“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: Un sacerdote homosexual, felíz y orgulloso de la propia identidad. Estoy presto a pagar las consecuencias, pero es el momento que la Iglesia abra los ojos de frente a los gay creyentes y entienda que la solución que propone ella, la abstinencia total de la vida de amor, es inhumana”. Con dichas palabras y en primera página de Corriere Della Sera, el secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, Mons. Krzysztof Charamsa, ha decido salir del closet, en un acto sin precedente. Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 2003, también es profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana y en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum en Roma. Dice Corriere que Mons. Krzysztof Charamsa, de 43 años, estará este Sábado en la primera asamblea internacional de católicos lgbt organizada por Global Network of Rainbow Catholics en la víspera del Sínodo sobre la Familia, para sostener el diálogo entre católicos homosexuales.
En la entrevista Mons. Charamsa revela que tiene un compañero, pero no es esa la razón por la que renuncia al ministerio, aclarando que no lo hace para vivir con su compañero sino que es una decisión mucho más amplia que nace de la reflexión sobre el pensamiento de la Iglesia.
Como la cosa va ser una noticia explosiva, digamos que esta entrada sirve solamente a manera de alerta informativa, porque es de esperarse que le den amplio cubrimiento y, quién sabe, de pronto sea la cuota inicial de una serie de salidas de closet similares.
Pero eso sí, lobby gay en el Vaticano no hay, ¡qué va a haber!
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