Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.
Congregación para la Doctrina de la Fe
Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento
de la uniones entre personas homosexuales, N° 5
Jun-03-2003
Entrevista con el card. Walter Kasper para QN (o sea, Il Resto del Carlino, Il Giorno y La Nazione), Jun-09-2015. La entrevista toma como punto de partida la reciente decisión en Irlanda de aprobar por voto popular las uniones entre personas del mismo sexo. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Eminencia, el matrimonio no puede ser tocado, pero para la Iglesia será duro marcar el paso después de una votación casi histórica...
«Lo que sucedió en Irlanda fue una sorpresa. Hace veinte años yo estaba en la isla para pasar las vacaciones y recuerdo que era un país predominantemente agrícola, ahora ha tenido un desarrollo económico de verdad importante. Y las nuevas generaciones no comparten más ciertos valores tradicionales. Y si luego añadimos el escándalo de la pedofilia en el clero, podemos entender bien cuales son las razones en la base de este resultado».
¿Hizo bien el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, en hablar de «derrota para la humanidad»?
«No me lo pregunte a mí... No comento las declaraciones de otros cardenales, y mucho menos las del primer colaborador del Papa».
¿Irlanda ha querido dar una sacudida a la Iglesia?
«Aquellos que piensan que podemos cambiar la doctrina sobre el matrimonio se equivocan».
¿Qué puede cambiar, entonces?
«Podemos valorar mejor el respeto el respeto a las personas, cualquiera que sean sus inclinaciones sexuales».
El documento intermedio Sínodo pasado dejaba abierta alguna luz sobre las parejas del mismo sexo.
«Eelementos positivos hay en cada persona, Dios ama a todos. Creo que estamos llamados a respetar las uniones gay, experimentadas por los partners con responsabilidad. Existen, pero no podemos llamarles familia, así habría solo confusión».
¿Sobre la homosexualidad prevé una confrontación agria en el Sínodo de Octubre?
«Esta vez no estoy involucrado en la preparación de la reunión. No sabría... Es posible que el debate sea duro, pero al final se llegará a un consenso».
Le agradecemos al card. Walter Kasper que cuando le preguntan sobre el asunto sea tan “claro e incisivo”, como también lo había recientemente hecho con Corriere Della Sera.