En una entrada anterior tratamos, no de la misa negra, sino de una Misa tradicional celebrada en reacción a ella. Ahora nos enteramos que el Arzobispo de Oklahoma City, Mons. Paul S. Coakley, visitó al día siguiente el lugar y oró unas oraciones de exorcismo.
La información la traen los periódicos Tulsa World, Oct-02-2014, pág A9; y The Oklahoman, Oct-02-2014, el cual pone la noticia en primera página (ver imágen superior). De este último traducimos unos apartes.
Diane Clay, portavoz de la Arquidiócesis de Oklahoma City, dijo el miércoles que Coakley decidió realizar el antiguo ritual en el lugar público de Oklahoma City después de que él se enteró de que algunos visitantes del Centro Cívico estaban turbados y preocupados por los posibles efectos diabólicos posteriores a la misa negra del 21 de septiembre.. Un exorcismo es un ritual generalmente realizado para echar fuera un demonio de un individuo.
“Desde el principio, nos hemos tomado seriamente los espíritus oscuros y peligrosos invitados dentro de nuestra comunidad.
Anticipamos que esto sería una preocupación para aquellos que visitan el Centro Cívico, y hemos recibido muchas preguntas acerca de la seguridad del edificio después del ritual satánico”, dijo Coakley en un comunicado.
“Para hacer frente a esas preocupaciones, visitamos el lugar la mañana siguiente para rezar oraciones de exorcismo sobreel lugar y para rezar las oraciones para limpiar”.
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Jennifer Lindsey-McClintock, portavoz del Centro Cívico, dijo que Coakley preguntó acerca de visitar el lugar y llegó allí antes de las horas de oficina, alrededor de las 7:30 am, el 22 de septiembre, el día después de la misa negra. Ella dijo que Jim Brown, director general del Centro Cívico, dejó a Coakley en el lugar y la visita del líder religioso fue corta.
“Sucedió en silencio y fue [en forma] privada”, dijo Lindsey-McClintock.
“Él (Coakley) fue muy claro sobre el deseo de venir y realizar una limpieza de ese espacio de cualquier entidad él sentía pudiera quedar”.
Dijo que otros en la comunidad expresaron una idea similar a través de correos electrónicos enviados a la ciudad de Oklahoma City el día de la misa negra y varios días después.
Ella dijo que cuatro correos electrónicos fueron enviados por personas que dijeron que estaban preocupados acerca de que “abrieramos las puertas que permitirían a espíritus malignos entrar a nuestra comunidad”.
Clay, de la arquidiócesis de Oklahoma City, dijo que el Arzobispo Coakley, como líder de la arquidiócesis católica, fue contactado por numerosas personas con preocupaciones similares.
“Recibimos docenas de correos electrónicos y llamadas de personas preocupadas sobre si deberían asistir a eventos o entrar en el edificio después de la misa negra, incluyendo una joven pareja que planeaba tener su recepción de boda en el Centro Cívico, que se preguntaba si deberían trasladarla otro lugar”, dijo Clay.