Saturday, January 24, 2015

Laicos Católicos: «Rebajas no, gracias»

Columna del P. Santiago Martín en el periódico ABC de Madrid, Ene-24-2015.

SANTIAGO MARTÍN
LAICOS CATÓLICOS: «REBAJAS NO, GRACIAS»

La práctica totalidad de los movimientos presentes en Roma está a favor de mantener la doctrina tradicional

Después de las tensiones generadas en el pasado Sínodo de los Obispos sobre la familia, debido sobre todo a la cuestión de la comunión de los divorciados planteada por el cardenal Kasper, la Iglesia se está preparando para celebrar en el próximo octubre la segunda parte de dicho Sínodo, sobre el mismo tema. Con mucha menos publicidad mediática de la que precedió al anterior, calladamente, se llevan a cabo trabajos y consultas de cara a preparar ese acontecimiento. Uno de esos trabajos ha tenido lugar en Roma esta semana.

El Pontificio Consejo para los Laicos ha convocado a los líderes de los principales movimientos laicales para saber qué opinan sobre las 46 preguntas que servirán para elaborar el «Instrumentum Laboris» con el que arrancará el Sínodo en octubre. Más o menos, el Papa ya conoce qué opinan los obispos y sabe que hay un elevado porcentaje de los mismos que está en contra de modificar la doctrina aplicada por la Iglesia durante dos mil años y ratificada por sus dos inmediatos predecesores. Pero, ¿y los laicos? ¿qué opinan ellos? Al fin y al cabo, son los más afectados por la cuestión, pues ellos son los que se casan –o no se casan– y los que se divorcian. Por eso ha sido muy importante la reunión de Roma. Se trataba de tomar el pulso al laicado organizado, que no es más que una pequeña parte del laicado católico, pero muy significativa. De su respuesta, quizá, dependa lo que el Papa decida tras concluir el Sínodo.

Pues bien, el resultado no ha podido ser más claro y contundente. La práctica totalidad de los movimientos presentes en Roma, unos ochenta –entre los cuales los más significativos y numerosos– está a favor de mantener la doctrina tradicional. Todos quieren que se agilicen las nulidades matrimoniales, sin caer en el divorcio católico, y que se trate con el máximo amor a los divorciados para que no se sientan excluidos de la Iglesia, pero sin que eso suponga devaluar la Eucaristía y permitir que se pueda acceder a ella sin estar en gracia. La base ha dicho claramente: «Rebajas no, gracias».