Sunday, November 08, 2015

Francisco se refiere por primera vez a filtración de documentos reservados del Vaticano


Como ya Uds. saben, se han escrito dos libros (“Via Crucis”, ya en venta, y “Avaricia”) señalados de ser basados en documentos resrvados del Vaticano que han sido filtrados. En la presentación del “Via Crucis”, ha dicho su editor que no es cierto que ese libro haya sido escrito con ducumentos robados. Incluso la prensa bergogliana ha minimizado el asunto de la filtración de documentos, señalando que en realidad lo que esos documentos dicen ya había sido objeto de diferentes artículos en prensa. Eso sí, los libros vienen a confirmar que Francisco se ha propuesto reformar la Iglesia y enfrenta oposición. Un ejemplo podría ser el Andrea Tornielli, periodista del riñon bergogliano, quien escribe:

Leyendo ambos libros, con páginas de documentos, cifras, declaraciones, grabaciones de audio, uno no encuentra datos clamorosos. Mucho de ese material, de hecho, ya ha sido publicado. Sobre el escándalo de las casas de Propaganda Fide o de la Apsa cedidas a los vip que buscan departamentos a buen precio ya habían salido cientos de artículos bien documentados. Lo mismo se puede decir sobre las cuentas sospechosas del IOR. Incluso los gastos del cardenal George Pell y de sus empleados habían sido publicados por el periódico italiano «L’Espresso».

Pues bien, posteriormente al tradicional rezo del Angelus dominical, hoy Francisco se ha referido por primera vez al hecho de las filtraciones, las cual directamente llama “robo” y las contrapone a las reformas que se ha propuesto a hacer. Estas sus palabras, según las traduce Radio Vaticano.

“Queridos hermanos y hermanas, sé que muchos de ustedes se han sentido turbados por las noticias que circularon en días pasados a propósito de documentos reservados de la Santa Sede que fueron sustraídos y publicados. Por esta razón quisiera decirles, ante todo, que robar aquellos documentos es un delito, es un acto deplorable que no ayuda.

Yo mismo había pedido que se hiciera ese estudio y mis colaboradores y yo, ya conocíamos bien aquellos documentos. Y se tomaron algunas medidas que comenzaron a dar frutos, incluso algunos visibles. Por esto quiero asegurarles que este triste hecho ciertamente no me desvía del trabajo de reforma que estamos llevando adelante, con mis colaboradores y con el apoyo de todos ustedes. Sí, con el apoyo de toda la Iglesia, porque la Iglesia se renueva con la oración y con la santidad cotidiana de todo bautizado. Por consiguiente, les agradezco y les pido que sigan rezando por el Papa y por la Iglesia, sin dejarse turbar, sino yendo adelante con confianza y esperanza”.