El Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Familia, card. Ennio Antonelli, es entrevistado por el periódico napolitano Il Mattino, Sep-14-2015. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Su Eminencia, sabemos cómo salió la Iglesia del Sínodo 2014. ¿Cómo saldrá en el Sínodo conclusivo en programa el próximo mes de octubre?
«Tengo mucha fe en el Señor y en el Espíritu Santo, así como el Papa y los obispos que participarán. Ninguno esconde la dificultad, incluso la dureza del debate actual sobre temas de la familia, pero la Iglesia está llamada a ofrecer orientación a la debilidad de la sociedad post-cristiana. Y la familia está gravemente en crisis. La respuesta de la Iglesia no puede ser sociológica, sino doctrinal, es decir de fe».
El Cardenal Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) advierte sobre el riesgo de un cisma dentro de la iglesia católica con ocasión del Sínodo. El cardenal Kasper sostiene que ahora hay un «cisma práctico» en el interior del mundo católico con la «doctrina alejada de la realidad». ¿De verdad cree que la Iglesia católica corra este peligro?
«La palabra cisma es grande, muy grande. Se evoca sí, pero en ninguna parte, sean conservadores o ultraprogresistas, creo que se crea que es el fin del mundo. Pero tampoco es posible tolerar en la Iglesia a muchos que hacen lo que les parece».
El principio de la indisolubilidad del matrimonio para usted, y por la doctrina, es irrenunciable. ¿También será así para el Sínodo?
«Al interior de la Iglesia, hay algunos que ponen en discusión la indisolubilidad del matrimonio. Pero existe también una multitud, y no sólo de teólogos, que aunque no poniendo en discusión la indisolubilidad del matrimonio, consideran compatible la indisolubilidad también con una segunda unión de hecho».
¿Así que no a las uniones de hecho reconocidas por la Iglesia y también no la Eucaristía para los divorciados vueltos a casar?
«La indisolubilidad del matrimonio es un valor de fe, no un criterio de opciones pastorales».
Pero si la familia está en crisis, siempre un menor número de matrimonios religiosos...
«No hay duda, pero el matrimonio religioso no es un opcional. Es una elección de fe radical, de promesa de amor según el diseño de Dios que admite a la Eucaristía, es decir, a la comunión. Quien dice lo contrario justifica todo como una respuesta inevitable de la Iglesia a la sociología post-cristiana, pero sin ningún fundamento teológico. Entonces, atención: además del divorcio y la convivencia en aumento, descenso de la natalidad, también hay muchas familias cristianas que viven en serenidad su misión y construyen con frecuencia incluso las pequeñas comunidades eclesiales. Por lo tanto, la Iglesia debe tener en cuenta un escenario complejo y no siempre crítico».
El cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, está entre los teólogos contemporáneos más apreciados. En una reciente entrevista con La Civiltà Cattolica, ha afirmado: «Hay semillas de verdad en toda unión de hecho». ¿Está de acuerdo?
«Comparto su pensamientos porque creo provenga de la subjetividad de las personas, pero está en el terreno de la experiencia que no se sostiene. Puede haber personas objetivamente irregulares, como en las uniones de hecho, que sin embargo, no son plenamente culpables y responsables. De ahí la necesidad del discernimiento pastoral. También la Eucaristía no es una elección individual sino eclesial, en el sentido que es fruto de una elección de fe no sociológica o comunitarista. El problema no es la pareja sino la Iglesia. ¿Cómo se puede acoger a las familias en crisis? No Partiendo del dato objetivo, sin duda, que en cada persona, esté en la dificultad o en el pecado, pueda haber gérmenes y semillas de verdad. Cómo sostiene el cardenal Schönborn».
El arzobispo de Chicago Joseph Cupich ha dicho recientemente: «Del Sínodo espero respuestas creativas».
«Yo espero que no sean destructivas».