Con sorpresa leemos hoy en Libero, Pág 13, que presuntamente Francisco habría confesado a una “querida amiga” temer por su vida. Escribe el periódico: «“Tengo que estar atento al café”, dijo el Santo Padre entre serio y en broma, dirigiéndose a sus comensales: “No quisiera encontrarme entre las manos una taza envenenada”.»
La sorpresa nos viene porque si esas versiones fueran verdaderas, lo primero que hubiera hecho Francisco desde ya hace tiempo es dejarle de estar recibiendo mate a los peregrinos. Como testificamos en su momento en una entrada de Oct-30-2013, a la cual pertenecen estas imágenes.
O como volvimos a hacer en otra entrada de Ene-22-2014, en cuya ocasión publicamos estas imágenes.
El artículo de Libero más adelante refiere los temores de un diputado respecto a la vida de Francisco, quien no quiere que termine como el Papa Luciani.
Santo Padre: ¿De verdad teme que lo envenenen? ¡Pues podría comenzar por modificar ese hábito!