La visita “estrictamente privada” de Raúl Castro a Francisco
Menos mal se trataba de una visita “estrictamente privada” —según lo aclaró hace unos días el director de la Oficina de Prensa vaticana—, porque si así nos tienen agobiados y sobresaturados con información de la misma, no queremos pensar cómo sería si hubiera sido una visita oficial de Estado.
Como primera medida, esta es una traducción de la nota informativa del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, emitida con ocasión de la audiencia —¿dijimos que se trataba de una audiencia “estrictamente privada”?— que Francisco concedió hoy a Raúl Castro.
Esta mañana el Santo Padre recibió en audiencia al presidente de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz. El encuentro tuvo lugar en el Estudio del Papa en el Aula Paulo VI.
Al llegar al “hongo” situado en la entrada posterior del aula Paulo VI, a las 9.30, el Presidente fue recibido por el Prefecto de la Casa Pontificia, S.E. Mons. Gänswein, y saludado por el Sustituto [de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado], S.E. Mons. Becciu, y por el Secretario para las Relaciones con los Estados, S.E. Mons. Gallagher. Luego tuvo lugar el encuentro personal con el Papa, en el estudio. El encuentro que duró más de 50 minutos, fue muy cordial. El Presidente —como él mismo declaró a los periodistas antes de salir del Vaticano— quiso agradecer al Santo Padre por el activo papel que desempeñó en favor de la mejora de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos de América; además presentó al Papa los sentimientos del pueblo cubano en espera y preparación de su próxima visita a la Isla en el mes de Septiembre.
A continuación el Papa y el Presidente se dirigieron a la cercana Auletta, para la presentación de la delegación que acompañaba al Presidente, compuesta por una decena de personalidades entre las cuales el Vicepresidente del Consejo de Ministros, el Ministro de Relaciones Exteriores y el Embajador ante la Santa Sede.
Fue significativo el intercambio de regalos. El Presidente ofreció al Papa una preciosa medalla conmemorativa de la Catedral de La Habana y un cuadro de arte contemporánea, que representa una gran cruz compuesta de restos de barcazas sobrepuestos, ante la cual se encuentra un migrante en oración. El artista cubano Kcho, que estaba presente, explicó al Papa que se inspiró en su gran compromiso en llevar a la atención mundial los problemas de los migrantes y refugiados, a partir de su famoso viaje a Lampedusa. El Papa donó al Presidente su exhortación apostólica Evangelii Gaudium y un gran medallón que representa a San Martín [de Tours] en acto de cubrir a los pobres con su capa. El Papa señaló explícitamente que éste es un regalo que hace particularmente con placer, porque recuerda no sólo el compromiso de ayudar y proteger a los pobres, sino también para promover activamente la dignidad.
El Presidente Castro y la Delegación dejaron el Vaticano un poco después de las 10:30.
Como segunda medida, y debido a lo que (des)informan diversos medios, en este video de Rome Reports se puede atestiguar cómo Francisco le pide al despota que rece por él, y a su vez el dictador le pide a Francisco lo mismo, a lo que Francisco anota: “Lo hago” (entre el Min. 1:10 y el Min. 1:20).
Tambien se (des)informa que Castro dijo que volvería a la Iglesia o que volvería a rezar. Lo que podemos anotar es que el dictador ha dicho textualmente: “Si el Papa sigue hablando así, estoy seguro que Yo terminaré rezando nuevamente en la Iglesia”. Punto. Lo ha dicho durante la rueda de prensa conjunta que ofrecieron Matteo Renzi, Primer Ministro italiano, y Castro, después de su encuentro. Porque no solamente Castro visitó a Francisco, después se reunió con Renzi.
Sus palabras textuales al respecto se encuentran en el siguiente video (entre el Min. 8:24 y el Min 11:11).