Advirtiendo que no habrá comentarios la diócesis de Arundel & Brighton, Inglaterra, publicó ayer esta “declaración” en la cual su obispo, Kieran Conry, renuncia. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Declaración del Obispo Kieran Conry
Siento el confesar que, remontándose algunos años, he sido infiel a mis promesas como sacerdote católico. Me gustaría asegurarles que mis acciones no fueron ilegales y no involucraron menores.
Como resultado, sin embargo, he decidido ofrecer mi renuncia como obispo, con efecto inmediato y tomaré algún tiempo para considerar mi futuro.
Quiero pedir disculpas en primer lugar a loss individuos heridospor mis acciones y después a todos dentro y fuera de la diócesis que se sorprenderan, herirán y entristecerán al escuchar esto.
Lo siento por la vergüenza que he traído a la diócesis y a la Iglesia y les pido sus oraciones y perdón.
Nosotros esperamos un poco cuando nos enteramos de esta extraña renuncia, a la cual el obispo no esperó aceptación, porque más bien nos pareció que la misma era propulsada para evitar un escándalo que se le venía. Es decir, el obispo disparó un fuego amigo preventivo. En efecto, The Mail On Sunday, publica lo que parece ser la primera entrega de esta telenovela. El obispo actualmente sostenía un romance con una mujer de 43 años, madre de dos hijos, cuyo esposo —que parece ser la fuente principal del diario— contrató un detective para que investigara. El periódico dice poseer correspondencia “de amor” entre el obispo y la mujer no identificada.
La mujer se había ya separado de su esposo, vive actualmente en otra residencia y, al parecer, ello estimulaba el frecuentar al obispo.
Pero ese no es el motivo de la renuncia del Obispo Conry, quien dice haber renunciado por otra relación. El motivo, al parecer, es un romance anterior, del cual el diario dice haber conocido una carta “de amor”. Confrontado en la noche anterior sobre la renuncia, dijo: “Esto no tiene que ver con sus investigaciones. Está completamente no relacionado con ello. Esto se relaciona con una relación de hace seis años. Así que sean cuidadosos con lo que escriban. Esto no tiene nada que ver con sus preguntas anteriores”.
En Junio pasado el periódico ya le había indagado al obispo por su relación con la mujer casada madre de dos hijos, la cual negó, pero admitió que Ella había estado en su casa dos veces, añadiendo: “No es la única mujer que ha estado aquí”.
La abogada del engañado esposo, Clare Kirby, es citada por el rotativo al respecto: “Mi cliente esta considerando una posible acción judicial en contra de la Iglesia Católica porque ellos han sabido por años que el obispo ha estado teniendo affairs y si se hubieran tomado medidas es casi seguro que no habría perdido su matrimonio y sus hijos no hubieran tenido que ser criados en una familia rota”.