Tuesday, July 28, 2015

Cambio del director del Servicio Sanitario del Vaticano no es un cambio antiratzingeriano


Todo comenzó en la mañana de hoy, cuando en Italia Oggi se veía una pequeña nota en la que se detallaba que el Prof. Patrizio Polisca, cardiólogo de confianza de Benedicto XVI, que a su vez es desde 2010 director de los Servicios Sanitarios del Estado Vaticano, sería licenciado a su regreso de las vacaciones de verano, lo cual el periódico lo ponía como una afrenta al Papa emérito, visto que el Prof. Polisca es toda una institución.

El artículo en mención mereció un pronunciamiento del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, para aclarar que no se trata de un cambio antiratzingeriano, el cual dice así, en una traducción de Vatican Insider:

En relación con algunas noticias que aparecieron en la prensa italiana esta mañana, preciso que Patrizio Polisca cumplió en el mes de julio el quinquenio de servicio como director de los Servicios Sanitarios. Debe ser considerado un procedimiento normal con base en el reglamento del personal dirigente laico de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano. Polisca continuará su apreciado servicio como médico personal del Papa emérito Benedicto XVI y vivirá también en el Vaticano.

Reforma de la Curia: Oficiales curiales tendrían periodos fijos de cinco años y después, de regreso a sus diócesis de origen

Habla Marco Tosatti en su blog de otra de las reformas que podrían verse en la Curia, los oficiales curiales tendrían periodos fijos de cinco años y después de ello regresarían a sus diócesis de origen. Traducción de Secretum Meum Mihi.

Se habla mucho en la Curia en estos días de una hipótesis de reforma que tendría de veras efectos radicales. La idea sería la de hacer tener un término —cinco años, eventualmente prorrogables hasta diez en casos excepcionales— el servicio de los “Oficiales” de la Curia; es decir, de los sacerdotes de las diversas Congregaciones y Consejos que desarrolan la gran cantidad del trabajo.

En la práctica: un sacerdote de Biella o de Nueva York que fuera llamado a la Curia para hacer trabajo de oficina, después de cinco años deberá volver a su diócesis de origen. La norma se referiría a todas las estructuras centrales de la Santa Sede, excepto la diplomacia: El personal diplomático continuaría funcionando de acuerdo al modelo de carrera consolidado.

Después de la Academia comienza el “cursus honorum”, que por lo general conduce el candidato a convertirse en nuncio y arzobispo después de diecisiete años de servicio. De esta reforma, que según algunos, sin embargo, privaría a los órganos centrales de la Iglesia de un gran patrimonio de experiencia y de conocimientos, se hablará probablemente en el grupo de nueve cardenales encargados de estudiar la reforma de la Iglesia y de la Curia.

No vemos cuál sea la utilidad de la presunta medida —si es que se toma—, porque modernamente ya han sido enviados a sus diócesis de origen muchos sacerdotes y monseñores sin importar si llevan cinco, más años o menos años, como hemos dado cuenta (aquí, aquí y aquí). O mejor aún, y como lo detalló recientemente el P. Ray Blake en su blog, son los propios oficiales curiales los que se marchan de regreso a sus diócesis originales un tanto aburridos, porque sus jefes inmediatos les hacen bullying y los acosan porque estos a su vez son objeto del mismo trato por parte de su jefe superior.