagliazucchi, relata la forma en la que entró a la Plaza de San Pedro con un arma en su bolso, sin que nadie hiciera nada para impedirlo (¡y hasta grabó un video!, ver a continuación).
Il Giornale.it quiso hacer una contraprueba: metiéndose en los zapatos de un terrorista, lo intentamos, y tuvimos éxito, en violar los estrictos controles justo a la entrada de la Basílica de San Pedro, allí donde detienen y controlan a los turistas y ciudadanos.
Haciéndose pasar por un acompañante de una persona con discapacidad (que no estaba en una silla de ruedas, sino que caminaba ligeramente cansada), traté de superar la brecha con un arma adosada.
El oficial le hizo pasar de inmediato después de haber visto a toda prisa el pase que atestiguaba su discapacidad (pase visiblemente falso porque fue creado en internet y sin el holograma específico). Ningún otro control o pregunta. Y si esto puede hacer pensar, lo que de verdad hace pensar es cómo a la suscrita no le han pedido un documento. Ni tampoco abrir la bolsa en la que, antes de entrar había escondido un pistola, una Tokare, M57 yugo, calibre 7,6x25, utilizada sobre todo en Europa del Este, Oriente Medio, África y los Balcanes. El mismo modelo (como explica un experto de la balística), usado en los ataques anteriores en París, que se llevaron a cabo en el interior del supermercado kosher.
¿Qué es lo que se debe decir en un caso como este?